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Economía

¿Qué diferencia hay entre un préstamo personal y uno hipotecario?

Comprar una casa es un proceso largo y complicado. A la hora de buscar financiación, solemos decantarnos por los préstamos hipotecarios, aunque hay casos en los que puede salir más barato solicitar un préstamo personal.

Nuestros compañeros del comparador bancario líder en España iAhorro nos explican las diferencias entre ambos tipos de préstamo son tres: los costes, el aval y el uso.

  • Costes: En el caso de los préstamos hipotecarios a parte del tipo de interés al que se contrata los gastos derivados de contratación y notaria son más altos que en el caso de préstamo al consumo.
  • Aval: Ambos préstamos están avalados con todos tus bienes presentes y futuros, pero en el caso de las hipotecas el aval es un bien especifico este es el motivo por el que los tipos de interés son más bajos en los préstamos hipotecarios que en los personales.
  • Uso: La finalidad de los préstamos personales puede ser cualquier producto de consumo incluso la compra de una vivienda, aunque no es lo más común. En el caso del préstamo hipotecario su único fin es la compra de un bien o terreno que se va a edificar

¿En qué casos me podría interesar más un préstamo personal que uno hipotecario?

Hasta 35.000-40.000 euros convendría decantarse por un préstamo personal por la diferencia de costes. El único coste de un préstamo personal sería la intervención del notario; en el hipotecario, sin embargo, tendríamos que hacer frente a costes de contratación y notaria más altos.

Así, además de los costes, otra de las grandes diferencias entre estos dos préstamos es la documentación que piden las entidades para concederlos. En el caso de los préstamos personales, los documentos a aportar son muy básicos: salario, contrato laboral y datos personales. Por el contrario, a la hora de conceder o no una hipoteca, los bancos realizan un análisis más exhaustivo del riesgo del cliente.

También es importante aclarar que, mientras que los préstamos hipotecarios están pensados para una devolución a largo plazo, en los préstamos personales los pazos se acortan y nuestra economía podría verse resentida. Sin embargo, un este último tipo de prestación sería una buena opción para viviendas de bajo coste y para personas que no tienen el ahorro previo exigido en una hipoteca.

Tipos de interés

¿En qué tipo de interés debo fijarme a la hora de pedir financiación?

Una de las dificultades a las que se enfrentan los clientes a la hora de pedir financiación es el desconocimiento de los productos financieros. Muchas veces, el cliente se fija en los tipos de interés que tienen que pagar y no prestan atención al TAE, un indicador muy importante en ambos tipos de préstamos, pero desconocido por la gran mayoría.

Tipos de interés:

  • TIN (Tipo de Interés Nominal): Es el porcentaje fijo que se paga como interés por el dinero prestado. No tiene en cuenta ningún tipo de gasto asociado a la operación, sólo es el interés que se ha acordado con la entidad financiera para la operación.
  • TAE (Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva): Es el porcentaje del coste total del préstamo contratado. La TAE se calcula de acuerdo con una fórmula que tiene en cuenta el TIN, las comisiones y los gastos de la operación.

La diferencia entre ambos es que la TIN te dice la cantidad a pagar mientras que la TAE te informa del coste total del préstamo. En las hipotecas se suele hablar más de tipos de interés mientras que en los préstamos las comparaciones se hacen mirando la TAE.

Crecen los préstamos complementarios a la hipoteca

Los ciudadanos han comenzado a informarse sobre esta posibilidad, aunque muchos la desechan porque las cuotas mensuales son muy altas y hay que tener unos ingresos muy altos para poder hacer frente a todos los pagos mensuales.

Los expertos coinciden en que de momento no ha habido un crecimiento de estos préstamos personales para la compra de viviendas, aunque matizan que sí han subido como complemento al hipotecario.

Sin embargo, pedir un préstamo al consumo o personal como complemento al hipotecario podría no ser del todo aconsejable. Los bancos buscan saber que el cliente tiene la costumbre de ahorrar cierta cantidad al mes, por eso piden un porcentaje de los ahorros para la compra de la vivienda. De esta forma, buscan asegurarse de que en el momento que empieces a pagar una cuota no te ahogues en la economía doméstica y dejes de pagar la hipoteca.

Es por ello que solicitar un préstamo para mostrarlo como aval del ahorro es la práctica contraria a la demostración de tu capacidad de ahorro y posibilidad de hacer frente a las cuotas mensuales.