Empezar a invertir es algo que mucha gente se propone al comenzar un nuevo año para así sacar rentabilidad al dinero ahorrado. Además, puede ser una buena herramienta para esquivar la inflación.
Cualquier persona que empieza a invertir en España tiene que responder varias preguntas para analizar si es apta o no para contratar un producto de inversión. Desde HelpMyCash.com nos cuentan el origen de este test y cuáles son sus puntos clave.
¿Cuál es el origen del test MiFID?
El test MiFID tiene su origen en la regulación Market in Financial Instruments Directive que se lanzó en 2007 y que fue actualizada en 2018 con el nombre de MiFID II. Es común a toda la Unión Europea y se creó con la idea de que los consumidores pudiesen tener mayor transparencia sobre productos de inversión.
¿Por qué te hacen el test MiFID?
Cuando invertimos siempre hay un mayor o menor riesgo para el dinero, es decir, que puede haber ganancias o pérdidas y este riesgo siempre existe. Por eso es necesario tener muy claro toda la información y las características principales de los productos antes de contratar uno.
El test MiFID son una serie de preguntas para cerciorarse de que el consumidor ha entendido un producto de inversión antes de contratarlo y de que cumple con el perfil adecuado para solicitarlo.

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¿Qué preguntas nos harán antes de empezar a invertir?
Cualquier banco, bróker, robo advisor u otra entidad que ofrezca un producto de inversión para los consumidores minoritarios debe hacer estas preguntas. Algunas de ellas hacen simplemente referencia a la edad de la persona, al nivel de estudios, a la situación laboral, a si se tiene o no experiencia previa invirtiendo, etc.
Por otra parte, habrá otras preguntas más concretas sobre el objetivo que tenemos con la inversión o lo que queremos conseguir con ella: por ejemplo, si necesitamos que sea una inversión a pocos años para luego retirar el dinero o si lo planteamos como algo hasta la jubilación.
También nos preguntarán por el porcentaje de pérdida que estaríamos dispuestos a asumir. Por lo general, dependiendo de si preferimos arriesgar más o menos, también tendremos más o menos rentabilidad potencial por ganar.
Otra de las preguntas que puede sorprender, pero que sirve para delimitar si somos unos inversores más conservadores o más arriesgados es la de "¿Qué harías en caso de pérdida?". Dependiendo de la respuesta que se da a esta pregunta también se marca si la persona prioriza asumir más riesgo, pero tener más rentabilidad potencial o no asumir tanto riesgo aunque la rentabilidad potencial sea menor.

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¿Qué significa ser un inversor conservador o arriesgado?
Además de valorar si una persona tiene conocimientos suficientes para invertir o no, el test MiFID determina si esa persona debe asumir más o menos riesgo en inversión. Cuando se habla de inversor más conservador o inversor más arriesgado esto va directamente unido a la rentabilidad potencial que se puede esperar. Cuanto más riesgo se asume en inversión, más rentabilidad potencial se puede obtener.
El perfil del inversor conservador será el que quiera menos riesgo y, por tanto, opte a ganar menos dinero, pero también espere tener menos pérdidas. El perfil del inversor arriesgado asume un riesgo mayor y puede tener pérdidas más altas, pero con una estrategia de inversión bien configurada confía en que finalmente las ganancias sean altas en el largo plazo.