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Economía

3 trucos para no llevarte sorpresas con la financiación de tus compras navideñas

Los regalos, la comida, los viajes a la casa de los padres o de los suegros… El gasto medio de los hogares españoles se dispara durante las Navidades, así que no es sorprendente que algunas familias decidan recurrir a la financiación (bancaria o de los propios comercios) para fraccionarlos y así pagarlos poco a poco. Sin embargo, este método puede salir más caro de lo esperado, sobre todo si la financiera oculta gastos en la letra pequeña de su oferta. Por ello, desde el comparador de préstamos HelpMyCash.com han hecho un pequeño listado de sencillos trucos que podemos aplicar para evitar sorpresas desagradables tras aplazar esas compras navideñas.

1. Es mejor planificar las compras con tiempo

Antes siquiera de buscar ofertas para financiar los gastos navideños, desde el comparador afirman que es imprescindible planificar con tiempo qué compras haremos durante las siguientes semanas. De este modo, podremos comparar los precios de varios establecimientos para un mismo producto o servicio y podremos adquirir los que nos interesen antes de que se encarezcan en los días de más consumo (los previos a la Nochebuena o a la Nochevieja, por ejemplo).

Empezar ya a planificar nuestras compras de Navidad también nos permitirá bucear entre todas las opciones que hay para fraccionarlas: las ofertas de las propias tiendas, las de los bancos, las de nuestra tarjeta de crédito… De hecho, si buscamos bien, no nos costará mucho encontrar financiación totalmente gratuita, es decir, sin intereses y sin comisiones ni otros gastos.

Asimismo, al planear bien nuestras compras y la manera de fraccionarlas podremos evitar sobreendeudamientos causados por una mala gestión de la financiación. En ese sentido, es importante que el conjunto de lo que paguemos mensualmente por los gastos navideños aplazados, sumado a las cuotas del resto de los créditos que tengamos, no supere el 35% de lo que ingresamos cada mes.

2. Hay que leer toda la ‘letra pequeña’

En segundo lugar, debemos revisar bien la letra pequeña de las ofertas de financiación que nos gusten, especialmente si estas nos prometen un fraccionamiento sin intereses (0% TIN). En estos casos, quizás nos cobren comisiones u otros gastos (primas de seguros de protección de compras, por ejemplo), así que el aplazamiento podría no ser gratuito.

Imaginemos, por ejemplo, que un establecimiento nos permite fraccionar en 12 meses y sin intereses un ordenador portátil de 700 euros. Si la operación tiene una comisión de apertura del 3%, al cabo de un año le habremos pagado a este comercio un total de 721 euros, por lo que la financiación no nos habrá salido gratis.

Leer bien la letra pequeña de la oferta nos evitará caer en estas trampas publicitarias, aunque si no queremos perder el tiempo, también podemos fijarnos directamente en la tasa anual equivalente (TAE) que nos muestre el establecimiento o la financiera. Este indicador refleja el coste anual del fraccionamiento teniendo en cuenta tanto el interés como las comisiones y otros gastos, así que si esta no es del 0%, significará que existe algún coste adicional.

3. Si se aplaza con intereses, pagar poco al mes sale caro

Finalmente, si no encontramos financiación gratuita y optamos por un fraccionamiento con intereses, es aconsejable no prolongar innecesariamente el plazo de devolución para abonar unas cuotas más bajas. Y es que cuanto más tardemos en saldar la deuda, más intereses se generarán, así que más pagaremos a la larga. Eso es especialmente importante en el caso de las tarjetas de crédito revolving, pues estos productos no establecen un período concreto para reembolsar todo el dinero.

Imaginemos, por ejemplo, que financiamos una compra de 1.000 euros con una de estas tarjetas, con un interés medio del 20% TIN, y decidimos devolver el dinero en cuotas de 25 euros. En este caso, tardaríamos cinco años y siete meses en saldar la deuda y pagaríamos un total de 661,66 euros solo en intereses. En cambio, si las mensualidades fueran de 50 euros, el plazo se reduciría hasta los dos años y un mes y abonaríamos 226,61 euros en intereses.

Por todo eso, desde HelpMyCash.com recomiendan seleccionar una cuota que no eternice la devolución de la deuda ni genere demasiados intereses. Al mismo tiempo, eso sí, la mensualidad debe ser relativamente asequible para no superar el límite del 35% sobre los ingresos mencionado en el primer apartado.