Hogarmania.com
Hogarmania.com

Suelos y paredes

Limpieza de paredes

Pintadas o cubiertas con empapelado, las paredes enmarcan la vida de la casa... ¡y con demasiada frecuencia muestran su desgastes! La vida cotidiana suele producir manchas, borrones y huellas de dedos (sobre todo si hay niños pequeños), lo que desluce la belleza de paredes y carpintería.

Limpieza de paredes pintadas

¡Preparados, listos, ya! Limpiar paredes pintadas da mucho trabajo, así que prepárate. Reúne los muebles en el centro de la habitación y cúbrelos con sábanas viejas o fundas protectoras para salvarlo de los chorretones. Evita las zonas plastificadas porque no absorben agua y al mojarse se vuelven resbaladizas. Para protegerte las manos y recordar dónde van los cuadros, tápalos con un trozo de esponja.

Reúne las herramientas: plumero, trapos limpios, una esponja natural (evita las de colores ya que pueden teñir las paredes claras) y dos cubos: Uno con solución limpiadora y otro lleno de agua limpia para aclarar. Los guantes de goma protegerán tus manos. Una escalera pequeña te ayudará a llegar a las zonas más altas y las herramientas con mango o asa reforzarán la seguridad a la hora de limpiar.

A punto para limpiar

Prepara en un cubo la solución para limpiar paredes. Si el nivel de suciedad es normal utiliza:

  • 4 litros de agua templada
  • Un buen chorretón de detergente líquido

En el caso de paredes más sucias necesitas una solución alcalina más fuerte, aunque ante todo debes probarla en un rincón discreto para comprobar que no quita ni aclara la pintura:

  • 4 litros de agua templada
  • 250 ml de amoniaco transparente sin detergente
  • 250 ml de vinagre blanco
  • 250 g de sosa caustica

El otro cubo contiene agua limpia que utilizarás para aclarar. Cámbiala si a medida que limpias se ensucia mucho.

Quita el polvo

Siempre es más fácil quitar el polvo que el barro, por lo que tienes que quitarlo antes de incorporar humedad. Rodea la habitación con el plumero y pásalo por las paredes y la carpintería de arriba a abajo. Sal fuera con el plumero y gíralo entre las manos para limpiarlo de polvo. También puedes utilizar el tubo alargador de la aspiradora y el cepillo duro (adecuado para tapicerías) para quitar el polvo y las telarañas de las paredes y la carpintería.

De abajo arriba

Los goteos son inevitables al lavar las paredes. Cuando bajan por las superficies secas y duras se evaporan... y forman manchas largas y lodosas. Los evitarás si lavas las paredes de abajo arriba. Si cae un chorretón solo tendremos que utilizar una esponja y agua limpia para eliminar la marca que deja. Recuerda frotar la pared con delicadeza para no arrastrar la pintura. Trabaja pequeñas zonas, limpia y usa la esponja para aclarar. Por último, quita el exceso de humedad con trapos limpios.

Hasta el final

Lava siempre la pared entera, abajo arriba y de lado a lado. Si necesitas descansar, hazlo entre la limpieza de una pared y otra. Si haces un alto antes de terminar la pared puede acabar con huellas en el lavado. Evítalo lavando la pared de una sola vez con el mismo tipo y concentración de solución limpiadora

Tags relacionados paredes misión impecable