En este consejo de jardinería, Iñigo Segurola nos habla sobre las bayas invernales atípicas de tres arbustos diferentes. ¡Son pequeñas joyas de la naturaleza!
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Jardinatis, 12 de enero de 2021
Arbustos
En este consejo de jardinería, Iñigo Segurola nos habla sobre las bayas invernales atípicas de tres arbustos diferentes. ¡Son pequeñas joyas de la naturaleza!
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Jardinatis, 12 de enero de 2021
Muchas plantas de jardín han sido seleccionadas por su floración, por su follaje, y muchas otras, por las bayas de van a surgir tras la floración, por ese complemento decorativo que producen durante el otoño.
En el briconsejo de hoy de jardinería, vamos a analizar 3 arbustos atípicos cuyas bayas no son tan frecuentes.
El primero de ellos es el Sinforicarpo (Symphoricarpos x doorenbosii MAGICAL), un arbusto que alcanza los dos metros de altura y que tiende a echar chupones del suelo. Y aunque se caracteriza por tener una intensidad de producción enorme, sus bayas-blancas rosadas no llegan completamente sanas al invierno sino un poco envejecidas ya que suelen brotar antes de empezar esta estación. Antes se utilizaba mucho pero, últimamente, está fuera de moda.
Otra planta que antes tenía mucha presencia y que ahora no se ve nada es la Calicarpa (Callicarpa bodinieri) que alcanza los dos metros de altura y el metro y medio de anchura. Cuando llega el otoño-invierno y pierde las hojas, descubrimos unas bayas que parecen verdadera perlas púrpuras. Tienen un gran potencial estético.
Para finalizar, os mostramos una variedad de Rosa rugosa (Rosa rugosa “Angelia Eglantine”. Una de sus características es que cuando está sin hojas tiene unos pinchos en su tallo diferentes a la variedad más conocida del rosal. Esta planta genera unos escaramujos (frutos) bastante grandes, gruesos y rojos.
Este año, os traemos una propuesta completamente alternativa para hacer un centro con las bayas. En vez de utilizar la espuma de floristería e ir insertando los tallos con las bayas, hemos preferido escoger una loncha de un tronco de roble seco y colocar unas varillas a modo de patas.
En las grietas naturales que ha generado el tronco, hemos insertado los tallos con las bayas dejando como resultado un centro muy bonito y original. ¿No os parece?