Anémona japónica o anémona híbrida
La anémona japónica o anémona híbrida es una planta que florece en otoño con flores en tonos blancos o rosas.
Entre las plantas que florecen en otoño destacamos la Anémona japónica. Hay distintas variedades de anémonas, por ejemplo: las bulbosas, de flores pequeñas que emergen en primavera, muy utilizadas como flor cortada.
Características:
La anémona japónica o híbrida es una planta vivaz que funciona mucho mejor plantada en zonas de sombra, ya que al sol acaba quemándose. Genera un tallo floral muy alto que, en muchos casos, es necesario estaquillar ya que si no tiende a caerse.
Generan flores de 5 pétalos, aunque las hay simples y dobles. También se pueden encontrar en colores rosas o blancos y de flores con distintos tamaños, más o menos grandes. Destacan los estambres con ese color naranja tan característico.
Tiene una preciosa floración, es más, una vez la floración acaba, quedan unas cápsulas que es donde la planta genera las semillas. Estas bolas o cápsulas son muy decorativas cuando están verdes, pero, cuando llega su punto de maduración, esas bolas se abren para mostrar las semillas que están recubiertas de algodón. Y es que cada semilla lleva incorporada un especie de pelusa que le sirve para que se pueda propagar por la acción del viento.
Eso si, hay que tener en cuenta esto ya que es una planta bastante colonizadora que se expande por rizomas.
Variedades:
Como hemos comentado antes hemos visto unas anémonas japónicas de flor simple, en este ejemplo vemos flores dobles con doble capa de pétalos dando un efecto más pomposo.
Estas variedades también generan, tras la floración, las capsulas con las semillas. Plantas perfectas tanto para decorar en el jardín como para usarlas cómo adorno en centros florales.
Otras variedades son las de flor blanca. De un gran potencial estético que funciona perfectamente como flor cortada.
Decorar con anémonas
A la hora de usar la anémona para hacer un centro floral tener en cuenta que puede aguantar sin problemas en torno a una semana. Usar un jarrón de boca estrecha para que los tallos queden erguidos. Utilizar tanto las flores como las bolas o cápsulas de las semillas que dan un toque muy interesante.
