¿Por qué el bambú puede crecer hasta 91 cm en un solo día?

No, no es un mito, algunos tipos de especies de bambú son capaces de crecer casi un metro en un día.
Aunque te parezca mentira, es 100% real. Algunas especies de bambú, como el Phyllostachys edulis, pueden crecer hasta 91 centímetros en solo 24 horas.
Esto equivale a casi 4 cm por hora, algo que sería una completa locura en otro tipo de plantas.
Este ritmo de crecimiento tan rápido ha tenido intrigada a la comunidad botánica durante décadas, convirtiéndolo en una de las más especiales del reino vegetal.
Pero, ¿qué hace que el bambú crezca tan rápido? ¡Te lo contamos en este artículo!
1. Estructura celular muy eficiente
Una de las claves del veloz crecimiento del bambú está en su estructura celular. A diferencia de muchos árboles, que crecen en grosor y anchura mediante la producción de nuevas capas de células (crecimiento secundario), el bambú crece a lo alto (crecimiento primario).
Esto se debe gracias a los meristemos intercalares, que se encuentran a lo largo de los nudos del tallo.
Estos permiten que múltiples partes del bambú crezcan simultáneamente a lo largo del tallo, en lugar de solo en las puntas como ocurre con la mayoría de las plantas.

2. Acumulación de recursos antes del crecimiento
Aunque parezca que el bambú brota de la nada lo cierto es que su crecimiento viene de una gran acumulación de energía por un periodo importante de tiempo.
El rizoma subterráneo (una especie de raíz horizontal) almacena un montón de nutrientes y carbohidratos durante meses e incluso años y, cuando llega el momento, esta energía se libera de golpe, llevando a un crecimiento extremadamente rápido de un nuevo tallo.
3. La estructura hueca pero resistente del bambú
El tallo del bambú que, si no lo sabías, se llama culmo, es hueco por dentro, lo que le da ligereza y resistencia al mismo tiempo. Esta estructura permite un crecimiento vertical más veloz, sin necesidad de desarrollar corteza ni tejido leñoso, como sí hacen otros árboles.
Esto permite al bambú enfocarse en crecer verticalmente y ganar altura sin poner en riesgo su estabilidad ni colapsar por su propio peso.

4. Rápida división celular y elongación
Como te decíamos, el bambú tiene una de las tasas de división y elongación celular más rápidas conocidas en el mundo vegetal, pudiendo crecer casi un metro en un solo día.
Sus células pueden expandirse rápidamente debido a una alta concentración de agua en las vacuolas y una pared celular flexible que le permite alargarse y extenderse sin romperse.
Todo este proceso, combinado con una buena síntesis de proteínas y hormonas del crecimiento (como auxinas y giberelinas), hacen posibles la elevación acelerada del bambú.
5. Adaptación evolutiva
Desde una perspectiva evolutiva, y como puede que ya te estuvieras imaginando a lo largo del artículo, el crecimiento rápido del bambú puede deberse a una ventaja adaptativa.
Muchas especies de bambú crecen en ecosistemas donde la competencia por lograr la luz necesaria es intensa. Al crecer con tanta velocidad, los bambús pueden superar a otras plantas en altura y acceder a la luz solar antes que sus competidores. Además, al desarrollarse rápidamente, el bambú puede evitar o minimizar que herbívoros le claven el diente en su proceso de crecimiento, así como cambios climáticos repentinos.

Sin duda, el bambú no es solo una planta decorativa o un material de construcción tradicional (¿sabías que en China se utiliza para hacer los andamios de obras?). Gracias a la rápida capacidad de crecimiento de algunas especies de bambú, se trata de una planta que, además de ser una maravilla de la naturaleza, es un elemento renovable clave para un futuro más sostenible.