Cómo cultivar y cosechar maíz

Guía completa

Conocer cómo es, cuándo sembrarlo y qué cuidados necesita es el primer paso para disfrutar de uno de los cultivos más fascinantes y versátiles que existen.

El maíz es una planta que crece con facilidad y rapidez
El maíz es una planta que crece con facilidad y rapidez

El maíz es mucho más que un simple cereal: es historia, cultura y biología reunidas en una misma planta. ¿No me crees? Se trata de un cereal que ya domesticaron pueblos mesoamericanos a partir del teosinte hace miles de años. Desde entonces se convirtió en un aliado inseparable de la humanidad en el continente americano y hoy lo es en todo el mundo. Podemos encontrarlo en nuestra mesa, pero también en la industria, en algunos de los combustibles sostenibles que impulsan nuestro futuro sostenible e incluso en los plásticos biodegradables. Pero más allá de su importancia global, el maíz es también una planta agradecida para el huerto, capaz de crecer con rapidez y ofrecer mazorcas que son auténticos concentrados de energía solar.

¿Qué es el maíz?

El maíz (Zea mays) es una gramínea que ha acompañado a la humanidad desde hace miles de años. Es una especie originaria de Mesoamérica y fue domesticada por pueblos indígenas a partir del teosinte, una planta silvestre mucho más pequeña. No es exagerado decir que el maíz cambió la historia de la humanidad: permitió sostener civilizaciones como la maya, la azteca o la inca, y siglos más tarde se convirtió en uno de los cultivos más importantes del planeta. ¡Es uno de los cereales que ha hecho que el mundo sea como es!

Actualmente, se cultiva en todos los continentes habitados, desde climas templados hasta tropicales, adaptándose a diferentes suelos y condiciones. Eso sí, conserva su preferencia por suelos fértiles, profundos y bien drenados, y necesita mucho sol y agua para desarrollarse. Es una planta de crecimiento rápido, que puede alcanzar más de dos metros de altura en pocas semanas, y cuyo porte imponente convierte a un campo de maíz en uno de los paisajes agrícolas más característicos del verano que seguro que te ha maravillado en muchas películas. El maíz es un alimento fundamental para nuestra dieta, ya que sus granos son ricos en carbohidratos complejos, lo que nos proporciona energía sostenida, y aportan además proteínas vegetales, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como fósforo, magnesio y zinc.

Podemos consumirlo directamente como mazorca asada, en forma de deliciosas palomitas o procesarlo para hacer harinas que podemos utilizar para tortillas y arepas, cereales de desayuno… ¡Incluso para hacer cerveza! Por si esto fuera poco puede utilizarse como pienso para el ganado, sus restos vegetales para producir energía o como biocombustibles. ¡Pocas plantas son tan versátiles!

El maíz necesita mucho sol y agua para desarrollarse
El maíz necesita mucho sol y agua para desarrollarse

¿Qué requisitos tiene el maíz para su cultivo?

El maíz es bastante exigente respecto al suelo que requiere para su cultivo, sobre todo respecto a la cantidad de nitrógeno, ya que forma una gran cantidad de hojas y tallos antes de dar sus mazorcas para los que necesita. También le viene bien el fósforo y el potasio, nutrientes esenciales para la formación de raíces fuertes y para el llenado del grano. Por eso es aconsejable preparar la tierra con abonos orgánicos como compost, estiércol, humus de lombriz… de manera que enriquezcamos el suelo antes de sembrar y así poder reforzar su crecimiento. Algo muy importante que debemos tener en cuenta es que el maíz es bastante sensible a la sequía, especialmente en la fase de floración y llenado de grano. Unos riegos regulares y constantes marcan la diferencia entre un cultivo pobre y una cosecha abundante, por lo que no se nos puede pasar el riego de este cultivo.

¿Cuándo podemos plantar el maíz?

Como hemos comentado el maíz es una planta de origen tropical y su germinación depende directamente de la temperatura del suelo. Por este motivo no conviene sembrar hasta que este haya alcanzado al menos 8–10 °C y no tengamos previsión de que la temperatura vaya a volver a descender por debajo de ese umbral. Esto es importante porque con temperaturas más frías la semilla germina lentamente, las plántulas son débiles y el riesgo de heladas puede arruinar el cultivo. Por tanto, donde nos encontremos es fundamental para saber cuando comenzamos con nuestra plantación. Por ejemplo, en el sur se puede sembrar a finales de marzo o principios de abril, mientras que en la zona del centro lo más habitual es entre abril y mayo o en el norte este cultivo se puede retrasar hasta finales de mayo o incluso junio. Recuerda el famoso dicho del campo “tan pronto como sea posible, tan tarde como sea necesario”. Es decir, hay que encontrar el equilibrio entre no adelantarse a un suelo frío ni retrasarse tanto que el verano se esté acabando y el maíz no tenga tiempo de madurar.

El maíz es una planta de origen tropical
El maíz es una planta de origen tropical

¿Cómo debemos plantar el maíz?

Una vez que tenemos claro que condiciones climáticas y ecológicas son las más apropiadas para nuestro cultivo llega el momento de ponerse manos a la obra. O mejor dicho, a la tierra. ¡Te cuento!

1. Preparación del terreno

El primer paso es preparar bien la tierra. Lo ideal es labrarla para airearla correcta y aprovechar para eliminar las malas hierbas que puedan restarle recursos. Una vez que el suelo se haya removido podemos añadir algo de nutrientes mediante la incorporación compost, estiércol bien descompuesto o abonos verdes. Esto puede ser clave para el correcto desarrollo del maíz, ya que recuerda que es bastante exigente respecto a los nutrientes.

2. Siembra

Para comenzar con la siembra debemos hacer pequeños hoyos en nuestro terreno, formando filas separadas entre sí unos 75 centímetros o, incluso, 1 metro. Dependiendo del espacio disponible puedes hacer diferencias configuraciones, pero lo ideal es que dentro de estas distancias las plantas estén relativamente cercas para facilitar la polinización, que suele estar mediada por el viento. Por este motivo la distancia entre flores masculinas y femeninas es fundamental, ya que si el polen se aleja de nuestro cultivo este será menos eficiente. Estos hoyos deben estar a la vez separados entre sí unos 20 o 30 centímetros y contar con unos 3 o 4 centímetros de profundidad. En estos hoyos puedes colocar 2 o 3 granos de maíz Durante toda la germinación y los primeros estadios, el suelo debe mantenerse húmedo pero nunca encharcado. Esto también será una prioridad más adelante, durante la floración y el llenado del grano, donde la falta de agua por una sequía o un descuido del riego puede reducir drásticamente la cosecha. También te recomiendo que vuelvas a reforzar el suelo con aportes ricos en nitrógeno a mitad de ciclo, ya que la planta lo necesita para mantener su vigor. Recuerda que siempre puedes acompañar tu cultivo con alguna especie leguminosa, como frijoles o plantas de lentejas, puesto que estas ayudarán a fijar el nitrógeno en el suelo y a enriquecer naturalmente el terreno.

El suelo debe mantenerse húmedo pero nunca encharcado
El suelo debe mantenerse húmedo pero nunca encharcado

¿Cómo debemos cosechar el maíz?

El momento concreto de la recolección del maíz depende del uso que le vayamos a dar al grano. Te explico las dos opciones principales que tenemos:

  • Maíz dulce. El maíz dulce se cosecha cuando los “pelos” (realmente las sedas) de la mazorca se han vuelto marrones y secos, y al presionar un grano sale un líquido algo lechoso. Ese es el punto óptimo para consumirlo fresco, ya que el azúcar empieza a transformarse en almidón poco después de la cosecha. Es ideal si queremos utilizar nuestro maíz en ensaladas, por ejemplo.
  • Maíz de grano seco. El maíz seco se cosecha más tarde que el anterior, por lo que puedes optar por cosechar algunas plantas antes, para usarlo como maíz dulce y dejar el resto en otras plantas para este uso. Debemos dejar estos granos hasta que estén duros y brillantes, lo que suele suceder a finales del verano o en otoño. Una vez recogidas las mazorcas debemos secarlas en un lugar ventilado y seco antes de desgranarlas.
La cosecha del maíz depende de si este es dulce o de grano seco
La cosecha del maíz depende de si este es dulce o de grano seco

Como has visto, cultivar maíz no es solo una práctica agrícola, también es una forma de conectar con una planta que ha marcado la historia de nuestra especie. En el huerto, nos ofrece la posibilidad de observar cómo una semilla diminuta se convierte en una planta imponente que superará fácilmente nuestra altura y cuyos cuidados son relativamente sencillos. ¡ Y después odrás sorprendes a tus invitados con tus propias palomitas

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