Si quieres darle un toque diferente a las superficies de hormigón de tu jardín, no te pierdas este vídeo.
Bricomanía, 4 de abril de 2018
Jardín
Si quieres darle un toque diferente a las superficies de hormigón de tu jardín, no te pierdas este vídeo.
Bricomanía, 4 de abril de 2018
Iñigo Segurola nos enseña cómo oxidar las superficies de forma sencilla y consiguiendo un acabado que queda muy bien en cualquier jardín.
En este caso, en un estanque de nenúfares se ha creado una solera de hormigón que hace las veces de contenedor del agua. Este hormigón, que ha sido bien lucido, se puede teñir y cambiar este color grisáceo y cambiarlo por un color tierra impresionante.
En este caso se utiliza sulfato de hierro o "sal de hierro" mezclado con agua. De forma que el agua en contacto con la sal de hierro cogerá el color oxido tan característico que dará a la superficie de hormigón un nuevo aspecto.
Esa coloración, que asemeja a la tierra, no es homogénea por lo que le dará un aspecto más natural.
El agua en contacto con la sal de hierro, va a ir oxidándose. Deberemos mezclar la sal de hierro en el agua hasta que se disuelva completamente.
Una vez disuelta, la aplicaremos sobre el hormigón. Dejaremos que se seque y de esta manera realizaremos un cambio espectacular a esta solera de hormigón que hace de recipiente del estanque.
Además, el efecto del agua hará que el resultado no sea uniforme, sino que generará zonas más oscuras que otras, dando al acabado un aspecto más natural frente a las pinturas que quedan excesivamente perfectas y homogéneas.
Al principio, el resultado puede quedar bastante anaranjado, pero a medida que la sal desaparezca el color tenderá a tonos más rojizos o tierra. Un resultado que es el que estábamos buscando.