Descubre por qué los campos de girasoles parecen quemados en verano

¿Por qué los girasoles parecen quemados en verano? Te explicamos su ciclo y el misterio detrás de su aspecto chamuscado.
Si viajas en coche o autobús durante la primavera y el verano por España, habrás podido disfrutar más de una vez de la belleza de los campos de girasoles.
Especialmente por Castilla, el vivo amarillo de los campos de girasoles destaca entre sus clásicos terrenos secos.
Sin embargo, quizás te hayas fijado en el detalle de que esto solo ocurre cuando viajas antes de finales de finales de julio porque, por entonces, muchos campos empiezan a parecen estar marchitos o incluso quemados. ¿Te suena esta escena?
Seguro que más de una vez has pensado que quizás se están estropeando o que el calor excesivo los ha secado.
Pero la realidad es que, afortunadamente, se tratan de girasoles sanos, solo que están en pleno proceso de maduración y secado, preparándose para la cosecha.
Esto es, cuando los girasoles se ponen negros no están quemados, sino que están atravesando una fase natural y esencial de su ciclo de vida.

De hecho, los girasoles son una planta fuerte acostumbrada a las inclemencias del tiempo, a las altas temperaturas y al frío nocturno.
A continuación, te contamos un poco más sobre el ciclo agrícola de los campos de girasoles, un elemento tradicional y representativo de nuestro país.
El ciclo agrícola de los campos de girasoles
El cultivo del girasol sigue un calendario marcado por el clima y las necesidades agrícolas.
1. Siembra (abril - mayo)
En primavera, tras las lluvias, los agricultores siembran los campos. En esta fase, los girasoles son solo pequeños brotes verdes.
2. Floración (finales de junio - mediados de julio)
Es el momento más vistoso: los girasoles florecen, se yerguen hacia el sol (de ahí su icónico nombre) y cubren el campo de un amarillo intenso. Se trata de la etapa más característica de la planta y solo dura unas cuantas semanas.

3. Maduración y secado (finales de julio - agosto)
Aquí es cuando empieza la confusión, debido a la apariencia que van tornando los girasoles. Las flores se inclinan hacia abajo, las hojas y tallos se tornan marrones y se encojen, y el campo adquiere un aspecto seco y apagado que, visto desde el desconocimiento, parece que se hubieran chamuscado. Pero esto es totalmente normal.
Los girasoles están madurando las semillas, las pipas. La planta reduce su actividad, pierde humedad y se seca de forma natural para preparar la cosecha.

4. Cosecha (agosto - septiembre)
Una vez secos, los girasoles se cosechan, principalmente para obtener aceite o pipas para la alimentación. Después de esto, el campo se ve vacío o lleno de tallos cortados, a la espera de una nueva floración la siguiente temporada.
Calendario visual del ciclo agrícola del girasol en España
Etapa
Meses aproximados
Aspecto del campo
Siembra
Abril-Mayo
Verde, con brotes pequeños
Floración
Finales de junio - Julio
Amarillo vibrante, flores erguidas
Madurez
Finales de julio - Agosto
Marrón seco, flores inclinadas
Cosecha
Agosto - Septiembre
Seco, tallos cortados
¿Están realmente quemados?
No. Aunque desde lejos puedan parecer quemados por el sol, es solo apariencia. El marrón oscuro, la postura encorvada de las flores y el entorno seco del verano castellano contribuyen a ese efecto visual.
Aunque puede darse la circunstancia de que por alguna inclemencia climatológica adversa pudiera ocurrir, es un caso bastante raro. En su mayoría, se trata de la madurez fisiológica del girasol.

Otro motivo para que un campo de girasoles se deteriorara de esta manera podría ser el mal uso de productos químicos, lo cuál sería casi más extraño aún debido a la amplia experiencia de los agricultores de nuestro país. Si observas este fenómeno cada verano, se trata simplemente de la evolución natural del cultivo.
La próxima vez que veas un campo de girasoles marchito a finales de julio o en pleno agosto, recuerda: no está quemado, ¡está cumpliendo su ciclo!