Cuando vi que mi perro se mordía las uñas pensé que era una manía, pero no

Existen varias razones, y no son todas graves, aunque sí requieren nuestra atención.
Existen varias razones, y no son todas graves, aunque sí requieren nuestra atención.

En un principio lo tomé como una rareza. Un gesto curioso, carente de importancia. Mi perro se mordía las uñas de una manera obsesiva y sí, hasta me llegó a hacer gracia. Pero cuando se lo empecé a ver hacer cada día, con insistencia, y noté que algunas uñas estaban desgastadas o inflamadas... supe que algo no iba bien.

Y sí. Lo que parecía una simple manía resultó ser una señal. Una especie de alerta silenciosa de que algo no estaba funcionando como debería. ¿Su cuerpo? ¿Algo del entorno?

Un perro ansioso o aburrido puede desarrollar comportamientos repetitivos, como morderse.
Un perro ansioso o aburrido puede desarrollar comportamientos repetitivos, como morderse.

¿Por qué los perros se muerden las uñas?

Existen varias razones, y no son todas graves, aunque sí requieren nuestra atención. Las más comunes son las siguientes:

Uñas demasiado largas

La causa más simple y, afortunadamente, la más fácil de solucionar. Si tu perro no camina lo que debería por superficies duras (como el asfalto), sus uñas no se desgastan solas y crecen más de la cuenta.

Al crecer, pueden clavarse, romperse o simplemente molestarle al caminar. Por tanto, se las muerde.

¿Qué hacer? Revisar sus uñas cada 2-3 semanas. Recuerda que si al andar hacen clic en el suelo, será que están largas. Si no sabes cortarlas, mejor llévalo al veterinario.

Alergias y dermatitis

Las alergias cutáneas en perros son más comunes de lo que pensamos. Puede ser debido al césped, al polvo, a los productos de limpieza o incluso a algún ingrediente de su comida.

El picor de las patas puede llevarlo a morderse las uñas para intentar aliviarse. Las señales de advertencia son: lamidos constantes, enrojecimiento entre los dedos, olor fuerte o secreciones.

¿Y qué soluciones hay? Limpiar sus patas al volver del paseo y consultar al veterinario: quizás le receta antihistamínicos, champús especiales o un cambio de dieta.

Estrés, ansiedad o aburrimiento

Un perro ansioso o aburrido puede desarrollar comportamientos repetitivos, como morderse o lamerse. Los desencadenantes pueden estar motivados por: soledad prolongada, cambios en la rutina o incluso, los ruidos fuertes.

Las medidas a tomar son bien sencillas: dale juguetes interactivos, aumenta el ejercicio diario y establece rutinas estables. Si ves que está obsesionado, consulta a un etólogo.

Infecciones por hongos o bacterias

Sin duda, una de las causas menos visibles pero más incómodas. Infecciones como la causada por Malassezia (un hongo habitual en la piel de los perros) pueden provocar picor intenso alrededor de las uñas, inflamación y hasta olor desagradable.

¿Qué se puede hacer? En primer lugar, revisar si hay secreciones oscuras o mal olor; no aplicar ninguna solución sin tener un diagnóstico previo; recuerda que el veterinario puede recetar antifúngicos o antibióticos.

Parásitos: pulgas y garrapatas

Si bien suelen instalarse en el lomo o cuello, también pueden hacer acto de presencia entre los dedos. En el caso de que tu perro se muerda constantemente una pata en concreto, inspecciona la zona con sumo cuidado.

Además, usa luz para revisar entre las almohadillas, aplica antiparasitarios de manera regular y, si ves una garrapata, retírala con pinzas y desinfecta.

Uñas rotas, astilladas o encarnadas

Una uña dañada duele, nadie lo discute. Y si duele, tu perro tratará de morderla para aliviar el malestar. Porque las uñas que crecen hacia dentro o se rompen con facilidad pueden inflamar la zona y provocar heridas.

Por tanto, si observas sangre o inflamación, no lo dejes estar. Pero no intentes cortar una uña rota tú solo, llévalo al veterinario.

Es su manera de decir: oye, que estoy aquí, hazme caso.
Es su manera de decir: oye, que estoy aquí, hazme caso.

¿Y si simplemente se aburre o busca atención?

Es posible. Algunos perros desarrollan conductas repetitivas como forma de lidiar con la falta de estimulación o por buscar la atención de sus amigos humanos.

Es su manera de decir: oye, que estoy aquí, hazme caso. Si se produce esta situación, proponle más juegos, más paseos y una mayor presencia por tu parte.

En el caso de que esté muchas horas solo, déjale juguetes con comida o premios escondidos para que se entretenga.

¿Y si se traga las uñas?

No es lo mejor, pero una uña tragada de forma ocasional no suele causar problema alguno. Pero si el comportamiento es frecuente o compulsivo, puede llegar a provocar heridas en la boca, infecciones o incluso, problemas digestivos de diversa índole.

A modo de conclusión, si ves a tu perro morderse las uñas, evalúa la situación. No la ignores. No es una anécdota divertida ni una costumbre curiosa.

Es una señal de que algo no va del todo bien. Puede que se trate de una uña larga, o algo más serio, como alergias, estrés o infección. Es probable que te esté tratando de decir algo.

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