Por qué esta especie marina está desapareciendo y qué se está haciendo para evitarlo

Durante muchos milenios, los océanos han sido el hogar de diferentes criaturas fascinantes. Aunque muchas de ellas están viendo cómo su existencia se ve amenazada por la acción humana. Entre estos animales marinos se encuentra un mamífero de gran tamaño que en algún momento pobló las costas de Europa y África en abundancia. ¿Sabes de cuál estamos hablando?
A día de hoy, la situación de esta especie marina es crítica y requiere atención urgente. Conozcamos la historia.
Un superviviente en riesgo: la foca monje del Mediterráneo
La conocida foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus) es uno de los mamíferos marinos más amenazados del planeta. Su número ha disminuido de forma drástica hasta llegar a cifras realmente alarmantes: en el Mediterráneo occidental, se estima que solamente quedan unos 220 individuos, mientras que en todo el mundo la población no superaría los 400 ejemplares.

Nos encontramos ante un animal de cuerpo robusto y fusiforme, completamente adaptado a la vida acuática. Los adultos de esta criatura pueden llegar a alcanzar hasta 2,8 metros de longitud y pesar cerca de los 300 kilogramos. Pueden criarse en cautividad, en zoológicos, acuarios o centros de rehabilitación especializados.
Su color puede variar entre el grisáceo y el marrón oscuro, con una parte ventral un tanto más clara. Aunque su tamaño es considerable, es un animal tímido que busca refugio en cuevas y zonas costeras de difícil acceso.
Un pasado de abundancia y un presente incierto
La foca monje es un animal marino que históricamente se ha distribuido por todo el Mediterráneo, el Mar Negro y el Atlántico oriental, desde la Península Ibérica hasta Mauritania.
Sin embargo, su presencia se ha visto mermada de manera importante debido a factores varios como la contaminación, la destrucción del hábitat y la caza.
En la actualidad, las poblaciones más importantes de esta foca sobreviven en Cabo Blanco (Mauritania), las islas Desertas de Madeira (Portugal) y algunas áreas de Turquía y Grecia.
En siglos pasados, la caza indiscriminada de esta especie para obtener su piel y grasa, diezmó su población de sobremanera.
Ya en la Edad Media y la era colonial, este animal fue explotado hasta el punto de desaparecer en muchas de sus tradicionales áreas de distribución, como las costas de España y el norte de África.
¿Por qué está en peligro?
Aunque la prohibición de su caza está vigente, la foca monje sigue enfrentándose a múltiples amenazas de diferente índole:
- Captura accidental en redes de pesca: Son muchas las focas que mueren atrapadas en redes de arrastre y otros aparejos de pesca.
- Degradación y pérdida del hábitat: El turismo descontrolado, la urbanización costera y la contaminación han reducido los espacios donde puede vivir y reproducirse.
- Escasez de alimento: La sobrepesca ha disminuido la cantidad de peces disponibles para su alimentación.
- Persecución humana: A pesar de que ya no es cazada de forma sistemática, algunas comunidades pesqueras la consideran una competidora por los recursos marinos y la matan de manera intencionada.
- Enfermedades y contaminación: Diversos eventos como las mareas rojas (proliferaciones de algas tóxicas) han provocado mortandades masivas en el pasado. Por si esto fuese poco, los derrames de petróleo y otros contaminantes afectan tanto a su salud como a la de sus crías.
Medidas para salvar a la foca monje
Por suerte, algunas organizaciones y gobiernos han tomado las medidas oportunas de cara a evitar su extinción. Entre las estrategias más destacadas se encuentran:
- Protección de su hábitat: Se han restringido actividades humanas en zonas clave para su supervivencia y se han creado reservas marinas.
- Monitoreo y conservación: Se están realizando estudios científicos para conocer mejor sus hábitos y evaluar el impacto de las diferentes acciones de conservación.
- Regulación de la pesca: Se han implementado normativas para evitar la captura accidental y promover diversos métodos de pesca más sostenibles.
- Colaboración internacional: Puesto que es una especie que habita en varios países, su conservación va a depender de la cooperación entre diferentes organismos y naciones.
- Sensibilización y educación: Informar a las comunidades locales sobre la importancia que tiene la foca monje , una acción clave para conseguir su protección.

Un futuro aún incierto
En definitiva, la foca monje del Mediterráneo es un símbolo claro de la biodiversidad amenazada. Su supervivencia va a depender de la capacidad con la que cuente el ser humano para revertir el daño causado a los ecosistemas marinos.
Reducir la contaminación, proteger su hábitat y regular la actividad pesquera serán cuestiones clave para asegurar que este mamífero marino no desaparezca para siempre.