Las aves usan pelos de perro en sus nidos, pero esto es un problema

Las aves son unos seres increíblemente ingeniosos a la hora de construir sus nidos.
Las aves son unos seres increíblemente ingeniosos a la hora de construir sus nidos.

De todos es conocido que las aves urbanas son unos seres increíblemente ingeniosos a la hora de construir sus nidos, adaptándose a los materiales que pueden encontrar en su entorno. A pesar de ello, un reciente estudio ha revelado un dato un tanto preocupante: el uso de pelos de perro en nidos podría estar poniendo en peligro la supervivencia de los polluelos. Conocemos el motivo.

Un hábito natural con un riesgo inesperado

Es bastante habitual ver a los pájaros recogiendo diversos materiales para construir sus nidos, desde ramas y musgo hasta plumas o fibras sintéticas. Aunque en ciertas zonas urbanas y periurbanas, son muchas las aves que han comenzado a añadir pelos de perro a sus nidos, para proporcionar así un aislamiento térmico adicional y un ambiente más acogedor para sus crías.

A pesar de que este comportamiento pueda parecer en un principio beneficioso, la realidad no es tal. Y es que los pelos de perro pueden contener residuos de productos antiparasitarios, como el fipronil, la permetrina o el imidacloprid, normalmente empleados para combatir las pulgas y garrapatas en mascotas.

Aquí radica el quid de la cuestión, puesto que estas sustancias, diseñadas para eliminar parásitos, provocan efectos neurotóxicos en los insectos y además, podrían estar afectando gravemente a las aves que entran en contacto con las mismas.

Los pelos quedan disponibles en el ambiente y son recogidos por las aves.
Los pelos quedan disponibles en el ambiente y son recogidos por las aves.

Todos los nidos contenían químicos tóxicos según un estudio

Recientemente, la Universidad de Sussex (Reino Unido) ha realizado una investigación en la que se han analizado más de 100 nidos de diferentes especies de aves urbanas, como herrerillos o carboneros.

Los resultados fueron realmente concluyentes y preocupantes: todos los nidos estudiados contenían restos de fipronil, un potente insecticida prohibido en la agricultura, pero presente en algunos tratamientos veterinarios.

Pero esto no es todo, puesto que casi el 90% de los nidos contenían imidacloprid, un químico tóxico empleado para los insectos y, que en altas concentraciones, puede afectar a los animales.

Además, los investigadores encontraron una relación directa entre la presencia de estos compuestos y el éxito reproductivo de las aves. En otras palabras, en los nidos con una mayor concentración de parasiticidas, la tasa de huevos que no eclosionaban era más alta y además, la mortalidad de los polluelos era muy significativa.

¿Qué conclusión se puede sacar? Las sustancias químicas podrían estar interfiriendo en el desarrollo de los embriones o debilitando a las crías durante sus primeros días de vida.

¿Cómo llegan estos productos a los nidos?

Los tratamientos antiparasitarios empleados en mascotas se suelen aplicar en forma de collares, pipetas o aerosoles. Con el paso del tiempo, los residuos de estos productos se dispersan por el cuerpo del animal y en ocasiones, quedan atrapados en el pelo.

Cuando los perros son cepillados en espacios abiertos o mudan su pelaje, los pelos quedan disponibles en el ambiente y son recogidos por las aves para construir sus nidos.

Aunque a simple vista, los pelos de perro puedan parecer un recurso inofensivo, en realidad pueden estar contribuyendo de forma indirecta a la contaminación química de los hábitats urbanos.

Situación en España y otros países europeos

Aunque el estudio se realizó en Reino Unido, los expertos aseguran que el problema podría ser mucho más amplio de lo que en un principio se podría imaginar.

Por ejemplo, en España, los tratamientos antiparasitarios son de uso común debido al clima, que es propicio para el desarrollo de pulgas y garrapatas.

Con lo que el impacto podría ser similar al del país anglosajón. Incluso, se cree que este problema no solamente tendría su foco sobre las aves, sino que los insectos, peces y otros organismos esenciales también podrían verse afectados.

Los pelos de perro pueden contener residuos de productos antiparasitarios, como el fipronil.
Los pelos de perro pueden contener residuos de productos antiparasitarios, como el fipronil.

Cómo reducir el impacto de los pelos de perro tóxicos en nidos de aves

¿Qué se puede hacer para controlar esta situación? Toma nota de estos prácticos consejos:

  • Cepilla a los perros en casa y desecha el pelo correctamente: no hacerlo al aire libre, donde las aves pueden recogerlo para hacer su nido.
  • Emplea productos antiparasitarios con un menor impacto ambiental, priorizando alternativas naturales o tratamientos menos agresivos.
  • Informa a otros dueños de mascotas sobre este problema, para que así sean conscientes y tomen las medidas oportunas.

Ante este sorprendente hallazgo, son varias las organizaciones y expertos que han comenzado a recomendar algunas medidas para reducir la dispersión de estos químicos tóxicos en el medio ambiente.

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