Mi gato estornuda mucho: posibles causas y qué hacer

¡Mi gato estornuda mucho y no para! ¿Es una mala señal? ¿Deberían ser motivo de preocupación los estornudos en los gatos?
Si vives con uno de estos animales, es posible que te hayas hecho estas mismas preguntas en alguna ocasión, ya que ver a un gato estornudar no es precisamente raro.
Mi gato estornuda mucho: ¿debería preocuparme?
Queremos lo mejor para nuestras mascotas, no cabe duda de ello, ya que hoy en día forman parte de nuestras familias. Y esto incluye proporcionarles una buena calidad de vida y, cuando aparecen síntomas sospechosos, preocuparnos por su salud.
Así que si ves que tu amigo peludo no deja de estornudar o suele hacerlo con frecuencia, sigue leyendo: en este artículo vamos a contarte todo lo que debes saber sobre por qué estornudan los gatos, incluyendo las causas más habituales y los síntomas que, en algunas ocasiones, quizás deberían ponerte en guardia.
¿Cómo y por qué estornudan los gatos?
Lo primero que debes saber es que los estornudos de los gatos son exactamente iguales a los nuestros: una liberación involuntaria, repentina y explosiva de aire a través de la boca y la nariz.
El estornudo es un reflejo que suele activarse principalmente cuando las fosas nasales se irritan debido a la presencia de, por ejemplo, polvo, humo, pelo, ciertos olores, etc. El picor e incluso el simple movimiento en ocasiones también pueden provocar estornudos.
Cuando los estornudos se producen por cualquiera de esas causas, u otras parecidas, son totalmente inocuos y no deberías preocuparte en absoluto. En esos casos, el gato estornuda de forma puntual, igual que podrías hacerlo tú mismo.
Sin embargo, si los estornudos se repiten con frecuencia y, sobre todo, si tu gato presenta otros síntomas concomitantes sí que deberías plantearte que quizás le pase algo, como una infección, y debas tenerlo en observación o incluso llevarlo al veterinario, por precaución.

¿Es normal que mi gato estornude mucho? Señales de alarma
Ya decimos que es normal que un gato estornude de vez en cuando, pero no que lo haga continuamente. Esa es la primera señal que debería ponerte en guardia.
Por supuesto, no es que haya una frecuencia normal de estornudos que pueda aplicarse a todos los felinos, ya que de forma natural algunos lo harán con más facilidad que otros.
Además, también es importante tener en cuenta el contexto. Imagina, por ejemplo, que estás limpiando tu casa a fondo y levantando mucho polvo: ese día es fácil que tu gato estornude más de la cuenta.
Nos referimos, pues, a una situación en la que observes que tu gato estornuda más de lo que suela hacerlo y sin que haya ningún motivo obvio para ello.
Además de un aumento en la frecuencia de los estornudos, también deberías estar atento ante la aparición de otros posibles síntomas como, por ejemplo (pero no solamente):
- Respiración trabajosa.
- Tos.
- Estornudos con sangre.
- Fiebre.
- Debilidad.
- Jadeo.
- Apatía, tristeza o desgana.
- Pérdida de apetito.
- Pérdida de peso.
- Secreciones nasales de color amarillento o verdoso.
- Secreciones en los ojos.
- Ojos hinchados o enrojecidos.
- Falta de acicalamiento y pelaje en malas condiciones.
- Vómitos.
- Diarrea.
Todos estos síntomas, junto con los estornudos, pueden indicar que el gato tiene algún problema como los que mencionaremos en el siguiente apartado. Si los detectas, o si observas algún otro síntoma que no aparezca en esta lista, lo más recomendable será que lleves a tu peludo al veterinario para que lo examine.

Posibles causas de los estornudos excesivos en gatos
Los motivos más habituales por los que un gato estornuda son los siguientes:
- Irritación: productos de limpieza, especias, humo de tabaco, perfumes... son muchos los agentes irritantes que pueden hacer que un gato pase por un episodio de estornudos excesivos, sobre todo si es especialmente sensible a ellos.
- Infecciones virales, bacterianas o fúngicas: las infecciones, ya sean de origen viral o bacteriano, son uno de los motivos más frecuentes de los estornudos en gatos. El calicivirus felino, el herpesvirus o la clamidia, entre muchos otros, pueden provocan estornudos, además de otros síntomas a los que te recomendamos estar atento.
- Problemas dentales: los estornudos también pueden ser síntoma de un problema bucal, ya que en ocasiones las bacterias se extienden hasta los conductos nasales. Síntomas como el mal aliento, el dolor al comer o la inflamación de encías son otros posibles indicios de este tipo de dolencias. Te recomendamos consultar nuestro artículo sobre los cuidados básicos para salud dental de un gato .
- Alergias: las alergias en los gatos , ya sean ambientales, alimentarias o de otro tipo, también pueden causar estornudos. En este caso el gato probablemente presentará también enrojecimiento de la piel, picor, sarpullidos e incluso alopecia.
- Objetos extraños: por último, un gato también puede estornudar continuamente debido a la presencia de un objeto extraño que esta irritando su cavidad nasal y que no consigue expulsar. Por ejemplo, hierba, una pequeña rama, pelos, pelusas...

¿Qué hacer cuando un gato estornuda mucho? Tratamiento y cuidados
Como decíamos líneas arriba, si tu gato estornuda mucho sin un motivo obvio lo mejor será que lo lleves al veterinario, más aún si presenta síntomas adicionales como los que hemos mencionado.
El tratamiento para un gato que estornuda dependerá enteramente de cuál sea el problema que tenga, así que no hay una respuesta única a la pregunta de qué hacer en estos casos.
Las infecciones, por ejemplo, pueden requerir la administración de antibióticos, mientras que las alergias implicarán la toma de antihistamínicos y quizás cambios en la dieta del gato, desparasitaciones u otras medidas.
Nuestro consejo, por lo tanto, es que te dejes aconsejar por tu profesional de confianza. Mientras tanto, cuida al máximo la dieta de tu gato (puede ser buena idea ofrecerle comida húmeda, apetecible y de fácil digestión) y ofrécele un ambiente confortable y relajado.
Procura también mantener a tu gato limpio y, si es necesario, retírale con cuidado las legañas y secreciones nasales y oculares para que no se formen costras.
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Fuentes: