En esta ocasión os mostramos toda la información y los consejos para conocer esta ave: el yaco. Además veremos cómo se puede tener un yaco en casa como mascota.
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Hogarmania, 16 de septiembre de 2021
Aves
En esta ocasión os mostramos toda la información y los consejos para conocer esta ave: el yaco. Además veremos cómo se puede tener un yaco en casa como mascota.
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Hogarmania, 16 de septiembre de 2021
Familia: Psitácidas (Psittacidae)
Grupo: Psittaciformes
Origen: África
Tamaño: Medio
También conocido con el nombre de Loro gris africano o Loro gris de cola roja, este ave habita en las selvas tropicales y sabanas africanas. Es difícil conseguir que un yaco salvaje acepte vivir en cautiverio, rodeado de seres humanos.
La principal característica de este loro es que tiene las plumas grises, exceptuando las de la cola, que son de color rojo. El pico es negro, los ojos amarillos y las patas son de un tono gris más oscuro que el del resto del cuerpo. Alcanza los 35 centímetros de altura y puede llegar a pesar hasta 400 gr.
La esperanza de vida de un yaco es muy larga, ya que el yaco puede llegar a vivir de 60 a 70 años, incluso se conocen algunos casos en los que ha alcanzado hasta un siglo de edad. A simple vista, apenas se distingue el macho de la hembra, si bien esta última es de menor tamaño y su plumaje es más claro que el del primero.
Es una mascota ideal, ya que es muy inteligente y divertida. Si es salvaje, a pesar de ser un poco arisco y de que se muestre disconforme, con paciencia se puede lograr que se adapte a la vida dentro del hogar.
Es la raza de loro que cuenta con una mayor capacidad para el habla; puede emitir sonidos "humanos" a las pocas semanas de vida y con el paso del tiempo, comienza a repetir palabras que escucha provenientes de los que le rodean.
Se organizan en grupos numerosos ordenados jerárquicamente (pueden llegar a estar compuestos por más de un centenar de ejemplares).
Después de muchas polémicas, se ha llegado a la conclusión de que el yaco es un animal que posee una inteligencia elevada. Es capaz de captar el estado anímico del dueño, cómo se siente y en qué piensa, estableciendo unos lazos muy fuertes con él.
En el mercado existen piensos de gran calidad e incluso que están expresamente elaborados para esta especie de ave. Estos preparados reúnen todos los componentes nutritivos esenciales: vitaminas, minerales, proteínas, grasas e hidratos de carbono. Aparte, se le pueden suministrar otros tipos de alimentos como verduras (berro, acelgas, espinacas, etc.), frutas (plátanos, manzanas, fresas, etc.), semillas y cereales, con el objetivo de completar una dieta sana, equilibrada y completa. Un dato muy importante: nunca se le debe de dar de comer aguacate, ya que puede intoxicarse.
En cautividad se puede criar sin problemas, no reviste complicaciones. Solamente hay que encontrar a su pareja ideal y proporcionarles las condiciones óptimas para ello. Para determinar el sexo de la cría, es fundamental que un veterinario le realice un análisis de ADN o le practique una endoscopia.
La jaula en la que va a vivir el yaco debe de ser adecuada a su tamaño, preferiblemente con unas dimensiones mínimas de 60 x 60 x 80 cm. Requiere una atención continua y que se sienta seguro y tranquilo.
Para que pueda salir de su jaula, es fundamental que haya una persona cerca que le controle, además de proporcionarle una percha donde pueda posarse cuando lo desee.
Es muy importante mantener las plumas limpias, pulverizando agua hacia arriba y que caiga suavemente sobre él, nunca directamente.
Es difícil saber si un yaco está enfermo, ya que intentará disimular su indisposición. Esta curiosa actitud se debe a que en su hábitat natural, la selva, el ejemplar más débil es abandonado por el grupo.