¿Uñas acrílicas o de gel? Esta es la diferencia que nadie te ha explicado (hasta ahora)

¿Qué tipo de uñas me hago?

Si alguna vez has querido lucir unas uñas largas, elegantes y resistentes, seguramente te habrás topado con dos grandes opciones: las uñas acrílicas y las uñas de gel. A simple vista pueden parecer similares, pero en realidad son técnicas bastante diferentes, con características, ventajas y desventajas propias. Y lo que es mejor para una persona puede no serlo para otra.

Elegir entre un tipo de uña u otro no solo depende del acabado que busques, sino también de tu estilo de vida, tu presupuesto y el tiempo que estés dispuesta a dedicar al mantenimiento. Por eso, si estás dudando entre acrílicas o gel, quédate, porque vamos a contarte todo lo que necesitas saber para decidir con seguridad.

Uñas acrílicas: resistencia y forma definida

Las uñas acrílicas son uno de los métodos más clásicos y utilizados en el mundo de la manicura profesional. Se crean al mezclar un polvo acrílico (polímero) con un líquido especial (monómero) que forma una pasta moldeable. Esta se aplica directamente sobre la uña natural o sobre un tip (uña postiza) y se moldea hasta obtener la forma deseada. Después, se endurece al aire libre, sin necesidad de lámpara UV.

Uno de los grandes puntos fuertes de las uñas acrílicas es su resistencia. Son ideales para personas que tienen las uñas frágiles, quebradizas o que trabajan mucho con las manos. Además, permiten crear uñas más largas, con diseños más estructurados (como el efecto stiletto, ballerina o coffin).

También destacan por su durabilidad. Bien cuidadas, pueden durar entre 3 y 4 semanas antes de requerir un relleno o mantenimiento.

Eso sí, el olor del monómero puede ser fuerte y no todas las personas lo toleran bien. Además, si se retiran de forma incorrecta, pueden debilitar mucho la uña natural.

Uñas de gel: naturalidad y acabado brillante

Las uñas de gel se elaboran con un gel especial que se aplica en capas sobre la uña natural o sobre extensiones. A diferencia de las acrílicas, el gel no se seca al aire, sino que requiere una lámpara UV o LED para endurecerse. Es decir, se “cura” mediante la exposición a la luz.

El resultado es una uña más flexible, suave y con un acabado brillante, casi como si fuera una uña natural pero perfecta. Por eso es la opción favorita para quienes buscan una apariencia más discreta o menos llamativa.

En cuanto a duración, suelen aguantar entre 2 y 3 semanas, dependiendo del crecimiento de la uña y del cuidado diario. Aunque no son tan resistentes como las acrílicas ante golpes o tareas manuales intensas, son más ligeras y cómodas de llevar en el día a día.

Una gran ventaja del gel es que no emite olores fuertes durante la aplicación, lo que las hace más agradables en cabina. Además, la retirada es más sencilla y menos agresiva si se realiza correctamente.

Uñas acrílicas vs uñas de gel: comparativa definitiva

Ahora que ya conoces cómo se aplican y qué ofrecen, veamos en detalle las principales diferencias entre uñas acrílicas y uñas de gel, comparándolas punto por punto.

Durabilidad

• Acrílicas: de 3 a 4 semanas sin problemas.
• Gel: de 2 a 3 semanas, con menor resistencia a los golpes.

Ganadora: Acrílicas, si buscas máxima duración.

Acabado estético

• Acrílicas: más estructuradas, ideales para diseños marcados y efectos llamativos.
• Gel: acabado más natural y brillante, incluso sin esmalte.

Ganadora: Gel, si prefieres algo discreto y elegante.

Aplicación y secado

• Acrílicas: secado al aire, olor fuerte durante la mezcla.
• Gel: secado con lámpara UV o LED, sin olores.

Ganadora: Gel, por comodidad en cabina.

Nivel de daño a la uña natural

• Acrílicas: más agresivas si no se retiran bien.
• Gel: más suaves, aunque también requieren técnica.

Ganadora: Gel, si buscas cuidar más tu uña natural.

Precio

• Acrílicas: ligeramente más económicas en muchas cabinas.
• Gel: algo más costosas, especialmente si se usan productos de alta gama.

Ganadora: Acrílicas, si tienes un presupuesto más ajustado.

Versatilidad en diseño

• Acrílicas: permiten longitudes extremas y formas complejas.
• Gel: diseños más limitados, pero se pueden trabajar con nail art o esmalte permanente.

Ganadora: Acrílicas, para diseños creativos o extravagantes.

¿Cuál es mejor para ti?

No hay una única respuesta válida. La mejor opción dependerá de tus gustos, tus necesidades y tu rutina diaria. Si trabajas con las manos, necesitas resistencia o quieres llevar uñas largas y con diseños llamativos, las uñas acrílicas probablemente te encajen mejor. En cambio, si prefieres un look natural, menos agresivo y con una aplicación más agradable, te recomendamos las uñas de gel.

También puedes probar ambos sistemas y decidir cuál se adapta mejor a ti. Muchas personas incluso combinan ambas técnicas: gel en la base para flexibilidad y acrílico en la punta para estructura.

Cuidados básicos para prolongar la vida de tus uñas

Tanto si eliges acrílico como gel, recuerda seguir estas recomendaciones:

• Usa aceite de cutículas a diario para mantenerlas hidratadas.
• Evita usarlas como herramientas (nada de abrir latas con ellas).
• Lleva siempre tus uñas a un relleno profesional cuando crezcan.
• No intentes retirarlas tú misma sin conocimientos: podrías dañar tus uñas naturales.

La diferencia entre uñas acrílicas y de gel va mucho más allá del nombre. Ambas tienen sus ventajas y pueden ofrecerte unas manos espectaculares si eliges la que mejor encaja contigo. Lo importante es que tomes la decisión informada, confíes en profesionales de calidad y mantengas el cuidado necesario para que tus uñas estén siempre sanas y deslumbrantes.

Porque al final, unas uñas bien hechas no solo se ven bonitas, también hablan de ti.