La toxina botulínica, mejor conocida como "bótox" es una proteína purificada derivada de una bacteria que inhibe la contracción excesiva de la musculatura facial.
Ahora bien, el bótox orgánico no es una toxina ni se inyecta. Se trata de una sustancia cuyo principio activo proviene del espilanthol, un anestésico local que se extrae de una planta llamada Acmella Oleracea, la "hierba de los dientes". Su beneficio más directo es que reduce la contracción muscular facial relajando los rasgos y suavizando las pequeñas líneas de expresión.
Debido a que no es un tratamiento invasivo, muchas famosas y miembros de la realeza se han rendido a sus encantos. Es el caso de Michelle Obama, la reina Letizia de España, Kate Middleton, miembros del clan Kardashian y Meghan Markle, quienes lo atesoran en su neceser de skincare.
Diferencias entre la toxina botulínica y el bótox orgánico
Aunque ambos tengan el mismo objetivo, que es suavizar el aspecto de las arrugas pronunciadas, sus diferencias son abismales. Veamos en qué se distinguen:
Bótox tradicional
La toxina botulínica se realiza a base de la neurotoxina de una bacteria llamada Clostridium Botulinum, uno de los venenos más poderosos del planeta. Éste se aplica mediante inyecciones en puntos estratégicos del rostro para difuminar las líneas de expresión de forma temporal.
Las dosis deben ser inyectadas siempre por un profesional en la materia. Tras las sesiones pueden producirse moretones o inflamaciones leves que subsanan con el paso de los días.
Los efectos de la toxina botulínica se aprecian tras la primera hora de su aplicación y son acumulativos, es decir, a medida que más se vaya inyectando, la piel se verá más lisa, tersa y juvenil.
Una sola inyección puede durar entre cuatro y seis meses, aunque dependerá siempre de cada paciente y su condición.
Bótox orgánico o biológico
El bótox orgánico es una crema en gel que se puede aplicar perfectamente en casa. ¿Su composición? El espilanthol, un anestésico natural que se extrae de una planta llamada Acmella Oleracea.
Sus efectos tienen una durabilidad de entre tres y seis meses y los resultados arrojados se asemejan más a un lifting natural que a un tratamiento estético invasivo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los efectos del botóx tradicional son más inmediatos y visibles, aunque sean más invasivos.
El bótox orgánico se ha convertido en una alternativa natural para contraer los músculos faciales.
¿De qué se compone el bótox orgánico?
El bótox biológico se compone de ingredientes 100% naturales y no testados en animales, por lo que podría considerarse como un producto cruelty-free. Otro punto a su favor es que no contiene parabenos y es apto para todo tipo de pieles.
Otro de sus ingredientes principales, aparte del espilanthol, es el extracto de la planta Imperata Cylindrica, cisna, que crece en las regiones más secas de Sudamérica. Este extracto es muy poderoso, pues garantiza una piel super hidratada durante 24 horas.
Y, como no podía ser de otra forma, el bótox orgánico también se compone de ácido hialurónico, un clásico de las cremas y sueros antiarrugas por su efectividad a la hora de evitar la pérdida de volumen que provoca el paso del tiempo.
Todo ello concentrado en una simple crema llamada Biotulin Supreme Skin Gel. En específico, el bótox biológico se compone de la siguiente formulación: Agua, glicerina, butileno glicol, alcohol, extracto de raíz imperata cilíndrica, extracto de acmelia oleracea, goma xantana, carragenano, ácido benzoico, fenoxietanol, extracto de la hoja de vid, hialuronato de sodio, hidróxido de sodio, carbómero, cárolil glicol, polímeros cruzados acrilatos / C 10-30 acrilato de alquilo, etilo hexilo glicerina, ácido dehidroacético u bisfilo sódico.
Pero vamos al meollo de esta historia, ¿es tan bueno como lo pintan?
Si analizamos los ingredientes de su composición, observamos que también se componen de sustancias un tanto negativas como la Goma Xantana (conocida como E-415) o el Carragenenano, dos activos que no deben penetrar en la piel.
Además, también incluye un ingrediente espesante: el fenoxietanol, calificado por la Skin Deep Cosmetics Database como producto irritante, alergénico, inmunotóxico y neurotóxico.
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¿Cómo se aplica o usa el bótox orgánico?
Se aplica directamente sobre la piel limpia como cualquier otra crema, serum o suero facial. De hecho, lo habitual sería integrarlo en la rutina facial diaria o skincare. Su formato gel cream permite que su uso sea muy simple y apto para todo tipo de pieles.
¿Cuánto cuesta el bótox orgánico?
Al ser una fórmula joven su coste ronda los 50 euros y se puede adquirir en boticarios, superficies con parafarmacias o por Internet. Que celebridades como Kim Kardashian o Meghan Markle lo utilicen crea una especie de fiebre en torno a este producto.
Y la promesa de una piel más tierna y jugosa a tan módico precio hacen del bótox orgánico uno de los descubrimientos de belleza que podría convertirse en top ventas en los siguientes meses.