Los inconvenientes de la pérgola bioclimática

Antes de decantarte por la compra de una pérgola bioclimática debes tener claro estos puntos que nadie te menciona. ¡Muy atento!
Las pérgolas bioclimáticas están ganando popularidad en terrazas y jardines. Son elegantes, modernas y permiten protegerse del sol y la lluvia con facilidad. Sin embargo, antes de decantarte por una, conviene conocer algunos aspectos importantes.
¿Qué es una pérgola bioclimática?
La pérgola bioclimática es una estructura fabricada en aluminio o madera que cuenta con lamas orientables en el techo.
Estas lamas se pueden abrir o cerrar fácilmente, lo que permite regular la entrada de luz y aire, además de ofrecer protección frente al sol o la lluvia.
Se trata de un sistema adaptable que permite crear sombra, favorecer la ventilación natural o proteger el mobiliario exterior de la lluvia.
Normalmente, este tipo de estructuras incorpora un sistema de drenaje y permite añadir elementos funcionales, como sensores de lluvia que cierran automáticamente las lamas o iluminación adicional.

Los inconvenientes de las pérgolas bioclimáticas
1 - Una instalación compleja
Las pérgolas bioclimáticas son estructuras robustas y pesadas que requieren un suelo nivelado y adecuado. Es necesario contar con una base de hormigón resistente para instalar la estructura y, si quieres adosarla a la fachada, debes asegurarte de que esta pueda soportar el peso de la pérgola.
En algunos casos, será necesario reforzar los pilares o el muro.
Si tu vivienda está preparada, no habrá problema; pero si no es así, deberás asumir costes adicionales, realizar obras e incluso solicitar permisos.
Además, no todas las comunidades de vecinos permiten este tipo de instalaciones, por lo que es importante consultar antes la normativa local.
2 - Un mantenimiento periódico
Las pérgolas bioclimáticas pueden acumular ramas, polvo, hojas secas o excrementos de aves en las lamas. Si no se limpian, los mecanismos pueden atascarse o empezar a hacer ruidos molestos.
Además, los motores y las canaletas de evacuación de agua también necesitan un mantenimiento regular. Al menos un par de veces al año, tendrás que subir a engrasar piezas y limpiar la pérgola.
El mantenimiento, aunque no sea especialmente complicado, requiere tiempo y cierta constancia para garantizar el buen funcionamiento del sistema.
3 - El precio
Las pérgolas bioclimáticas tienen un precio elevado, que parte de los 1.000 euros por metro cuadrado en sus versiones más sencillas, sin incluir la instalación.
Si quieres añadir extras, como iluminación adicional o sensores automáticos de lluvia, el presupuesto puede aumentar considerablemente.
A esto hay que sumar el coste de la instalación y las posibles obras necesarias para adaptar el suelo o la fachada, lo que incrementa aún más el precio final.
Lo más recomendable es solicitar varios presupuestos antes de decidirte por una pérgola bioclimática.
4 - Estilo moderno
Otro aspecto a tener en cuenta es el diseño de las pérgolas, que suele ser muy moderno. Esto puede desentonar en viviendas de estilo rústico o tradicional.
Aunque existen modelos más discretos y personalizables, su aspecto puede no encajar con todas las fachadas.
En estos casos, es posible buscar alternativas que mantengan la funcionalidad pero con un diseño más clásico, como instalar una pérgola de madera o un toldos retráctiles.

Entonces, ¿merece la pena?
Ahora que ya conoces los inconvenientes, si puedes asumir el coste, las posibles obras si tu casa no está preparada y el mantenimiento, la pérgola bioclimática puede ser una solución muy interesante para disfrutar de tu terraza o jardín durante todo el año.
Su capacidad para adaptarse a las condiciones meteorológicas, junto con la posibilidad de personalizarla con múltiples accesorios, la convierte en una de las opciones más versátiles del mercado.
Sin embargo, si buscas una opción rápida, económica y sin complicaciones, puede que no sea la alternativa más adecuada para ti.
En ese caso, tal vez te convenga explorar opciones más sencillas que cumplan con tus necesidades sin un gran desembolso inicial.