Este verano, pon a punto tus persianas con estos arreglos sencillos
Aprovecha el verano
Repara tú mismo los fallos más comunes

El verano es la época perfecta para hacer esas pequeñas tareas de mantenimiento en casa que solemos ir retrasando para más adelante. Con más horas de luz y tiempo libre, es el momento ideal para revisar elementos que utilizamos a diario como las persianas.
Aunque solemos olvidarnos de ellas, el uso continuo y el paso del tiempo hacen que las persianas se deterioren o empiecen a fallar. Pero tranquilo, la mayoría de los problemas los puedes solucionar tú mismo fácilmente con un poco de paciencia.
Ahora que tienes algo más de tiempo libre, es el momento perfecto para hacer un mantenimiento rápido y dejar tus persianas como nuevas. ¿Te animas?
¿La cinta está suelta? Ténsala tú mismo
Uno de los fallos más frecuentes es que la correa de la persiana se afloje. Esto hace que cueste más subirla o bajarla, o que incluso quede atascada a mitad de recorrido.
La causa suele estar en la cinta, que con el uso pierde tensión y se acumula en la parte baja del sistema. La buena noticia es que este problema tiene solución rápida.
Para tensar la correa de una persiana, baja la persiana, abre la caja y suelta los tirantes.
Recoge la correa manualmente hasta que quede tensa y sin atascos. Luego, vuelve a fijar los tirantes, prueba el mecanismo subiendo y bajando la persiana y, si todo funciona bien, cierra la tapa.

¿La caja de la correa se mueve? Así se arregla
Otro fallo habitual es que la caja del recogedor esté suelta o se mueva al subir o bajar la persiana. Esto suele ocurrir cuando el taco o el tornillo que la sujeta se afloja o se ha deteriorado con el tiempo. Aunque parezca un problema complicado, lo cierto es que no necesitas cambiar toda la caja.
La solución consiste en reforzar la fijación. Solo necesitas un poco de masilla reparadora o un taco químico y un tornillo nuevo. Rellena el agujero con el producto, espera a que se endurezca y vuelve a atornillar la caja.
Con este pequeño arreglo, conseguirás una sujeción firme y duradera.

¿La caja está rota? Toca sustituirla
Si la caja del recogedor está deteriorada o rota, lo más recomendable es cambiarla por una nueva.
Este tipo de recambios es fácil de encontrar y su instalación es sencilla. Solo tienes que bajar la persiana, desmontar la caja antigua, colocar la cinta en el nuevo recogedor y fijarlo a la pared con tornillos. En unos minutos tendrás el sistema funcionando otra vez sin problemas.

Limpieza exterior e interior (sin complicaciones)
Además de reparar pequeños fallos, el verano es el momento perfecto para limpiar a fondo las persianas. Con el polvo, la lluvia y la contaminación acumulada, las lamas acaban bastante sucias.
Si tienes acceso desde la ventana, bastará con pasar una bayeta húmeda o un cepillo con agua y jabón neutro. ¿Difícil llegar desde dentro? No te preocupes, hay herramientas con mango telescópico que te lo ponen muy fácil.
Aprovecha también para revisar el estado de los topes, las lamas y el eje. Si notas que alguno está desgastado o dañado, puedes cambiarlo sin complicaciones. Estos pequeños mantenimientos evitan averías mayores y alargan la vida útil de tus persianas.

¿Y si las motorizas?
Si estás pensando en dar un paso más, puedes aprovechar el verano para motorizar tus persianas. Hoy en día existen kits de motorización que se instalan sin necesidad de hacer obras ni cambios eléctricos complejos.