Os enseñamos paso a paso cómo podéis convertir una sencilla puerta abatible en una puerta corredera. Así podréis aprovechar al máximo el espacio.
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Bricomanía, 2 de febrero de 2023
Carpintería
Os enseñamos paso a paso cómo podéis convertir una sencilla puerta abatible en una puerta corredera. Así podréis aprovechar al máximo el espacio.
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Bricomanía, 2 de febrero de 2023
Si quieres ganar espacio en alguna estancia de tu casa, convierte tu puerta abatible en una corredera. En este apartado, te vamos a dar las pautas necesarias para llevar a cabo este sencillo trabajo, sin realizar grandes obras. Fácil, barato y sostenible.
Para llevar a cabo esta tarea emplearemos un kit completo para puertas correderas, que incluye las guías y los herrajes necesarios para su instalación en exterior.
Esto significa que tendremos que tener libre la pared hacia donde correrá la puerta, sino no podremos abrirla. Además de la instalación, aprovecharemos la ocasión para cambiar el aspecto de la puerta.
Paso 1
Una vez que hayamos desmontado la puerta, retiramos las bisagras y las manillas, y preparamos la masilla de carrocero.
Paso 2
Para eso, mezclamos bien los dos componentes hasta conseguir una masa homogénea. A continuación, tapamos los agujeros y huecos innecesarios tanto de la puerta como del marco.
Aplicamos el producto con una pequeña espátula.
Paso 3
Esperamos a que la masilla se endurezca y agrandamos los orificios de los tiradores utilizando el taladro y una broca-pala del diámetro adecuado.
Asimismo, hacemos los agujeros para los uñeros.
Paso 4
Vamos ahora con la ranura que debemos hacer en la parte inferior de la puerta para la guía. Ajustamos el tope paralelo y la profundidad de corte, y realizamos el canal.
Paso 5
Después, repasamos toda la superficie con la lijadora provista de una hoja de lija de grano fino, y retiramos el polvo producido.
Paso 6
Protegemos todo aquello que no queremos manchar con plástico o papel protector y cinta de carrocero, y aplicamos un esmalte acrílico, en este caso de color blanco, en el marco y en la puerta.
Paso 7
Primero, recortamos las uniones con una paletina; en el resto de la superficie, trabajaremos con un rodillo.
En función del tono y la capacidad de cubrición del esmalte, daremos una o varias manos.
Paso 8
Transcurrido el tiempo de secado que nos indica el fabricante, presentamos las escuadras en la pared y marcamos los puntos de fijación. Con el taladro y una broca de widia del diámetro apropiado, en este caso de Ø 6 mm, hacemos los agujeros.
Paso 9
Insertamos los tacos de plástico a golpe de martillo y sujetos las escuadras con tirafondos. Para insertarlos, necesitaremos una punta PZ2.
Es importante que la punta de atornillar se ajuste a la medida y la forma de la cabeza de los tirafondos.
Paso 10
Fijamos la guía con las escuadras, insertamos las ruedas y metemos los topes en los dos extremos.
Paso 11
Es el turno de la guía inferior. Señalamos los puntos de sujeción en el suelo, realizamos los orificios e insertamos los tacos de expansión. Luego, fijamos la aleta de tiburón con sus correspondientes tirafondos.
Paso 12
Atornillamos los herrajes en la parte superior de la puerta, aplicamos adhesivo de montaje en los huecos e introducimos los tiradores y los uñeros.
Paso 13
Después de colocar la puerta, ajustamos los herrajes, apretamos bien las tuercas y por último, tapamos la guía superior.
Paso 14
Ya tenemos nuestra puerta corredera perfectamente instalada. Con este sencillo trabajo, hemos mejorado la accesibilidad del baño y hemos ganado espacio, aprovechando la puerta que ya teníamos y sin obras.