Cómo cambiar bisagras de una puerta paso a paso

13 ago 2013 - 09:03 Actualizado: 25 sep 2024 - 11:46
Persona cambia una bisagra
Persona cambia una bisagra

Las bisagras de las puertas, también conocidas como pernios, se desgastan con el paso del tiempo y el uso constante, lo que provoca que las clavijas se aflojen y la puerta no cierre adecuadamente.

En este caso, la solución es sencilla: basta con sustituir las bisagras deterioradas por otras nuevas. A continuación, te mostramos cómo cambiar las bisagras de una puerta, una tarea sencilla que te permitirá restaurar la puerta y dejarla en perfectas condiciones.

Coste

Bajo

Dificultad

Fácil

Tiempo total

30 m

Herramientas

  • Destornillador manual o atornillador automático.

Materiales

  • Tirafondos.
  • Bisagras nuevas.
  • Cuñas.

Paso a paso para cambiar las bisagras de una puerta

Pasos detallados para cambiar una bisagra
Pasos detallados para cambiar una bisagra | Hogarmania

Paso 1

El primer paso para cambiar las bisagras es comprar unas nuevas que encajen en tu puerta. Asegúrate que son del mismo tamaño y de la misma mano que la antigua. Observa hacía que dirección se abre la puerta, si hacia la derecha o hacia la izquierda. Esto hará que sea un tipo u otro de pernio.

Debes tener en cuenta que las puertas tienen tres bisagras: una en la parte superior una en la parte baja y otra en la zona central.

Paso 2

Tienes dos opciones para cambiar las bisagras: puedes hacerlo sin sacar la puerta o desmontándola primero.

La opción más cómoda es cambiarlas sin quitar la puerta. Para ello, abre la puerta para que las bisagras queden a la vista y coloca unas cuñas en la parte inferior para sostenerla.

Paso 3

A continuación, retira los tornillos de la bisagra central. Guarda los tornillos antiguos, ya que podrían ser útiles en caso de necesitar repuestos.

Paso 4

Cuando la bisagra esté suelta, retira las pletinas estropeadas con ayuda de un destornillador, haciendo palanca suavemente.

Paso 5

Después, atornilla las dos pletinas que forman la bisagra, una en el marco y otra en la puerta. Asegúrate que coincidan con los agujeros antiguos y que estén bien alineadas. Si los agujeros no coinciden, utiliza un taladro para hacer nuevos orificios.

Paso 6

Para finalizar, repite el mismo proceso con la bisagra superior y luego con la inferior. Es importante que lo hagas una por una para evitar que la puerta se caiga. Una vez que hayas cambiado todas las bisagras, comprueba que la puerta se abre y cierra correctamente. Si notas algún desajuste, ajusta las bisagras aflojando o apretando los tornillos hasta que la puerta encaje adecuadamente.

Consejos para cambiar las bisagras de una puerta

  • Alinear las bisagras: es fundamental que las bisagras estén alineadas para evitar que la puerta quede descentrada o roce con el suelo.
  • Bisagras de calidad: te aconsejo que las bisagras sean de acero inoxidable o materiales resistentes a la corrosión.
  • Tamaño de las bisagras: elige unas bisagras del mismo tamaño que las antiguas. Además, debes comprobar si es de mano izquierda o derecha.
  • Reparar la madera debajo de las bisagras: si la madera que se encuentra debajo de las bisagras está astillada o deteriorada, deberás reparar la puerta astillada con masilla.
  • Aplicar lubricante: para que las bisagras se muevan suavemente y prevenir el desgaste prematuro te aconsejo que apliques lubricantes cada seis meses.

¿Por qué cambiar las bisagras de una puerta?

Con el paso del tiempo, las bisagras de una puerta pueden desgastarse debido al uso continuo, lo que afecta su capacidad para abrirse y cerrarse. Este desgaste puede llevar a que la puerta se desplace, quede desalineada o no cierre correctamente, lo que no solo afecta su funcionalidad, sino que también puede dañar el marco o la puerta. Reemplazar las bisagras a tiempo es crucial para mantener la integridad de la puerta y garantizar su buen funcionamiento.

Ajustar las bisagras de la puerta

Debes comprobar que tipo de ajuste necesita la puerta. Los problemas más comunes son una puerta que roza con el suelo o una puerta que no cierra por un desajuste.

La puerta que roza o no cierra en la parte superior: si la puerta está desajustada verticalmente, prueba a ajustar la bisagra superior o inferior. Para ello, afloja ligeramente los tornillos de una de las bisagras y mueve la puerta hasta que esté alineada correctamente. Luego, vuelve a apretar los tornillos.

La puerta roza con un lado: mueve la bisagra más cerca del marco o más hacia afuera (dependiendo de tu caso). Afloja los tornillos y ajusta la posición de la bisagra.

Tornillos deteriorados o rotos: si los tornillos no agarran bien tendrás que sustituirlos por unos más largos.

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