Cosas que pasan en todas las cocinas el 24 de diciembre por la tarde

Navidad real

Entre fuegos encendidos y platos a medio hacer

La cocina sigue en marcha mientras el resto de la casa espera.
La cocina sigue en marcha mientras el resto de la casa espera.

En la tarde del 24 de diciembre, quien cocina todavía no está pensando en sentarse a la mesa. Está en otra cosa: en que todo llegue, en que nadie espere demasiado y en que, cuando por fin se siente, pueda hacerlo sin levantarse otra vez.

El horno, que hoy manda más que nadie

El horno lleva horas encendido y, a estas alturas, es el que organiza la tarde. Todo gira en torno a lo que entra, lo que sale y lo que puede esperar sin estropearse. Se abre, se cierra, se cambia una bandeja de altura y se decide que aquello puede ir después.

Alguien pregunta cuánto falta. Se contesta sin mirar el reloj. No es una cifra exacta, es una respuesta para que el mundo siga su curso.

El pil pil que siempre liga… y hoy no

Hay platos que uno hace casi sin pensar. Los de siempre. Los que nunca fallan, como el clásico bacalao al pil pil. Y por eso desconcierta tanto cuando, justo hoy, no salen como deberían. El pil pil no liga, la salsa se corta o no espesa, y de repente hay que prestar atención a algo que otras veces se hacía solo, no porque sobre tiempo, sino porque no hay otra manera de seguir avanzando.

Los fritos que se doran demasiado rápido

El aceite va más rápido de lo previsto. Un segundo de más y los fritos se pasan. Las croquetas, que estaban perfectas al sacarlas de la nevera, empiezan a abrirse justo cuando no toca. Se baja el fuego, se sacan antes, intentando que no se note el tropiezo.

No es el día para experimentar, pero sí para confiar en lo básico: que el aceite esté bien caliente, que no se amontonen y que la prisa no se note demasiado. A estas alturas, cualquier pequeño error se amplifica, y por eso conviene recordar por qué a veces las croquetas se abren al freírlas y cómo evitarlo cuando importa de verdad.

El aceite marca el ritmo y obliga a estar atento cuando ya no hay margen para distracciones.
El aceite marca el ritmo y obliga a estar atento cuando ya no hay margen para distracciones.

El que dice que hoy tiene la tripa regular

Siempre hay alguien. Llega con cuidado, avisa de que hoy comerá poco, pregunta qué lleva cada cosa y se sienta con cierta precaución. No es drama, pero condiciona. Se ajustan raciones, se aparta algo más suave y se toma nota mental para no insistir; porque hoy no se trata de convencer a nadie.

Cocinar también es eso: leer a los demás sin que se note demasiado.

El que llega tarde, con la mesa casi puesta

La mesa ya está preparada cuando suena el mensaje. Llega en diez minutos. Se recalcula todo otra vez: qué aguanta, qué conviene tapar, qué se puede dejar reposar un poco más. No se enfada nadie, pero el tiempo vuelve a comprimirse, como si de repente quedara menos del que había hace un momento.

A esas alturas, cada retraso pesa más de lo que parece.

El que aparece con una copa de más

También está quien llega demasiado relajado. Con una o dos copas de champán por delante, con ganas de hablar y poca conciencia del momento. Entra en la cocina, comenta, pregunta y estorba un poco sin querer, sin darse cuenta de que todo está ya en equilibrio inestable.

No molesta, pero obliga a afinar la concentración.

La cocina como único sitio donde todo sigue abierto

Mientras el salón empieza a parecer terminado, la cocina no se cierra. Entra gente, sale gente, se hacen preguntas a medias y se dan respuestas rápidas. Es el único lugar donde todavía no hay que estar del todo, donde se puede fallar un poco sin que pase nada, porque nadie espera todavía que todo esté hecho.

Para quien cocina, es también el último sitio donde pensar antes de sentarse. Ahí se hace un repaso rápido, sin orden ni método: qué aguanta, qué conviene sacar primero, qué ya no se toca. Se ajusta lo justo, se deja lo demás como está y se acepta que, a partir de ahora, lo que ocurra ya no depende solo de la cocina.

Y a quien cocina solo le queda sentarse, dejar de estar pendiente y comprobar que la mesa ya funciona sola.

stats