Las gambas más cotizadas del mundo (y por qué valen su precio en oro)

Gastronomía marina

Rojas, blancas o rayadas: las gambas más exclusivas del mundo y por qué los chefs las veneran

Gambas rojas de Garrucha alineadas sobre hielo tras la subasta en lonja.
Gambas rojas de Garrucha alineadas sobre hielo tras la subasta en lonja. | Gamba Roja de Almería

En la lonja de Garrucha, en la costa de Almería, se vivió hace unos años una subasta histórica: un kilo de gamba roja alcanzó los 225 euros. Es el precio real que algunos restaurantes de alta cocina están dispuestos a pagar por uno de los productos más exquisitos del Mediterráneo.

Y lo cierto es que no es un caso aislado. En España, cuna de algunos de los mejores mariscos del mundo, hay gambas tan valoradas que compiten en precio y prestigio con los productos más exclusivos del planeta.

Pero ¿qué hace que una gamba valga su peso en oro? La respuesta está en una combinación irresistible: pesca artesanal, sabor inigualable y una producción tan limitada como deseada. Aquí te presentamos las gambas más cotizadas del mundo, empezando por la reina andaluza.

Gamba roja de Garrucha: la joya de Almería

Pescar gamba roja frente a Garrucha es más un arte que un oficio. Se hace con barcos pequeños, en zonas muy concretas del litoral, y con una tradición que se remonta a generaciones. El resultado es un crustáceo rojo brillante, con una carne firme y un sabor dulce y profundo que enamora a cualquier paladar.

Esta gamba, de la especie Aristeus antennatus, ha sido reconocida en mercados nacionales e internacionales por su calidad excepcional. Su color vivo y su textura sedosa la diferencian claramente de otras gambas del Mediterráneo. En temporada alta puede superar los 100 euros por kilo, aunque las piezas más grandes se pagan a precio de capricho.

Gamba roja de Garrucha (Almería) por la que ha llegado a pagarse más de 200 euros el kilo.
Gamba roja de Garrucha (Almería) por la que ha llegado a pagarse más de 200 euros el kilo. | Gamba Roja de Almería

Palamós, Dénia y Huelva: otras reinas del mar

La gamba roja de Palamós (Girona) es otra de las grandes favoritas de los chefs. Se distingue por su sabor intenso, ligeramente salino, y una carne que aguanta perfectamente la plancha sin perder jugosidad. Tiene Marca de Garantía y puede superar los 200 euros por kilo.

En Dénia, la gamba roja también brilla con luz propia. Más dulce que la de Palamós y más fina que la de Garrucha, se ha hecho famosa gracias al chef Quique Dacosta, que la ha convertido en emblema de su cocina. El precio: igualmente elevado.

Gamba roja de Dénia servida sobre hielo, lista para degustar. Un producto exquisito que alcanza precios de lujo por su sabor delicado y su escasez.
Gamba roja de Dénia servida sobre hielo, lista para degustar. Un producto exquisito que alcanza precios de lujo por su sabor delicado y su escasez.

Por su parte, la gamba blanca de Huelva es una delicia más delicada. No alcanza los colores llamativos de las anteriores, pero su carne, más suave y sutil, la hace perfecta para cocinar cocida. Su escasez y su fama la han colocado en el rango de los mariscos gourmet, especialmente en Andalucía y Madrid.

Gamba blanca de Huelva cocida y emplatada con sal gorda y limón. Su carne suave y sabor sutil la convierten en un clásico de la gastronomía andaluza.
Gamba blanca de Huelva cocida y emplatada con sal gorda y limón. Su carne suave y sabor sutil la convierten en un clásico de la gastronomía andaluza.

Carabineros y gamba argentina: lujo o alternativa

Aunque no es técnicamente una gamba, el carabinero es otro crustáceo de color rojo intenso que se ha ganado un hueco en los menús más sofisticados. Su cabeza está llena de jugos intensos, perfecta para arroces caldosos, y su carne tiene una potencia que no deja indiferente.

Además de los clásicos a la plancha y con arroz, los carabineros son protagonistas de platos más elaborados, como el gazpachuelo tibio con carabineros, rape y almendras, una receta que combina la intensidad marina con el delicado sabor de los frutos secos.

El intenso color rojo y su potente sabor han convertido al carabinero en uno de los mariscos más valorados por los chefs.
El intenso color rojo y su potente sabor han convertido al carabinero en uno de los mariscos más valorados por los chefs. | Mariscoshuelva.com

La gamba argentina, por su parte, es la opción más asequible entre las premium. Suele llegar congelada, pero conserva un sabor intenso que la hace ideal para la plancha o los salteados rápidos. Su precio ronda los 10-20 euros por kilo, muy por debajo de sus primas europeas, pero con una calidad notable si se manipula bien.

Una experiencia que merece vivirse (especialmente en verano)

Con el calor llegan también los días de chiringuito, las escapadas al litoral y las cartas llenas de pescados y mariscos frescos. Y entre ellos, las gambas más exclusivas del Mediterráneo y del Atlántico encuentran su mejor momento. La de Garrucha, con su sabor dulce y profundo; la de Dénia, elegante y refinada; la de Palamós, intensa y jugosa; o la blanca de Huelva, más sutil pero igual de exquisita cocida con sal gorda son protagonistas absolutas en muchas cocinas de costa y cada vez más también en casa.

El verano es la excusa ideal para buscarlas en la lonja, pedirlas a la plancha o probarlas en versiones más creativas, como las que sirven algunos de los chefs más destacados del país. Porque pocas cosas capturan mejor el sabor de unas vacaciones junto al mar que una buena gamba en su punto.

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