Tipos de desayuno en los hoteles: ¿cuál es tu favorito?
Summer time
Del continental al brunch gourmet, descubre qué desayunos puedes encontrar en los hoteles y cuál se adapta mejor a tu estilo de viaje

El desayuno perfecto para cada viajero
Nada como despertar en un hotel y saber que te espera un buen desayuno. Es ese primer momento del día que puede marcar la diferencia entre una jornada cualquiera o una experiencia inolvidable.
Pero, ¿sabías que no todos los desayunos hoteleros son iguales? Según el país, el tipo de alojamiento o su categoría, lo que llega a la mesa puede variar muchísimo. Aquí te contamos los tipos de desayuno en los hoteles más comunes y qué puedes esperar de cada uno.

1. El desayuno continental: el básico infalible
Cuando reservas en un hotel europeo y ves que pone 'desayuno continental', espera algo sencillo, pero funcional. Una taza de café caliente o té, un zumo -a menudo de naranja- y un par de piezas de bollería, pan tostado o croissant con mantequilla y mermelada. A veces, también algo de fruta o un yogur.
Es el desayuno rápido, ideal para salir pronto a hacer turismo o negocios. No llena demasiado, pero da el empujón necesario. Si eres de los que no desayunan mucho, probablemente sea suficiente. Si eres de buen comer, quizás necesites un tentempié a media mañana.
2. El desayuno americano: energía en bandeja
Imagina un plato rebosante de huevos revueltos, bacon crujiente, salchichas doradas y tostadas recién hechas. Añádele pancakes con sirope de arce, zumo de naranja natural y una buena taza de café. Bienvenido al desayuno americano.
Este tipo de desayuno es perfecto si vas a pasar horas fuera sin parar o si prefieres saltarte el almuerzo. Es abundante, sabroso y bastante calórico, así que conviene tomárselo con calma. Muchos hoteles internacionales lo ofrecen como opción o dentro de su buffet.
3. El desayuno inglés: tradición y contundencia
En el Reino Unido y en muchos hoteles irlandeses, el desayuno no es cosa menor. El English breakfast es casi una institución. Huevos fritos o escalfados, bacon, salchichas, alubias en salsa de tomate, tomate a la plancha, champiñones salteados e incluso morcilla o hash browns (tortitas de patata).
Suele ir acompañado de té inglés o café. No es ligero, pero es parte del encanto local. Ideal para quienes quieren vivir la experiencia completa o empezar el día con energía a raudales.

4. El desayuno buffet: libertad total
El favorito de muchos viajeros. El desayuno buffet (o buffet libre) es sinónimo de variedad. Puedes combinar a tu gusto frutas frescas, cereales, panes, bollería, yogures, embutidos, quesos, tortillas, huevos al gusto, salchichas, verduras, dulces y hasta postres.
Lo mejor del buffet es que puedes elegir. Hay opciones ligeras y saludables, y también platos calientes. Además, muchos hoteles cuidan los detalles con espacios de cocina en vivo donde un chef prepara tortillas o crepes al momento. Y si eres vegetariano, vegano o celíaco, los hoteles modernos suelen tener opciones adaptadas.
5. El brunch hotelero: cuando el desayuno se convierte en plan
Algunos hoteles, sobre todo en ciudades grandes o escapadas de fin de semana, ofrecen desayunos tipo brunch. Se sirven más tarde (sobre las 11 o 12 del mediodía) y combinan desayuno y comida.
Aquí entran en juego platos más sofisticados: huevos benedict sobre pan brioche, tostadas de aguacate, ensaladas, tablas de quesos, smoothies, mimosas y cafés de especialidad. Si no tienes prisa y quieres disfrutar, esta es una opción excelente.
6. El desayuno japonés: saludable y diferente
En Japón, el desayuno occidental convive con el tradicional. Si te alojas en un ryokan o incluso en hoteles de ciudad, puedes probar un desayuno japonés compuesto por arroz blanco, sopa de miso, pescado a la plancha (salmón o caballa), encurtidos, tofu y té verde.
Es un desayuno que puede sorprender si no estás acostumbrado, pero es equilibrado, nutritivo y muy valorado por los viajeros que buscan experiencias culturales auténticas.
7. El desayuno mediterráneo: sabor local con salud
En países como España, Grecia o Italia, algunos hoteles apuestan por un desayuno mediterráneo basado en productos locales: pan con tomate y aceite de oliva, jamón serrano, queso, frutas de temporada, yogur natural con miel, frutos secos y café espresso.
Es una opción más saludable y sabrosa que encaja perfectamente con quienes valoran el producto de cercanía y la dieta equilibrada.
¿Y según el tipo de hotel?
- Hoteles urbanos: suelen ofrecer buffet con opciones rápidas y variadas.
- Hoteles rurales: destacan por la calidad del producto local como panes artesanos, embutidos caseros o mermeladas propias.
- Hoteles de lujo: combinan buffet de alta gama con platos a la carta, cocina en vivo y productos gourmet.
- Albergues o pensiones: optan por desayunos más básicos (tipo continental), aunque cada vez hay más excepciones sorprendentes.

Consejos para elegir el desayuno perfecto en tu hotel
- Lee bien la descripción al reservar: 'desayuno incluido' puede ser buffet o solo café y tostada.
- Pregunta si hay opciones adaptadas: sin gluten, vegetarianas, veganas, sin lactosa.
- No tengas miedo de probar lo local: si estás en otro país, el desayuno puede ser parte de la experiencia.
- Aprovecha si es buffet: puedes adaptarlo a tu gusto o usarlo como brunch si tu jornada es intensa.
Dudas que suelen surgir al reservar con desayuno
Al reservar un hotel, muchas veces damos por hecho qué tipo de desayuno vamos a encontrar pero no siempre es así. Estas son algunas dudas comunes que conviene resolver antes de hacer la maleta:
- ¿Está incluido en el precio o es un extra?
No todos los desayunos están incluidos. Asegúrate de que la tarifa que eliges lo especifica, sobre todo en reservas online.
- ¿Puedo pedir desayuno especial si tengo alergias o intolerancias?
Sí, muchos hoteles lo ofrecen si lo indicas con antelación. Pregunta por opciones sin gluten, sin lactosa o vegetarianas.
- ¿Se puede sustituir por un picnic si tengo que salir pronto?
Algunos hoteles ofrecen 'desayuno para llevar' si tienes que marcharte antes del horario habitual. Consúltalo en recepción.
- ¿Vale la pena pagar por el buffet?
Si vas a aprovechar bien la variedad (y tal vez saltarte el almuerzo), sí. Para estancias relajadas o viajes en familia, es un plus.
En pleno verano y con las vacaciones en su punto álgido, el desayuno del hotel se convierte en ese pequeño lujo diario. Ya sea con café y croissant frente al mar o con un brunch abundante en una escapada urbana, cada mañana es una oportunidad para saborear el destino. Así que aprovecha este agosto para disfrutar sin prisas, probar algo nuevo y dejar que el día empiece con buen pie.