El bar de Gràcia que ofrece bocadillos inspirados en los jugadores del Barcelona

Este bar centenario de Barcelona crea cada mes un bocadillo inspirado en un jugador del Barça
Este bar centenario de Barcelona crea cada mes un bocadillo inspirado en un jugador del Barça | El Roure

Hay lugares en Barcelona donde el fútbol no solo se ve o se comenta, también se saborea. En el corazón del barrio de Gràcia, un bar centenario ha reinventado la clásica tasca catalana con una propuesta que ha conquistado a los foodies culés, que hoy están de fiesta celebrando su nuevo título de Liga.

Este bar sirve bocadillos inspirados en los jugadores del FC Barcelona. Cada mes, un nuevo integrante del equipo azulgrana es homenajeado con pan y relleno, en una carta que mezcla fútbol, creatividad gastronómica y mucho humor. Lo que empezó como una anécdota ya se ha convertido en una tradición.

En el corazón del barrio de Gràcia, en el número 7 de la calle Lluís Antúnez, se encuentra El Roure, un bar con más de 130 años de historia que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.

Desde 2010, con nueva gestión al frente, este establecimiento ha mantenido la estética y el alma de la antigua tasca catalana, pero en los últimos meses se ha vuelto viral gracias a una idea con la que ha revolucionado su carta: crear bocadillos inspirados en los jugadores del FC Barcelona.

La propuesta arrancó de forma puntual, como un guiño al joven talento Lamine Yamal, pero al ver el éxito que tuvo entre sus clientes y en redes sociales, decidieron establecerlo como una nueva tradición, viendo el éxito que también está teniendo el FC Barcelona durante esta temporada. Así nació la tradición de lanzar un nuevo bocadillo cada mes, siempre vinculado a un jugador distinto.

Cada bocadillo, un homenaje personalizado

La carta de bocadillos no es fija. Va cambiando con el calendario y con la actualidad del club. Cada mes se presenta una nueva propuesta y no faltan ideas para futuros homenajes.

En El Roure no solo se han limitado a ponerles el nombre de los jugadores a cada bocadillo nuevo que creaban, sino que cada uno de ellos lleva ingredientes que tienen relación con algún aspecto de su vida.

Cada bocadillo está cuidadosamente pensado para reflejar algo del futbolista que representa: su país, su personalidad, alguna anécdota o su estilo de juego.

Por ejemplo, el bocadillo dedicado a Szczesny, portero conocido por su carácter fuerte y su fama de fumador, combina jamón y queso ahumados, rúcula y una sabrosa salsa de ceps, todo ello servido en pan de coca. Un sabor potente, con referencias a Italia, donde el jugador pasó buena parte de su carrera, cuando jugó en la Roma y en la Juventus de Turín.

En El Roure también han elaborado un bocadillo inspirado en Pau Cubarsí, el joven defensa procedente de Girona. Y como no podía ser de otra manera, es un bocadillo muy catalán, que combinaba alguna de las elaboraciones más famosas de la cocina catalana: salsa romesco, calçots y butifarra puestos en un pan de coca y acompañado de una guarnición de patatas fritas.

El Roure se ha convertido en un punto de encuentro para los aficionados del F.C.Barcelona
El Roure se ha convertido en un punto de encuentro para los aficionados del F.C.Barcelona | El Roure

En mayo, el protagonista es el delantero brasileño Raphina, y como no podía ser de otra manera, su bocadillo está elaborado con uno de los cortes de carne más utilizados en su país de origen, la picaña de ternera. La acompañan con queso americano y mayonesa de mango.

Todos los bocadillos creados hasta ahora en homenaje a los jugadores del F.C. Barcelona son 'contundentes', 'porque a los clientes les gustan esos bocadillos tochos, con mucha proteína', explican desde el bar.

Los responsables de El Roure tenían pensado organizar 'algo grande' en caso de que el Barcelona llegara a la final de la Champions League, pero no será posible después de su eliminación por el Inter de Milán en la semifinal después de un partido completamente loco.

Un bar de barrio con ambiente de grada

Aunque la carta se haya modernizado, El Roure sigue funcionando como lo ha hecho siempre: menú del día, tapas tradicionales como ensaladilla rusa o boquerones, y ese ambiente familiar que solo un bar de barrio puede ofrecer.

Pero los días de partido, todo cambia. El local se convierte en un auténtico punto de encuentro para los aficionados culés, que acuden no solo a ver al Barça, sino también a comérselo.

'Hemos hecho una buena peña que vienen aquí sí o sí a ver los partidos, especialmente los de Champions, este año que el Barça ha estado dándolo fuerte. Ahí comenzó la idea de crear los bocadillos con los nombres de los jugadores', explican desde El Roure.

Si visitas Barcelona y quieres vivir el fútbol de forma diferente, El Roure es una parada obligatoria, porque allí, el Barça no solo se anima desde la barra, también se degusta. Y si eres fan de las patatas bravas, las mejores patatas bravas de Barcelona se comen en este bar.

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