Cabrito con patatas y guisantes

Karlos Arguiñano viene con fuerza y nos prepara una sabrosa cazuela de cabrito con patatas cocidas salteadas con ajo y perejil, verduras, tomillo, vino blanco y guisantes ¡un plato para comer y disfrutar en familia!
En esta receta es importante dar un buen dorado a la tierna carne de cabrito para apreciar todo su sabor y textura (la carne se sellará y obtendremos un resultado más jugoso); estamos ante una carne blanca muy fina, digestiva y menos pesada que la del cordero.
Y ojo al toque que le daremos al cordero con el tomillo, el vino blanco, el agua y la sal, porque conseguiremos cocinándolo durante 25-30 minutos un guiso de cabrito para chuparse lo dedos.
Fiestón, fiestón, repite Arguiñano mientras presenta la receta... ¿Y tú? ¿Quieres unirte a la fiesta? Si la respuesta es sí te animamos a preparar este cabrito guisado paso a paso para que triunfes ante tus invitados ¡y qué viva la fiesta del cabrito!
Esta receta es una opción para preparar esta jugosa carne pero también puedes hacer el clásico cabrito al chilindrón o cabrito asado al horno con patatas y ensalada ¡igualmente irresistibles!
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
25 m
Cocinado
1 h 10 m
Tiempo total
1 h 35 m
Ingredientes (4 personas):
- 1.250 g de cabrito (troceado)
- 12 patatas pequeñas (patata nueva)
- 250 g de guisantes frescos desgranados
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- 4 dientes de ajo
- 100 ml de vino blanco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
- 1 rama de tomillo (fresco)
- perejil
Receta de cabrito guisado paso a paso
Calienta una cazuela con abundante agua, introduce las patatas, sazona y cuécelas durante 25 minutos. Resérvalas en el agua.

A continuación, calienta una cazuela grande con 4 cucharadas de aceite. Salpimienta el cabrito, añade y fríelo hasta que se dore. Retíralo a una fuente y resérvalo.

Pela 2 dientes de ajo y lamínalos. Pela la zanahoria y córtala en cuartos de luna. Pela la cebolla y córtala en dados empleando un cuchillo. Incorpora las hortalizas a la cazuela, sazona y rehógalas durante 8-10 minutos.

Incorpora el cabrito y el tomillo. Vierte el vino y dale un hervor. Cubre (a ras) con agua, tapa y guísalo a fuego suave-medio durante 25-30 minutos.

Retira los trozos de cabrito de la cazuela y tritura la salsa hasta que quede bien fina. Ponla de nuevo en la cazuela, introduce la carne y los guisantes, tapa y cocina todo junto a fuego suave durante 15-18 minutos.

Corta las patatas (sin pelar) por la mitad con un cuchillo. Pela los otros 2 diente de ajo y pícalos finamente. Calienta una sartén con 3-4 cucharadas de aceite, agrega los ajos, las patatas y un poco de perejil picado. Saltéalas durante 4-5 minutos.

Reparte el cabrito y las patatas en 4 platos, y decóralos con unas hojas de perejil.

Consejos para hacer guiso de cordero con patatas de Arguiñano
Puedes cocinar el cabrito con hierbas aromáticas o vino, pero siempre en su justa medida para que no tapen el sabor de la carne.
Si no quieres utilizar cabrito puedes hacer esta receta con cordero, aunque la carne del primero tiene un 60% menos de grasa.
En relación a las patatas, nosotros las prepararemos cocidas pero puedes preparar puré de patatas o patatas fritas.
A la hora de ir a comprar los productos para elaborar esta receta te animamos a ir al mercado, donde encontrarás los productos de temporada a un mejor precio.
Información relacionada con el cabrito
¿Qué es el cabrito? ¿Qué tipo de carne es?
El cabrito es la cría de la cabra que se sacrifica antes de los 2 meses de edad con un peso de unos 10-14 kg aproximadamente. Su una carne blanca es ligera y muy fina con un sabor suave con un típico olor a leche.
¿En qué se caracteriza la carne de cabrito?
La carne de cabrito presenta unos niveles grasos un 60% inferior a la del cordero lo que la convierten en una una carne más digestiva y menos pesada.
¿Cómo se cocina el cabrito?
Normalmente el cabrito se cocina con aromas que le den sabor (hierbas aromáticas, vino, etc.) pero sin pasarse, para no tapar demasiado el sabor de la carne; se puede cocinar asado o con una cocción larga (guisada) empleando una gran dosis de líquidos (salsa de tomate, vino, caldo, aceite, etc.), durante mucho tiempo y a bajas temperaturas, en una sartén o al horno.