Gulas al ajillo, receta rápida para un sabroso aperitivo navideño

Las gulas al ajillo son un plato delicioso, rápido de preparar y lleno de sabor. Este plato se cocina con ajo y guindilla, lo que le da un toque sabroso y ligeramente picante.
Las gulas son un sustituto de las angulas que se hace a base de surimi. El surimi, que en japonés significa músculo de pescado prensado, se realiza con diversas partes de pescados (generalmente abadejo) que se limpian y lavan para después prensarlo y crear la gula.
En esta receta, te enseñamos cómo preparar las gulas al ajillo de maner sencilla y con un toque perfecto de picante, para que disfrutes de este delicioso manjar en casa.
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
10 m
Tiempo total
15 m
Ingredientes (para 4 personas):
- 500 g de gula
- 4 dientes de ajo
- 8 cucharadas de aceite de oliva
- 2 guindillas cayena
Elaboración de las gulas al ajillo paso a paso
1. Pica los ajos:
Comienza pelando los 4 dientes de ajo y córtalos en láminas finas. Si prefieres un sabor más suave, puedes picarlos más gruesos, pero es recomendable que estén bien distribuidos para que liberen todo su sabor.
2. Prepara las guindillas:
Las guindillas cayena son las que aportarán el toque picante a este plato. Si te gusta un sabor más suave, puedes dejar las guindillas enteras y retirarlas antes de servir.
Si prefieres un toque más picante, corta las guindillas en trozos pequeños para que liberen más sabor.
3. Fríe los ajos:
En una sartén grande, añade aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté bien caliente, añade las láminas de ajo a la sartén. Remueve de vez en cuando para que no se quemen, ya que el ajo se puede quemar rápidamente. Cocina hasta que los ajos estén dorados, pero no demasiado, para evitar que amarguen.
4. Incorpora las guindillas:
Una vez que los ajos estén dorados, añade las guindillas cayena. Remueve durante unos segundos para que su sabor se mezcle bien con el aceite y el ajo.
5. Añade las gulas:
A continuación, agrega las gulas a la sartén. Remueve bien para que se impregnen del aceite con el ajo y la guindilla. Cocina a fuego medio durante unos 2-3 minutos, removiendo constantemente, para que las gulas se calienten sin perder su textura. No es necesario cocinarlas demasiado, ya que las gulas ya están cocidas.
6. Sirve inmediatamente:
Las gulas al ajillo deben servirse justo después de cocinarlas, para mantener su sabor fresco y su textura tierna.
Consejos para elaborar unas gulas al ajillo perfectas
Corta el ajo en láminas finas
Para una distribución uniforme del sabor del ajo, córtalo en láminas finas en lugar de picarlo. Esto permitirá que el ajo se infunda de manera más delicada en el aceite y que cada bocado de gulas tenga un toque equilibrado de ajo.
Controla el toque picante con las guindillas
Si te gusta el toque picante, puedes añadir guindillas cayena a tu gusto. Si prefieres un sabor más suave, deja las guindillas enteras o elimínalas al final de la cocción. Recuerda que el picante puede intensificarse durante la cocción, así que ajusta según tu preferencia.
Añade las gulas al final de la cocción
Las gulas ya vienen precocidas, por lo que deben añadirse al aceite justo al final de la cocción, para que se calienten y absorban los sabores del ajo y la guindilla, pero sin perder su textura suave y tierna.
No las cocines demasiado
Las gulas no deben cocinarse durante mucho tiempo, ya que pueden volverse gomosas. Después de añadirlas al aceite, cocina solo 2-3 minutos, removiendo constantemente.
Con qué acompañar las gulas al ajillo
Las gulas al ajillo son perfectas como tapa con pan tostado o aperitivo de cualquiera de las comidas o cenas navideñas. Incluso en tartaleta con bacalao.
También puedes acompañarlas con otros platos. Prueba a combinarlas con una ensalada de verano, arroz o espaguetis. También puedes servirlas con un huevo en flor.
Cómo conservar las gulas al ajillo
Si te sobra alguna cantidad de gulas al ajillo, puedes guardarlas en un recipiente hermético en el frigorífico. Es recomendable consumirlas dentro de las 24 horas para disfrutar de su mejor sabor. Puedes recalentar las gulas en una sartén con un poco de aceite de oliva, pero es importante no recocerlas demasiado, ya que pueden perder su textura.