La regla del minuto

Mantener la casa ordenada acaba siendo cuestión de hábitos y costumbres dentro de nuestra rutina diaria. No siempre tenemos tiempo, las tareas se amontonan y no sabemos por dónde empezar.

Con la regla del minuto el principal objetivo se centra en superar la pereza en el mismo instante en el que llamamos al desorden, muchas veces inconscientemente, y no atrasar las tareas que nos llevan segundos en el momento y muchos minutos al juntarse con todas las demás. La organización y aprovechamiento del tiempo son claves para tener la casa siempre ordenada.

Son muchas las cosas que podemos hacer en un minuto y que pueden convertir una casa desastrosa en un hogar ordenado. En un minuto podemos guardar la ropa que nos acabamos de quitar en el armario, barrer el pasillo, fregar el desayuno u ordenar la mesa del salón. No podemos poner excusas porque… ¿qué es un minuto en nuestra vida? Requiere muy poco esfuerzo y la recompensa será enorme.

Para que la regla del minuto funcione, aunque también hay otras variedades que aumentan los minutos, basta con tener claro todas esas cosas que podemos realizar en un minuto y ayudan a nuestro hogar a parecer un lugar acogedor y no una leonera. Puedes utilizarla con una lista de todas las cosas que puedes hacer en un minuto y cuando parezca que tengas un minuto suelto puedas hacer una de esas tareas.

También puedes utilizar la regla del minuto cuando te abrace la pereza. Llegar de la calle y tirar los zapatos por medio de la habitación o del salón para sentarnos es muy cómodo, pero… ¡tardas menos de un minuto en guardarlo en su lugar! O cuando traemos la compra del supermercado y dejamos las cosas sin guardar en el armario dejando la cocina sin ordenar. También es útil para el baño, por ejemplo, en menos de un minuto puedes limpiar el plato de la ducha después de utilizarlo y evitar que se ensucie.

Así que, aplica la regla del minuto y mantén tu casa en orden. ¡No valen las excusas!