El rollo de papel higiénico tiene los días contados: esto lo está reemplazando en muchos hogares

No, no se trata de un papel reciclado ultrasuave ni de una toallita.
No, no se trata de un papel reciclado ultrasuave ni de una toallita.

Puede ser que la profecía se cumpla. Aquella que dice que el rollo de papel higiénico va a desaparecer. No sabes de qué te hablo, ¿verdad? Yo tampoco. Bueno, la cuestión es que la posibilidad de ver un baño sin papel higiénico es cada día más real. ¿La alternativa? Una opción más ecológica, limpia y, para muchos, más cómoda.

Esta nueva forma de higiene íntima se está colando en los baños de miles de personas, y quienes la prueban, ya no vuelven atrás. El clásico rollo blanco que acompaña cada visita al baño podría estar viviendo sus últimos días de gloria.

La alternativa que está revolucionando el baño (washlet)

No, no se trata de un papel reciclado ultrasuave ni de una toallita. Lo que está ganando terreno dentro de la higiene diaria es mucho más tecnológico (incluso futurista): el chorro de agua.

Sí, tal como lo lees. Son cada vez más las personas que están instalando inodoros con sistemas de lavado, conocidos también como washlets o inodoros inteligentes.

En realidad, son aparatos que, tras hacer tus necesidades fisiológicas, limpian con agua y secan con aire caliente, sin la necesidad de emplear papel de baño.

Usamos agua para limpiar casi todo: la ropa, el cuerpo, los platos, etc.
Usamos agua para limpiar casi todo: la ropa, el cuerpo, los platos, etc.

¿Por qué el agua en vez de papel?

Si lo piensas bien, usamos agua para limpiar casi todo: la ropa, el cuerpo, los platos, el propio inodoro, etc. Entonces, ¿por qué no usarla también para algo tan delicado como es la higiene íntima?

Algunas de las razones por las que tantas personas están dejando de usar papel higiénico son las siguientes:

  • Cuidado de la piel: perfecta para personas con sensibilidad, hemorroides o piel irritada.
  • Mayor limpieza: el agua elimina mucho mejor los restos que el papel seco.
  • Reducción de residuos: se genera menos basura en el hogar.
  • Menor impacto ambiental: se talan menos árboles y además, se contamina menos agua en la producción.

Más sostenible, menos residuos

Sin duda alguna, la fabricación de papel higiénico tiene un coste ambiental muy alto: millones de árboles talados, productos químicos, mucha agua y energía para fabricarlo y transportarlo.

Pero esto no es todo, puesto que una parte del papel termina por obstruir las tuberías, generando atascos tanto en hogares como en sistemas públicos de saneamiento.

Como contraste, los inodoros con chorro de agua destacan por consumir muy poca agua por uso (menos de medio litro) y no requieren del uso de papel.

Algunos modelos incluyen secado con aire, por lo que no es necesario emplear toallitas ni papel adicional. A simple vista, una auténtica maravilla. ¿No te parece? Ah, ¿te acuerdas del lavabo ecológico del que hablamos en otra ocasión? Pues nada que ver.

Japón lo lleva usando décadas (y Europa empieza a seguirlo)

En Japón, más del 80% de los hogares ya tienen un inodoro con chorro de agua. Y no, no es solo un capricho tecnológico, sino que forma parte de su cultura de la limpieza. En muchos baños públicos es normal encontrar este innovador sistema.

A pesar de que en Europa esta adopción ha sido más lenta, en los últimos años está creciendo a un ritmo considerable.

Marcas como Roca, TOTO o Grohe ya comercializan modelos accesibles y cada vez se ven baños modernos con este sistema, principalmente en apartamentos turísticos, hoteles y viviendas de nueva construcción.

¿Cuánto cuesta cambiar al agua?

Si bien el precio puede variar, ya no es tan caro como antes. Presta atención a estas opciones que tienes a tu disposición:

  • Adaptador para inodoro: por tan solo 30 euros, puedes instalar un accesorio que se conecta al agua y lanza un chorro suave.
  • Asiento inteligente: reemplaza la tapa del váter por una con controles, desde unos 150 euros.
  • Inodoro completo: los modelos más avanzados pueden llegar a superar los 1.000 euros , aunque eso sí, ofrecen muchas y variadas funciones: chorro reglable, secado, calefacción de asiento y más.

A decir verdad, muchos usuarios aseguran que, tras el importante gasto inicial, son capaces de ahorrar en papel y evitar problemas de fontanería. Y por supuesto, se sienten más limpios.

¿Cuáles son los inconvenientes?

Aunque las ventajas son muchas, no todo el mundo está preparado para hacer el cambio. ¿Los motivos?

  • Costumbre: el hábito del papel higiénico está muy arraigado.
  • Precio inicial: a pesar de que existen muchas opciones baratas, el gasto puede frenar a algunas personas.
  • Espacio: no todos los baños están preparados para un inodoro con enchufe o entrada de agua adicional.
  • Miedo a lo desconocido: hay gente que desconfía del sistema hasta que lo prueba.

Curiosamente, la mayoría de las personas que lo prueban, suelen decir lo mismo: No entiendo cómo viví tanto tiempo sin esto.

¿Y si no quiero hacer reformas?

Es importante señalar que no hace falta cambiar el váter completo. Si no quieres obras ni enchufes, siempre puedes empezar con un adaptador de bidé portátil.

Se conecta fácilmente a la toma de agua del WC y cuenta con una pequeña palanca para lanzar el chorro. Cuesta menos de 40 euros y es una excelente forma de probarlo sin la necesidad de comprometerse.

Y también tienes la posibilidad de utilizar una botella de lavado íntimo o bidet de viaje: es reutilizable, portátil y económica.

En Japón, más del 80% de los hogares ya tienen un inodoro con chorro de agua.
En Japón, más del 80% de los hogares ya tienen un inodoro con chorro de agua.

¿Y el bidé tradicional?

En España, el tradicional bidé fue considerado durante años como el otro trono del baño, aunque en muchas reformas recientes se ha eliminado. Pero su principio es (o era) el mismo: limpiar con agua. Una buena opción si no quieres hacer más cambios, pero a la vez, poco o nada recomendable. ¿Entiendes lo que quiero decir, no?

Puede ser que el rollo de papel higiénico siga entre nosotros un tiempo, pero no hace pensar que su reinado llega a su fin. En muchos hogares, el agua ha llegado para quedarse: se trata de una opción más amable con el medio ambiente, más higiénica y, según quienes la usan, mucho mejor. ¿Te animarás? ¿O seguirás fiel al rollo de papel higiénico?

Algo tendrá el agua cuando la bendicen. ¿No es cierto?

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