Ropa y tejidos
Pocos son los detergentes que hacen casi magia con nuestra ropa, pero uno de ellos, quizá el más conocido y cotizado, se lleva la palma de oro al mejor blanqueador de tejidos: hablamos de la lejía para lavadoras, ¡un poderoso detergente que estamos deseando presentarte!
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Hogarmania, 15 de mayo de 2023
Lejía, lavandina y cloro son los nombres que denominan a uno de los desinfectantes más efectivos en la limpieza del hogar. ¿Sabías que fue inventado en 1785 por Claude Louis Bertholet? Bautizado en sus inicios como agua de Javel, un extraordinario blanqueador, en la actualidad, la lejía se posiciona como un producto indispensable en el hogar, en hospitales, en restaurantes y otros lugares. Tanto es así que utilizamos lejía para desinfectar superficies, eliminar bacterias y, ..., esto ya lo sabes, ¡para blanquear la ropa!
En este último punto nos queremos centrar porque ¿qué sería de nuestra ropa blanca sin la lejía? Que probablemente sería muy difícil deshacerse de las manchas amarillas o que las de sangre y moho nos sacarían de quicio ... por fortuna, contamos con este excelente blanqueador y hoy te enseñamos la variante para lavadoras que se convertirá en tu mejor aliada para devolverle ese blanco impoluto a toda tu colada.
Estamos convencidas de que este artículo te va a fascinar.
Para utilizar correctamente la lejía en la lavadora, lo primero que debes tener en cuenta es si la prenda blanca admite este detergente. Te animamos a leer la etiqueta de lavado de la prenda y comprobar que sí puedes utilizar lejía en ese tejido.
Por ejemplo, no es conveniente utilizar lejía para blanquear prendas confeccionadas con seda, acetato o licra porque este producto podría deshacer y romper las fibras de la prenda.
Otro aspecto que debes tener en cuenta es la dosificación. Un error muy habitual a la hora de hacer la colada es pensar que por echar más detergente la ropa saldrá más limpia, en el caso de la lejía, más blanca. Créenos, todos los fabricantes diseñan sus productos realizando exhaustivos controles de dosificación para que no se desperdicie nada. Algunos incluso mejoran sus fórmulas para proteger las fibras de la ropa como la lejía lavadora con fibroprotectores de La Antigua Lavandera, la cual ofrece protección antirrotura en los tejidos.
Además, también tienen en cuenta la dureza del agua que se va a utilizar durante los lavados. Por norma general, si el agua es muy dura, se requiere más cantidad de lejía en la lavadora.
Por lo tanto, para conocer la dosificación exacta de lejía que necesitas por cada lavado, toma buena nota de la siguiente información:
Si la ropa que vas a lavar está sucia y el agua de tu ciudad es de dureza blanda o media, agrega en el cajetín de la lavadora 100 ml de lejía. El cajetín destinado a la lejía tiene grabado el símbolo de un triángulo. Si la ropa que vas a lavar está muy sucia, agrega 200 ml de lejía.
Por otra parte, si el agua de tu ciudad es muy dura y la ropa que vas a lavar está sucia, agrega en el cajetín 200 ml de lejía. Si las prendas están muy sucias y tienen manchas que no se van a la primera, te aconsejamos duplicar la cantidad.
Finalmente, si tu lavadora no dispone de un cajetín específico para la lejía, debes agregarla en la cubeta del detergente durante el segundo aclarado. ¿A qué es muy sencillo?
Como sabemos la importancia que tiene para ti cuidar los tejidos y hacer que duren mucho tiempo como nuevas, también queremos guiarte a la hora de lavar tu ropa a mano y utilizar lejía en el proceso.
Al igual que en el caso anterior, la dosificación es vital para obtener los mejores resultados en tu ropa. Por lo tanto, en el caso de que vayas a lavar con lejía a mano, añade en la cubeta 50 ml del producto y deja que repose durante 10 minutos. Durante este tiempo, la lavandina penetrará en las fibras y ablandará la mancha.
Cuando haya transcurrido el tiempo, aclara las prendas con abundante agua fría. No olvides que es muy importante utilizar guantes durante el lavado a mano con lejía.
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