¿Cuáles son los delitos informáticos más frecuentes?

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Al igual que con la llegada de la Revolución Industrial se abrió un nuevo marco delictivo, con la llegada de Internet proliferó otro nuevo campo de juego para la delincuencia, la llamada o conocida como ciberdelincuencia.
Aunque en este nuevo terreno existen multitud de delitos que pueden englobarse, una parte de ellos se realiza de forma recurrente o más habitual que el resto. Más allá de las grandes producciones de Hollywood en películas de antaño como Juegos de Guerra, La Red o Hackers, o algunas como The Circle o Snowden, en el día a día hay delitos que se producen muy habitualmente y que repasamos a continuación.
¿Qué es un delito informático?
El delito informático por antonomasia se engloba dentro del artículo 197 del Código Penal: el descubrimiento o revelación de secretos. Cualquier persona puede ser víctima de un hacker que accede a información personal, descubriéndola o revelándola, ya que es el delito más sufrido fundamentalmente en el marco de las relaciones administrativas y empresariales.
Se trata del típico hacker o grupo de hackers que acceden a la información sensible de una empresa/banco/administración y, una vez obtenida esa información, trata de realizar un nuevo delito, menos informático y más antiguo como puede ser la extorsión, que se muestra en el artículo 243 del Código Penal. Es un modo más que habitual por el cual los grupos de hackers consiguen autofinanciación para poder proveerse de material y lucrarse, pero no es el delito más habitual.

Delitos informáticos más habituales
1. Delito de estafa
La joya de la corona de los delitos informáticos es el delito de estafa del artículo 248 y siguientes del Código Penal. Sin duda, se trata del delito informático más habitual y también es el que a la mayoría estamos más expuestos. ¿La razón? Es bien simple y se explica desde varias vertientes:
- Es el más común porque con carácter general no se necesita una formación informática muy amplia. Cualquier persona con una afición más o menos importante a la informática puede realizarlo sin necesidad de grandes inversiones ni de grandes conocimientos.
- Es un tipo de delito que, con carácter general, se basa en anular nuestra capacidad de raciocinio como personas, pero ¿cómo lo consiguen? Sencillo: añadiendo el componente del miedo.
- Porque las grandes empresas, bancos y la Administración invierten cantidades ingentes de dinero en sus departamentos de seguridad informática. No es tan sencillo el vulnerar sistemas de encriptado o atacar un servidor con finalidad de obtener los datos que en él se hallan. Estos departamentos de seguridad informática se encuentran integrados, en multitud de ocasiones, de antiguos hackers que reciben pingues cantidades de dinero por proteger los sistemas informáticos de las empresas.
Teniendo claro que la estafa es el delito más habitual, veamos algunos ejemplos de estafas que se realizan diariamente en cada barrio, pueblo o ciudad. Existen tantos tipos de estafa como imaginación tiene el ser humano, aunque hay determinadas formulas muy recurrentes que los estafadores han demostrado válidas y donde multitud de ciudadanos podemos seguir cayendo.
2. Falso secuestro
Por un lado, tenemos una estafa muy común como es la del mensaje recibido haciéndose pasar por un hijo/a nuestro que, se encuentra en una situación extrema y necesita una transferencia urgente porque su teléfono se ha estropeado. Ingenuamente, en vez de tratar de contactar directamente con él, nuestro sistema límbico se activa y el miedo por la situación que pueda estar sufriendo no nos deja reaccionar de otra manera que tratar de solucionar el supuesto problema. Es más que habitual el no acudir a llamar por teléfono a ese familiar para saber lo acaecido, ya que no razonamos. Es igualmente habitual el darnos cuenta después de haber realizado una, dos o incluso tres transferencias inmediatas, por lo tanto, tarde porque el estafador ya se ha salido con la suya y tiene nuestro dinero.
3. Extorsión con fotos íntimas
Otra de las habituales afecta, fundamentalmente, pero no exclusivamente a los hombres. Esta se basa en recibir una invitación de amistad de una chica joven, de bonita apariencia que nos habla y decide mandar fotografías más o menos íntimas. Inmediatamente, se reciben mensajes de una supuesta policía del país (normalmente Latinoamérica) donde se nos acusa de pornografía o extorsión de menores, en algunos casos, directa y abiertamente pedofilia. Se nos exige el pago de una cantidad de dinero vía locutorio para el tratamiento de la supuesta menor para que la cosa no vaya a más o, de lo contrario, la Interpol nos detendrá.
4. El romance del médico
La vertiente que afecta a mujeres es un supuesto médico o personal de Naciones Unidas que realiza labores en un país tercermundista y no puede salir del país si no le realizamos un pago.
5. La falsa denuncia
Otra es la de recibir un email con una supuesta comunicación de las autoridades porque se nos imputan delitos de pornografía o aquellas que nos hacen creer que una persona que no conocemos de nada nos va a donar 500.000 euros porque no tiene familia y ha visto nuestro perfil y nos quiere ayudar. Eso sí, algo coincide en todas: tenemos que adelantar dinero. Y en cuanto al adelantar dinero, no podemos obviar las clásicas inversiones no reguladas donde nos vamos a hacer millonarios en apenas dos semanas. Cuidado porque todo son mentiras.
Mejor prevenir que lamentar
Por supuesto que hay hackers que podrían acceder a nuestros aparatos informáticos, pero la realidad demuestra que las estafas telefónicas son las más habituales entre los ciudadanos. Por ello, si algo es demasiado bonito, desconfíen. Nadie se hace rico en dos días y, como dice el refrán, nadie da duros a pesetas. Mucho cuidado con supuestas ofertas de trabajo, compras por internet o llamadas haciéndose pasar por el banco. Su banco nunca le llamará para pedirle un código y la policía nunca le comunicará nada por estas vías.
Y, sobre todo, ante cualquier duda, lo mejor es acudir a la Policía Nacional, Guardia Civil o Policías Autonómicas, explicar lo sucedido y pedir consejo a un especialista. No tengan precaución ni reparo en esto, ya que ninguno estamos libre de caer en un engaño.
Mucho cuidado con las estafas porque en muchos casos llevan aparejados otros delitos como la suplantación de identidad (con las consiguientes estafas abriéndonos cuentas bancarias sin que tengamos conocimiento) y, por último, precaución con cualquier tipo de imágenes o grabaciones de carácter íntimo, es algo igualmente habitual cuando se da una ruptura y puede llevar aparejados temas de Violencia de Género o doméstica.
Artículo de Sergio Álvaro López, abogado de Legálitas. Si tienes cualquier problema legal y necesitas poner tu caso en manos de un abogado, entra en Legálitas.