Flores Japonesas: Belleza y simbolismo en la naturaleza del Japón
花々
Las flores japonesas son símbolo de belleza y tradición, presentes en ritos, festivales y la cultura ancestral

Las flores ocupan un lugar muy importante en la cultura japonesa. Más allá de su belleza, cada flor tiene un significado profundo que conecta con la filosofía, la religión y las estaciones del año. En un país donde la espiritualidad tiene tanto peso, las flores adquieren un gran valor.
Desde los delicados cerezos en flor hasta los crisantemos imperiales, las flores japonesas son reflejo del alma de un país que venera la naturaleza.
A continuación, exploraremos algunas de las flores más representativas de Japón y los rituales y celebraciones en los que cobran un significado especial.
Sakura: El cerezo japonés
El sakura (桜) es quizá la flor más emblemática de Japón. Sus flores rosadas o blancas cubren los árboles durante apenas unos días al año, convirtiéndose en símbolo de la primavera.
Su imagen está profundamente ligada a la estética japonesa y a valores como la humildad, la pureza y la renovación.
Durante siglos, el sakura ha inspirado la poesía —especialmente los haikus—, el arte y la espiritualidad. También fue un símbolo para los samuráis, cuya existencia, breve pero intensa, se comparaba con la efímera belleza de una flor de cerezo.
Variedades y regiones
Existen más de 600 variedades de sakura en Japón. Algunas de las más populares incluyen:
- Somei Yoshino (染井吉野): la variedad más común, con pétalos pálidos.
- Shidarezakura (枝垂桜, literalmente cerezo llorón): una especie llorona con flores que cuelgan en cascada.
- Yamazakura (山桜): el cerezo silvestre, que crece en las montañas.
Kyoto, Nara y Hirosaki son lugares famosos por sus impresionantes paisajes de cerezos en flor.

Hanami: La celebración de las flores
El Hanami (花見, literalmente ver flores) es una tradición milenaria japonesa que consiste en la observación de flores, especialmente los sakura. Esta costumbre tiene lugar en primavera, entre marzo y abril, y reúne a una gran cantidad de personas, familias y amigos, que disfrutan de un picnic bajo los árboles.
El Hanami no es sólo un evento social, también representa la fugacidad de la vida, un concepto conocido como mono no aware (物の哀れ), que resalta la belleza de lo efímero.
Ume: El ciruelo japonés
El ume (梅) florece a finales del invierno, antes del sakura, y es igualmente significativo. Aunque a menudo se le confunde con el cerezo, sus flores son más pequeñas y con más pétalos y, además, tienen un aroma más intenso.
Historia y simbolismo
Originario de China, el ume fue introducido en Japón durante el período Nara (710-794). Espiritualmente, representa la perseverancia y la esperanza, ya que florece en condiciones frías. Por eso, también es considerado símbolo de fortaleza.

Festivales del ume
En febrero, muchos jardines japoneses celebran festivales de ume, como el Festival de Ume en el Santuario Kitano Tenmangū en Kyoto o en el Parque Kairakuen en Mito, uno de los tres jardines más famosos de Japón.
Kiku: El crisantemo imperial
El kiku (菊) o crisantemo es otra flor muy representativa de la flora del país. Se asocia con la familia imperial japonesa, cuyo trono es conocido como el Trono del Crisantemo (皇位, pronunciado: kōi).
Uso oficial y religioso
La flor de 16 pétalos aparece en el escudo imperial y en pasaportes oficiales. También es venerada en festividades como el Festival del Crisantemo (Chōyō no Sekku), celebrado el 9 de septiembre, donde se decoran altares y se preparan dulces especiales.

Simbolismo
El crisantemo representa la longevidad y la felicidad. En el budismo, también puede simbolizar la iluminación espiritual, ya que se abre en múltiples capas.
Tsubaki: La camelia japonesa
La tsubaki (椿) o camelia es una flor invernal que florece entre enero y marzo. Era muy apreciada por los samuráis, ya que sus pétalos caen todos a la vez, representando una muerte rápida y digna.

Asagao: La campanilla matutina
El asagao (朝顔), también conocida como campanilla japonesa, es una flor de verano que se abre por la mañana y se cierra al mediodía.
Importancia en el verano japonés
Muy popular entre los niños, esta flor simboliza la inocencia y la alegría veraniega, y está asociada con los festivales de verano (natsu matsuri, 夏祭り) y aparece en dibujos, abanicos, yukatas (vestimenta tradicional japonesa)…
Feria del Asagao
En Tokio, el Iriya Asagao Matsuri (入谷朝顔まつり), celebrado en el templo Shingen-ji, reúne a miles de personas cada julio.

Botan: La Peonía
La botan (牡丹) o peonía es conocida en Japón como la reina de las flores. Fue introducida desde China, florece en primavera y principios de verano, y se asocia con la riqueza, la nobleza y la valentía.
En jardines tradicionales
La peonía se cultiva en muchos jardines japoneses y templos budistas. En invierno, las peonías se protegen con estructuras de paja llamadas warabuki (藁葺き) que cumplen una función similar a la de los silos, protegiendo las peonías del frío y la nieve durante el invierno, preservando su salud y belleza hasta la primavera.

Fuji: La Glicinia
La fuji (藤) o glicinia es famosa por sus racimos colgantes de flores de color lila o violeta. Florece en abril y mayo, creando paisajes preciosos.
Jardines destacados
El Ashikaga Flower Park es uno de los lugares más impresionantes donde poder ver glicinias en flor, en túneles cubiertos por esta preciosa planta trepadora.

Nanohana: La flor de colza
La nanohana (菜の花) cubre los campos de un vivo amarillo a comienzos de la primavera. Aunque no tiene el prestigio del sakura, representa la fertilidad y el renacimiento.
Típicas de zonas rurales
Estas flores son un clásico de los paisajes rurales y del Japón más nostálgico y tradicional.

Kosumosu: El cosmos
El kosumosu (コスモス) florece en otoño y es símbolo de la elegancia y la modestia. Su floración marca el final del verano y el inicio de días más frescos.
Presencia en la vida cotidiana
Se puede ver en escuelas, parques y caminos rurales. Es una flor común en jardines caseros y ha sido inspiración para canciones y haikus.
