A continuación os explicamos las características y necesidades del bonsái de olivo u olea europaea bonsai, el árbol mediterráneo por excelencia.
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Hogarmania, 27 de julio de 2021
Plantas
A continuación os explicamos las características y necesidades del bonsái de olivo u olea europaea bonsai, el árbol mediterráneo por excelencia.
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Hogarmania, 27 de julio de 2021
Nombre común: Olivo
Nombre científico: Olea europaea.
Familia: Oleaceae.
Origen: Litoral mediterráneo.
El olivo es un árbol mediterráneo por excelencia, y en bonsái no lo es menos: exige estar ubicado en exterior y recibir un baño constante de sol y calor. Es un árbol casi inmortal y que renace temporada tras temporada, renovando unas raíces muy finas en comparación al tronco y las ramas. El olivo es un árbol de hoja perenne y de crecimiento lento pero constante, lo que le aporta una longevidad extrema.
Es uno de los árboles mediterráneos más conocidos, si no el que más. También es un de los pocos bonsáis que podemos modelar en la mayoría de los estilos y nos permite, incluso, trabajar las técnicas de madera muerta, ramas o troncos sin corteza que aportan un enorme valor estético. Es un árbol caracterizado por sus hojas y, especialmente, por lo grueso, retorcido y, a la vez, corto, que puede llegar a ser su tronco.
El olivo necesita estar en exterior y a pleno sol todo el tiempo posible, siempre que no haya heladas. Soporta, sin ningún problema, temperaturas de 35-40ºC. Si no está ubicado en clima mediterráneo, será necesario protegerlo en invierno, porque no resiste bien el frío, aunque necesita continuar en el exterior. Es importante, en caso de que lo protejamos, asegurarnos de que la temperatura no llegue a ser excesivamente alta, para que continúe sintiendo el invierno suave al que están acostumbrados (5-7ºC) y no comience a rebrotar fuera de temporada. Por eso, la retirada de la protección, según se acerca el buen tiempo, será gradual.
El olivo tiene un consumo de agua mínimo. Es importante regar a fondo, pero también dejar secar ligeramente el sustrato entre riego y riego. El drenado tiene que ser perfecto, para evitar el encharcamiento de las raíces.
Se recomienda emplear un sencillo sustrato preparado para bonsáis o una mezcla de Akadama 60% + Greda volcánica 40%. No toleran bien los suelos ácidos.
Realizaremos el abonado de abril a octubre con abono orgánico, de abosrción más lenta pero acción más larga.
Se ha de tener en cuenta que el olivo es un árbol que crece muy lentamente, por lo que su masa radicular se desarrolla también poco a poco. Si el abonado y el sustrato son los adecuados, el árbol no necesitará ser trasplantado hasta pasados unos 3 o hasta 5 años.
En clima mediterráneo, podemos realizar la poda a finales de febrero; en zonas frías, a finales de marzo. Es importante dejar espacio para los nuevos brotes, a la vez que retiramos los que se cruzan.
El pinzado se realiza de abril a octubre. Cuando el brote tiene de 7 a 8 pares de hojas, se deben pinzar a 2 ó 3 pares de hojas.
El alambrado puede realizarse durante todo el año.