Paso a paso
Paso 1
Para solucionar el problema lo que vamos a hacer es guiar la enredadera. Colocaremos unos clavos en el poste de madera de la pérgola, que nos servirán como soporte para que los tallos vigorosos del Solanum queden fijos atados con unas bridas.
Paso 2
Cogeremos siempre los tallos más vigorosos, los que tengan mayor grosor, tiraremos un poco de ellos, y con las bridas los sujetaremos a los clavos. De esta forma, llevaremos a la parte superior de la pérgola todos los brotes vigorosos de la planta.
Paso 3
Después de guiar los brotes, aligeraremos el volumen de la parte inferior de la planta podando los brotes más débiles, para lo que emplearemos la tijera de dos manos. Esta labor de mantenimiento la realizaremos de forma continua para evitar que la planta coja mucho volumen en la base y para potenciar un mayor crecimiento en la parte superior.
Paso 4
Con el solanum que tenemos en el otro extremo de la jardinera ha ocurrido algo parecido. Aunque no ha perdido la guía, se ha desarrollado fundamentalmente por la parte inferior, así que tendremos que quitarle volumen porque si no, no tendría fuerza para ir cubriendo la pérgola. Los brotes más vigorosos los podaremos con la tijera de dos manos y los menos vigorosos podemos eliminarlos con la de una mano.
Paso 5
El ramaje largo que hemos dejado después de la poda lo guiaremos hasta la parte superior de la pérgola con unos clavos y unas bridas. Realizada esta operación, los solanum estarán preparados para la aparición de nuevos brotes.
Paso 6
Para terminar el trabajo vamos a hacer una nueva plantación en la jardinera. Incorporamos nuevo sustrato, ya que después de un año el volumen de tierra orgánica que echamos en su día habrá menguado, y plantamos unas prímulas. Con estas plantas, que dan unas flores muy bonitas, añadiremos una nota de color a la jardinera y avanzaremos la llegada de la primavera.