Tipos de clavos, características y usos

Los clavos son esenciales como sistema de fijación en trabajos de bricolaje, carpintería y construcción. Existen numerosos tipos de clavos, cada uno diseñado para una función específica.
En esta guía, te contamos todo lo que necesitas saber sobre los clavos, desde los tipos de clavos más comunes hasta las partes de un clavo, para que puedas elegir el indicado para tu proyecto.
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Tiempo total
5 m
¿Qué es un clavo?
Un clavo es una pieza metálica alargada, normalmente fabricada en acero, que se utiliza como sistema de fijación en trabajos de construcción, carpintería y bricolaje. Es un elemento delgado con un extremo en punta afilada que se introduce en una superficie para unir materiales. Para fijarlo, se emplea un martillo o una pistola de clavos.
En el mercado, puedes encontrar una gran variedad de tamaños, grosores y tipos de clavos, por lo que deberás elegir el que mejor se adapte a tu proyecto.
Partes de un clavo
- Cabeza: es la parte superior del clavo, diseñada para ser golpeada y fijarlo en su lugar. Es más ancha que el resto del cuerpo para evitar que el clavo atraviese completamente el material y permitir un golpeo más cómodo. Existen diferentes tipos de cabeza, como la plana, la estriada o la perdida.
- Cuerpo o vástago: es la parte larga del clavo que atraviesa el material. Su grosor y longitud pueden variar según el tipo de clavo. Puede ser liso, estriado o roscado.
- Punta: es el extremo afilado del clavo, diseñado para atravesar el material fácilmente. Según la dureza del material y el acabado deseado, deberás elegir un tipo de punta u otro. Algunos de los tipos de punta más comunes son la punta de cincel, la punta plana y la punta afilada.

Tipos de clavos
Clavo redondo de cabeza plana
El clavo redondo de cabeza plana es uno de los tipos de clavos más comunes. Su cabeza es grande para facilitar la fijación al tener más superficie de golpe.
Unos clavos muy utilizados en la construcción de muebles de madera y contrachapado.
Clavo redondo de cabeza perdida
Estos clavos tienen una cabeza más pequeña que se hunde fácilmente en la madera para ocultarse mejor. Se utilizan en trabajos de carpintería y ebanistería donde se busca un acabado profesional en el que se quiere embutir los clavos. Son muy utilizados en la creación de molduras y marcos.
Clavo de ovalado
Este tipo de clavo evita que la madera se astille al clavarse, lo que lo hace ideal para trabajos de carpintería en los que se necesita un acabado limpio y se utiliza madera fina o delicada.
Clavo para yeso
Este tipo de clavos están diseñados para fijarse en superficies de cartón-yeso, escayola o fibras aislantes. Su diseño permite fijar sin dañar el material.
Pasador de mampostería
El pasador de mampostería garantiza una sujeción firme en materiales duros como ladrillo o cemento, lo que lo convierte en la opción ideal para trabajos de albañilería. Es más grueso y resistente que los clavos estándar.
Clavo de doble punta
El clavo de doble punta permite ensamblar a la vez dos superficies.
Punta fina
Estos clavos tienen una punta afilada y una estructura muy fina que lo hacen perfectos para reforzar ensambles en madera sin dañar la superficie.
Clavo para aglomerado
Este clavo se usa para fijar materiales no macizos y fibras de madera, proporcionando una buena sujeción sin partir el material.

Clavo de tapicero
Los clavos de tapicero, o tachuelas, tienen una cabeza grande y están fabricados en materiales inoxidables para evitar que desgarren los tejidos. Muy utilizados en trabajos de tapicería.
Cuña para marcos
Este tipo de clavo se utiliza para fijar molduras a cuadros o marcos. Sacar estos clavos es muy sencillo y son muy utilizados en la restauración de marcos y obras de arte.
Clavo de adorno
Los clavos de adorno, también conocidos como chinchetas de tapicería, se utilizan para embellecer el diseño de los muebles a la vez que sujetan las telas en su lugar.
Clavo-Tornillo
Es una mezcla entre un clavo y un tornillo; se coloca con martillo pero se autorosca. Su estructura permite un mejor agarre en materiales tanto blandos como duros.
Clavos de vidriero
Los clavos de vidriero, también llamados clavos de cabeza blanca, son utilizados para sujetar paneles de vidrio en puertas, ventanas y otros proyectos de vidrio. Tienen una cabeza plana que se ajusta al cristal, evitando daños.
¿Cómo elegir la longitud del clavo?
Elegir la longitud correcta de los clavos es fundamental para asegurar una sujeción resistente y duradera. La regla general es que el clavo sea tres veces más largo que el grosor del material que se va a fijar. Por ejemplo, si el material tiene 10 mm de grosor, el clavo debe medir 40 mm.