Plantas para muros y paredes verticales

En otras ocasiones hemos hablado de plantas murales, plantas que suelen crecer en roquedos o en parámetros verticales. Vamos a ver algunas que se pueden encontrar en este jardín:

Erigeron karvinskianus, una margarita autóctona es perfecta para este tipo de zonas de rocas. Sin embargo, este tipo de plantas puede colonizar en exceso la zona. Por eso, es conveniente, arrancar ramas para reducir su volumen. Esas plantas arrancadas se pueden utilizar para reproducir ya que crecen con mucha facilidad.

Otra opción es el sedum. En este caso, al ser un muro seco, es decir, entre la junta de piedra y piedra no hay masa, sino que hay tierra, es un lugar perfecto para que el sedum vaya colonizando prácticamente todos los rincones.

Con coger una rama de sedum e introducirla en un hueco ya es suficiente para que enraíce creando un efecto de parámetro vertical en tonos grises.

También podemos observar en esta rocalla, sobre todo ahora bien entrado el frío, el follaje grisáceo del stachys lanata. Una planta vivaz que tiene en sus hojas una serie de pelos que le dan un toque grisáceo. Además, es muy bonito ver como el rocío se queda adherido a sus hojas.

Una de las ventajas de tener pavimentos de grava junto al muro es que las semillas de estas plantas, cuando caen sobre la gravilla, tienen el potencial de germinar.

En este caso, por ejemplo, ha salido de forma espontanea un stachys, planta que aprovecharemos para recoger y trasplantarla ya que, este plantel proviene de una reproducción sexual, no vegetativa, y puede que mejore la especie original.

También podemos utilizar para muros y rocallas la Lobularia snow princess (antes conocida como Alysum maritimun). Una planta de porte colgante de mucha floración.

Dura unos dos o tres años y puede alcanzar una envergadura de hasta 1 metro de altura. Es muy florífera, por lo que puede estar floreciendo en primavera, verano, otoño...

Como podéis ver, existe una amplia variedad de plantas para poner en rocas y colonizar un talud.