Mitos y verdades sobre las ortigas

Las ortigas son unas plantas urticantes rodeadas de mitos. / Fotos: Pixabay y Pexels (Kindel Media y Andrea Piacquadio)
Las ortigas son unas plantas urticantes rodeadas de mitos. / Fotos: Pixabay y Pexels (Kindel Media y Andrea Piacquadio)

Descubre los mitos más curiosos sobre las ortigas: de tocar sin respirar a sus verdaderos usos medicinales.

¿Quién no se ha ortigado los tobillos alguna vez? Caminar por el monte e introducirte en un terreno con hierba alta y descuidada o en un jardín ligeramente abandonado suele tener premio (en forma de urticaria) por culpa de estas curiosas plantas.

Las ortigas, especialmente la Urtica dioica, son plantas silvestres famosas por causar escozor y urticaria al contacto con la piel.

Son muy comunes en España y es común experimentar los efectos de sus picaduras ya durante la infancia.

Cuando somos niños, es más frecuente que nos introduzcamos en zonas con mala hierba para jugar o buscar una pelota... Es en esos espacios donde la ortiga campa a sus anchas si no se retira.

Además, es una planta de crecimiento rápido y puede llegar a medir entre 50 centímetros y 2 metros de alto, haciéndose con gran parte de la superficie donde aparezca.

Todo esto hace que circulen varios mitos sobre ellas que vale la pena aclarar (algunos bastante curiosos). Además, aunque muchos las evitan por miedo a sus picaduras, lo cierto es que estas plantas también tienen una larga historia de usos medicinales y nutricionales.

Historia de las ortigas a lo largo del tiempo

Antes de comenzar con los mitos, es importante que conozcas un poco más de su historia y características a lo largo de los siglos.

Desde hace miles de años, ya en el Antiguo Egipto y en la Antigua Roma, se han utilizado como planta medicinal. En algunas sociedades se creía que el escozor ayudaba a mejorar la circulación y a aliviar el dolor de huesos. A este proceso le llamaban urticación.

En la Edad Media, en toda Europa (incluida España), la ortiga también era una planta muy valorada. Se usaba para todo: desde tratar la anemia hasta hacer sopas nutritivas. También servía para fabricar hilo, como si fuera lino. La ortiga también está muy relacionada con la brujería tradicional y moderna.

Las ortigas pueden alcanzar mucha altura.
Las ortigas pueden alcanzar mucha altura. | Pexels (Ellie Burgin)

Los mitos de las ortigas: ¿Qué es verdad y qué mentira?

Mito 1: Si tocas una ortiga sin respirar, no pica

Este mito es muy común en España y va pasando de generación en generación. La creencia sostiene que, si se contiene la respiración al tocar una ortiga, esta no produce escozor. Sin embargo, no hay ninguna base científica que respalde la afirmación.

Las ortigas pican porque están cubiertas de pequeños pelos huecos que contienen una mezcla de sustancias químicas como histamina, ácido fórmico y serotonina, no porque te vean despistado y aprovechen para atacarte. Vaya, que si las tocas sin respirar te van a picar igual.

Mito 2: La picadura de la ortiga se cura con orina

Otra creencia muy difundida es que aplicar orina sobre la piel alivia el escozor causado por la ortiga. Aunque la orina contiene urea, una sustancia que en ciertos contextos puede tener propiedades calmantes e hidratantes para la piel, usarla como remedio para las picaduras de ortiga no es ni necesario ni recomendable.

Existen opciones más higiénicas y eficaces para tratar la urticaria producida por esta planta, como aplicar bicarbonato diluido en agua, aloe vera...

Este mito también se aplica a las picaduras de medusas, y lo más común es que, si lo hacemos, nos irritemos la piel aún más.

Mito 3: La ortiga es una mala hierba y solo sirve para hacer daño

La ortiga es considerada una mala hierba debido a su capacidad para crecer muy rápido, expandirse por terrenos poco cuidados y, por supuesto, por su desagradable picadura.

Sin embargo, la ortiga es una planta con un amplio valor ecológico, medicinal e incluso alimenticio (hay quien se las come de la misma forma que las espinacas).

Desde la antigüedad ha sido utilizada en infusiones, sopas e incluso tintes, gracias a su alto contenido en hierro, calcio, magnesio y vitaminas A y C.

Además, actúa como fertilizante natural en la agricultura ecológica (en forma de purín de ortiga) y es un buen refugio para insectos beneficiosos en los ecosistemas.

Las ortigas son el refugio perfecto para algunas especies de insectos.
Las ortigas son el refugio perfecto para algunas especies de insectos. | Pexeles (Ilo Frey)

Mito 4: Solo los curanderos creen en las propiedades de la ortiga

Aunque es cierto que la ortiga ha sido utilizada por curanderos y herbolarios durante siglos, su efectividad en algunos aspectos de la salud sí que está científicamente comprobada.

Hoy en día, numerosas investigaciones científicas respaldan algunas de sus propiedades medicinales, como sus efectos antiinflamatorios, diuréticos y antioxidantes.

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