Composición con piedras del desierto

En este consejo de Jardinatis, os vamos a hablar de algunas plantas en miniatura. En otras ocasiones, ya hemos visto más ideas y consejos sobre cómo hacer un jardín en miniatura, plantas pequeñas para decorar, etc.

Hoy, nos vamos a centrar en hacer una composición con una planta crasa muy original: la piedra del desierto. Las piedras del desierto son plantas en miniatura que se asemejan mucho a las piedras, de ahí que se las use mucho como plantas decorativas. ¡Son espectaculares!

Como todas las plantas del desierto, estas tienen una reserva de agua, de ahí que tengan una forma rechoncha. Dependiendo de la variedad, además, podemos encontrar plantas de diferentes colores y formas.

En la composición que vamos a realizar, vamos a utilizar un recipiente pequeño de barro. El recipiente necesitará tener un agujero de drenaje al que le pondremos una piedra. A continuación, colocaremos una capa muy fina de gravilla.

El sustrato que necesitan estas plantas tiene que ser ligero. Podemos utilizar sustrato especial para plantas crasas o hacer nosotros la mezcla. Para la mezcla, se necesitará una proporción igual de arena (arena de sílice de grano grueso) y sustrato orgánico.

Vamos a ir plantando poco a poco las piedras del desierto y, a continuación, presionamos bien toda la superficie de tierra. Por último, colocaremos una capa fina de gravilla o piedras. En este caso, esta capa de piedras o gravilla puede ser del color y del grosor que más nos guste.

Además de utilizar un recipiente concreto para hacer una composición con piedras del desierto, otras opciones pueden ser las de reutilizar una vieja teja. Bastará con colocar sobre esta la gravilla y el sustrato y plantar las plantas. Al ser plantas pequeñas o en miniatura, no habrá problemas de espacio en una teja convencional.

Cuidados de la composición con piedras del desierto

Los cuidados para esta composición con piedras del desierto son muy sencillos. Necesitará estar en una zona con luz y, en verano, se podrá colocar en el exterior para que le dé la luz del sol directamente. En invierno, conviene meterla la interior del hogar para proteger las plantas de las heladas. Además, necesitará muy pocos riegos ya que el exceso de agua puede acabar con las plantas.