¿Cómo sembrar jacaranda? Guía completa para cultivar este hermoso árbol

Si sueñas con tener una jacaranda en tu jardín, ¡esta guía es para ti! Aprende paso a paso cómo sembrar y cuidar este hermoso árbol tropical. Descubre todos los secretos para garantizar una siembra exitosa y disfrutar de sus impresionantes flores.
La jacaranda o Jacaranda mimosifolia, como se le conoce científicamente, es un árbol subtropical con un gran interés ornamental. Es muy utilizado en calles, jardines y avenidas de ciudades de clima cálido debido a sus flores púrpuras, que se agrupan en grandes racimos y cubren todas las ramas.
Si has visitado el sur de la península, seguro que la has visto presidiendo y llenando de color muchos rincones. ¡Una belleza! Pocas personas pueden resistirse a su encanto y quien disponga de espacio suficiente en su jardín, es probable que quiera incluirla en su colección.

Antes de decidir plantar un ejemplar en el jardín, es importante tener en cuenta que puede alcanzar rápidamente los 10-12 metros de altura, o incluso más, aunque no es lo más habitual. Por eso, es esencial asegurarse de tener el espacio suficiente para él.
Si decides apostar por la jacaranda, disfrutarás de un ambiente más puro (es uno de los árboles que más CO₂ absorbe) y de una sombra inigualable, además de un color único. Eso sí, cada mes de mayo aproximadamente tendrás que lidiar con la pegajosa resina que genera.
Si estás pensando en cultivar jacaranda desde cero, te recomendamos que conozcas cuándo es el mejor momento para hacerlo y, cómo no, el paso a paso correcto. En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber para sembrar jacaranda.
¿Cuándo sembrar jacaranda?
A nivel general, la mejor época para sembrar las semillas de jacaranda es justo al comenzar primavera, ya que las temperaturas son más agradables y propicias para su germinación.

Sin embargo, el momento ideal dependerá del clima de tu zona. Al ser una planta subtropical, si vives en un clima adecuado, puedes sembrarla a lo largo de todo el año. Lo más importante es asegurarse de que las semillas estén completamente maduras antes de proceder con la siembra.
¿Cómo son las semillas de la jacaranda y por qué tienen esa forma?
La Jacaranda mimosifolia florece principalmente en primavera, con una segunda floración en otoño, aunque esta es menos llamativa y suele ser disimulada por las hojas. A finales de otoño, el árbol desarrolla un fruto leñoso que se abre cuando madura, dejando al descubierto las semillas.
La semilla de la jacaranda tiene una forma distintiva que la hace fácilmente reconocible. El fruto de la jacaranda tiene una forma circular con una especie de dos tapas. Estas caras son muy duras y tienden a abrirse cuando están maduras, revelando las semillas en su interior.

Las semillas están rodeadas por un vilano, una especie de papelito que permite que, cuando el viento actúa, estas semillas vuelen de un lado para otro, favoreciendo su dispersión. Otra planta con este tipo de vilano es el diente de león (Taraxacum officinale). Este desarrollo natural demuestra cómo las plantas han evolucionado para adaptarse a su entorno.
Si no deseas que las semillas se dispersen por el viento, puedes cortar las cápsulas justo antes de que se abran. De esta manera, podrás recolectar las semillas y sembrarlas en el momento adecuado.
Cómo sembrar jacaranda paso a paso
1. Recolecta las semillas
Una vez maduran los frutos es cuándo es posible llevar a cabo la recolección de las semillas. Ten en cuenta que su durabilidad moderada, ni muy larga ni muy corta.
2. Prepara las semillas
Aunque las semillas de jacaranda pueden germinar sin estratificación, este proceso ayuda a romper su dormancia natural y a acelerar tanto su crecimiento como su germinación. Es por eso que te recomendamos que pongas en remojo las semillas 24 horas antes de sembrarlas.

3. Planta las semillas
La siembra de las semillas no puede ser más sencilla. En una maceta o semillero, plántalas en un sustrato ligero que drene correctamente. Algunos sustratos que no son a base de turba tienden a retener demasiada humedad, lo cual no es lo más adecuado.
Cubre ligeramente cada semilla con tierra. Iñigo Segurola explica que una de las claves para hacer un buen semillero es tener en cuenta el tamaño de las semillas.
Las semillas grandes deben taparse con tierra equivalente a su tamaño, mientras que las más finas solo deben esparcirse sobre la superficie y presionarlas ligeramente. Tenlo en cuenta.
4. Espera a la germinación
Iñigo Segurola recomienda dejar las semillas en el exterior a la sombra hasta que empiecen a desarrollar las nuevas plántulas. La germinación de las semillas de jacaranda puede tardar entre 2 y 4 semanas.
Una vez que las plántulas comienzan a crecer, es recomendable reducir el riego, pero sin permitir que la tierra se seque completamente. Es importante mantener un cierto nivel de humedad para favorecer su desarrollo, pero sin excedernos.

5. Trasplanta
Cuando las plántulas tengan unos 10 cm de altura y varias hojas verdaderas, ya podrías trasplantarlas a su ubicación definitiva en el jardín. Es importante esperar a que las plántulas desarrollen las primeras hojas verdaderas, ya que los cotiledones no son suficientes para garantizar un buen trasplante.
¿Te animas a sembrar jacaranda? Como has visto no es una técnica complicada, solo necesitas tener algo de paciencia y poner en práctica los consejos que te hemos proporcionado.