Reproducción del papiro, guía práctica para propagar esta planta acuática

Descubre cómo la reproducción del papiro puede transformar tu hogar en un oasis natural. Aprender a propagar esta fascinante planta acuática no solo es sencillo, ¡también es gratificante! Aprende todo en esta guía y asegura el crecimiento saludable de tu papiro.
La reproducción del papiro es un proceso sencillo que puedes realizar desde tu propio hogar para disfrutar de esta planta acuática tan especial.
Si por algo destaca esta especie es por su aspecto exótico y su historia, ya que fue utilizada en la antigüedad para fabricar papel. Si buscas una opción para decorar estanques o jardines húmedos, sin duda, el papiro es una excelente elección.

Si aún no te has planteado reproducir tu planta del papiro, es el momento ideal para hacerlo. Dependiendo de la especie que tengas, esta técnica puede ser crucial para ayudarla a sobrevivir a los inviernos duros. Si te interesa saber más respecto a este tema, te contamos todos los cuidados del papiro durante el invierno.
¿Quieres aprender paso a paso los distintos métodos que existen para reproducir tus papiros? Sigue leyendo y te explicaremos todo lo que necesitas saber para cuidar y cultivar tus plantas.
Reproducción del papiro en agua
¿Te has fijado alguna vez en la tendencia natural del papiro en la naturaleza? Normalmente, cuando el papiro crece mucho y llega a la madurez, tiende a arquear sus ramas hacia abajo, llegando a entrar dentro del agua de su alrededor.
Este sistema que ocurre de forma natural es el que tienes que recrear para reproducir tu planta de papiro. Al mirar hacia abajo y tocar el agua, comienzan a emerger de la planta nuevos brotes y raíces. ¡Así de sencillo!
El procedimiento es el siguiente: corta aquellas ramas sanas y maduras que estén mirando hacia abajo. Introduce las ramas en un recipiente estanco con agua, siguiendo la misma dirección hacia abajo. Puedes usar un vaso o un jarrón, lo que tengas a mano.

Coloca el recipiente en un lugar de tu casa al que le dé el sol y verás cómo, transcurridos unos pocos días, ocurre el tan esperado milagro: la reproducción del papiro.
Durante el proceso de enraizamiento, cambia el agua cada dos o tres días para evitar que se acumulen bacterias o algas que puedan dañar los esquejes.
Trasplante y cuidado paso a paso
Al cabo de unos días de introducir los tallos en agua, comenzará a desarrollarse una nueva mata de hojas que apuntan hacia arriba y raíces en la parte inferior.
Iñigo Segurola te muestra el resultado de haber reproducido un papiro enano en otro recipiente con agua. Cuando las raíces sean lo suficientemente largas, podrás realizar el trasplante, no antes.

Para lograr el éxito con el trasplante, es imprescindible que selecciones recipientes correctos: siempre deben ser estancos. ¿Sabes por qué? A diferencia de otras plantas que agradecen que cuenten con agujeros de drenaje, estas especies acuáticas requieren condiciones de humedad y encharcamiento, propias de sus hábitats naturales.
Llena los recipientes con sustrato de calidad, que puede ser de sustrato para semilleros o sustrato universal, y con la ayuda de los dedos, haz un pequeño agujero. Introduce las raíces en su interior, con cuidado de no dañar los nuevos tallos.

Presiona ligeramente y riega para asegurar que el sustrato permanezca constantemente húmedo. Sitúa el recipiente en un lugar muy luminoso, donde reciba suficiente luz solar, pero protegido de vientos fuertes y cambios de temperatura. Poco a poco, la planta irá cogiendo fuerza.
También puedes trasplantarlos en una zona del jardín junto al estanque. Asegúrate de que sus raíces estén en contacto continuo con el agua.
Reproducción del papiro por división de mata
Otra forma muy sencilla de reproducir el papiro es mediante la división de mata. Te mostramos el paso a paso con un ejemplar plantado en un tiesto que está dentro de un estanque.

Una vez que saques el cepellón de la planta del contenedor, podrás observar en detalle tanto sus raíces gruesas como los tallos y nuevos brotes que se expanden hacia afuera.
La forma de reproducir el papiro consiste en coger un tallo adulto y algunos pequeños tallos en proceso de desarrollo. Para ello, puedes valerte de un serrote. Corta con cuidado entre los dos tallos adultos, asegurándote de que algunas raíces queden unidas a ellos.
Una vez que hayas cortado aproximadamente la parte más gruesa del tallo central que une toda la mata, separa el resto de las raíces con la ayuda de tus manos. El objetivo es minimizar los daños y conseguir cuantas más raíces mejor. ¡Y ya tendrías una nueva planta!

Repite el proceso con el resto de la mata para obtener varias plantas de papiro. Solo tendrás que plantar cada una de ellas en un tiesto individual con sustrato para que, poco a poco, desarrollen más raíces e hijuelos.
Si vas a sumergir las plantas, como en este caso en un estanque, puedes utilizar tiestos con agujeros en la base. Pero si las vas a cultivar en tu hogar, recuerda escoger un recipiente estanco que retenga la humedad o colocar un plato con agua debajo de él de forma permanente.