El perro más caro del mundo: un lujoso cruce de lobo por 5,3 millones

5,3 millones de euros se han pagado por el perro más caro del mundo. Sí, como estás leyendo. En el mundo de las mascotas ciertas decisiones pueden parecer un tanto sorprendentes, pero pocas o ninguna superan este precio. Conoce a este lujoso animal, llamado Cadabomb Okami, un cruce entre un lobo y un perro pastor caucásico.
Con tan solo 8 meses de edad, Okami ya puede presumir de ser el perro más caro del mundo, aunque seguro que a él le da lo mismo. En las próximas líneas, te desvelamos la curiosa historia de la que todos los amantes de los animales están hablando. Te vas a sorprender.
¿Quién es Cadabomb Okami?
Cadabomb Okami se ha convertido en un perro famoso en las últimas fechas. Su genética es tan rara que es considerado como un ejemplar casi único en el mundo.
De acuerdo con las voces más expertas, este híbrido entre lobo y perro pastor caucásico es posiblemente el primer ejemplar de su extraña especie.
Con un peso de 75 kg y una altura de 76 cm en tan solo 8 meses, Okami es un peludo de gran fuerza y tamaño.

¿Quién compró al perro más caro del mundo?
No sabemos hasta qué punto el protagonista de esta noticia es Okami o bien, la persona que compró este perro: S. Sathish.
Este reconocido criador de perros de la India, especializado en razas exóticas y raras, es también un empresario que ha transformado su pasión por los perros en un negocio lucrativo.
Además de ser conocido en la industria india, Sathish es famoso por haber acumulado más de 150 razas raras en su peculiar colección.
El motivo de la compra millonaria
Me encanta tener razas únicas y mostrarla a la India. Así justificó la compra Sathish, explicando que su amor por los animales exóticos lo llevó a invertir esta suma tan grande.
Pero esto no es todo, puesto que el magnate señaló que su inversión no es solo una muestra de lujo, sino que detrás se esconde una estrategia empresarial: La curiosidad por mis perros es tan grande que la gente paga grandes sumas para verlos, explicó.
Y es que en los diferentes eventos donde exhibe a sus perros, las entradas pueden llegar a alcanzar los 8.300 euros por persona.
¿Por qué un perro cuesta tanto?
La tendencia por adquirir mascotas exóticas y raras ha ido en aumento en los últimos años, sobre todo en países como la India. Los animales únicos se han convertido en símbolos de estatus y lujo.
No son mascotas tal y como las conocemos, sino más bien un reclamo de cara a recuperar el dinero invertido en su adquisición. Es decir, se exhiben en ferias y eventos con el fin de obtener importantes sumas de dinero.
¿Debería ser legal comprar perros a estos precios?
Sathish, el comprador de Okami, ha llegado a asegurar que él y sus perros reciben más atención que un actor en una proyección de cine. Una mentalidad, la de exhibir y vender perros a precios elevados, que se ve sumergida en polémicas varias, como no podía ser de otra manera.
Y es que son muchos los expertos en bienestar animal los que han advertido que crear razas híbridas puede conllevar una serie de riesgos, tanto para la salud de los animales como en lo referente a su comportamiento. El objetivo primordial es establecer leyes más estrictas en torno al trato de animales exóticos.
Connotaciones éticas
La compra-venta de mascotas, el mercado clandestino, la exposición en grandes actos, etc. son factores y aspectos que transgreden la ética animal desde todos los puntos de vista habidos y por haber.
La vida de lujo de los perros de Sathish
Los populares perros de Sathish viven en una impresionante propiedad de, nada más y nada menos, 7 hectáreas de extensión en Bengaluru, India. La finca está equipada con perreras de gran tamaño, aproximadamente 36 metros cuadrados cada una, donde estos canes tienen la capacidad de moverse con total libertad.
Además, disfrutan de una dieta basada en carne cruda de alta calidad y disponen para su cuidado de 6 personas en exclusiva. Sí, el bienestar de los perros es una prioridad para Sathish. De hecho, la propiedad cuenta con un muro perimetral de tres metros de altura y vigilancia constante mediante circuito cerrado de televisión, con el objetivo de mantener a salvo a sus animales.