Este es el error que muchos cometen al alimentar a su mascota

Bien es cierto que cuidar de una mascota implica prestar atención a su alimentación, pero hay un error que muchos dueños comenten y no se dan cuenta: no limpiar correctamente los platos de comida y agua. Un descuido que puede provocar la acumulación de diferentes bacterias que afectan tanto a la salud del animal como la de sus cuidadores.
La frecuencia ideal para lavar los platos de tu mascota
Aunque algunos creen que los cuencos y platos de comida pueden mantenerse varios días sin lavar, los expertos recomiendan una limpieza mucho más frecuente.
Un estudio realizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) asegura que los platos pueden llegar a acumular bacterias peligrosas si no son desinfectados de una manera regular.
Hay más, porque el Departamento de Salud de Canadá propone lavar los platos, como mínimo, una vez a la semana. Pero los especialistas recomiendan hacerlo a diaria, sobre todo en el caso de los bebedores, donde el agua estancada puede ayudar a la proliferación de microorganismos.

Hábitos que ponen en riesgo la salud de tu mascota
- No lavar los platos con frecuencia: Los restos de comida y agua pueden convertirse en un auténtico caldo de cultivo para bacterias peligrosas.
- Emplear detergentes inadecuados: Ciertos jabones contienen químicos agresivos que pueden dejar residuos tóxicos para nuestras mascotas.
- No secar bien los platos: La humedad es también un agente clave relacionado con la proliferación de hongos y bacterias.
- Servir comida en platos sucios: El posible origen de diversos problemas digestivos y enfermedades.
- No almacenar bien los alimentos: Dejar el pienso expuesto al calor y a la humedad puede hacer que se acelere su deterioro, por lo que elige un contenedor de pienso adecuado .
Consejos para una correcta limpieza de los platos de tu mascota
Con el fin de obtener una limpieza efectiva, será importante seguir algunos pasos clave:
- Lavarse bien las manos antes de manipular los platos y evitar así la transferencia de bacterias.
- Retirar los restos de comida nada más acabar la comida para prevenir la acumulación de residuos.
- Lavarlos con agua caliente (70 °C) para eliminar bacterias y residuos grasos.
- Utilizar un detergente seguro para mascotas y dejar de lado los productos que contengan químicos agresivos.
- Secar correctamente los platos antes de volverlos a usar con el fin de evitar la humedad.
Riesgos de lavar los platos de las mascotas junto a nuestra vajilla
El hecho de lavar los recipientes de las mascotas en el mismo fregadero donde se limpian los platos de la familia puede hacer que el riesgo de sufrir contaminación cruzada aumente.
¿El motivo? Las bacterias que se encuentran en los platos de los animales podrían transferirse a la vajilla que utilizamos, dando lugar a diferentes problemas de salud.
Con el fin de minimizar estos riesgos, los especialistas aconsejas designar un área específica para la limpieza de los platos de nuestros peludos.
Además, es preciso emplear esponjas diferentes y comprobar que todas las superficies están desinfectadas después de cada lavado.
La importancia del uso de desinfectantes
Para aquellas personas que buscan una higiene más profunda, existen desinfectantes especiales pensados para mascotas. Son productos formulados con ingredientes seguros y ayudan a eliminar las bacterias sin dañar la salud de los animales.
La acción de incluir un desinfectante en la rutina de limpieza contribuye a mantener los platos libres de microorganismos nocivos y evitar la aparición de malos olores.

Más recomendaciones para una alimentación segura
- No compartas la comida humana con tu animal de compañía: Algunos alimentos son tóxicos para las mascotas , como el chocolate, la cebolla o el ajo.
- Lava los juguetes y accesorios que entran en contacto con la comida: Es importante realizar este paso y además, desinfectarlos regularmente.
- Usa platos fabricados de materiales seguros: Como el acero inoxidable, puesto que es fácil de limpiar y no acumula bacterias.
- No dejes la comida expuesta durante mucho tiempo: Los restos de pienso y la comida húmeda pueden atraer insectos y generar moho.
A modo de conclusión, la limpieza tanto de los platos de comida como de los bebederos es una tarea que no debe pasarse por alto. Es importante coger hábitos de higiene adecuados y usar productos recomendados, para conseguir así un entorno más seguro para todos.