Si tu gato se vuelve agresivo, prueba esto

Un gato agresivo
Un gato agresivo | Unsplash

Si tu gato es agresivo, puede suponer un desafío para ti y quienes conviven con él. Normalmente, los gatos son animales tranquilos y cariñosos, pero en ocasiones pueden mostrar comportamientos agresivos que resultan difíciles de gestionar.

Si tienes un gato agresivo, es importante que conozcas las causas de su agresividad y apliques técnicas adecuadas para tranquilizarlo. A continuación, te explicamos varios métodos y trucos.

Aunque a menudo se piensa que los gatos con comportamientos agresivos son raros, son más comunes de lo que creemos. Las causas detrás de estas reacciones pueden ser muy variadas, desde el miedo y la frustración hasta problemas de salud o cambios en su entorno.

Para poder ponerle solución y tranquilizar a nuestra mascota, es fundamental entender qué es lo que provoca esa agresividad.

Algunas señales, como las pupilas dilatadas, la cola erguida o las orejas hacia atrás, pueden indicar que el gato va a reaccionar de manera agresiva.

Este comportamiento revela que el gato está estresado, incómodo o se siente amenazado.

¿Por qué mi gato es agresivo?

Antes de intentar tranquilizar a un gato agresivo, es fundamental comprender qué está motivando ese comportamiento. Algunas causas comunes son:

  • Miedo o inseguridad: si el gato de siente amenazado o inseguro en su entorno, puede reaccionar con agresividad. Pero, ¿ a qué tienen miedo los gatos ? El miedo puede surgir ante cambios en el hogar, la llegada de nuevas personas o animales, o ruidos fuertes.
  • Dolor o enfermedad: los gatos enfermos o que sienten dolor pueden mostrarse agresivos como mecanismo de defensa. Si tu gato nunca ha sido agresivo y empieza a serlo sin razón aparente, debes prestar atención y considerar una visita al veterinario.
  • Falta de socialización: los gatos que no están acostumbrados a socializar pueden tener dificultades para relacionarse.
  • Frustración o estrés: un gato que no tiene suficiente estímulo físico y mental puede canalizar su energía de manera agresiva.
  • Agresividad territorial: los gatos son animales territoriales y pueden mostrarse agresivos para defender su espacio de otros gatos u otros animales.
Un gato en el jardín
Un gato en el jardín | Unsplash

Uno de los errores más comunes ante un gato agresivo es responder con gritos o castigos físicos. Esta actitud solo consigue que el gato tenga más miedo, aumente su ansiedad y se intensifique su agresividad.

La solución a estos problemas de conducta está en crear un entorno de tranquilidad y seguridad dentro del hogar. Este espacio debe ser accesible solo para el gato, estar libre de ruidos intensos y contar con elementos que le resulten familiares, como mantas o juguetes. Así, tu mascota podrá refugiarse cuando se sienta estresado, sobreestimulado o amenazado.

Además, es fundamental conocer al gato y detectar qué estímulos le provocan agresividad. Por ejemplo, si sabes que determinadas personas, objetos o situaciones lo alteran, lo mejor es limitar su exposición a ellos. También es muy útil reforzar positivamente los comportamientos adecuados mediante premios.

¿Qué hacer para tranquilizar a un gato agresivo?

Aunque existen diversas estrategias para controlar la agresividad felina, una de las más recomendadas por los veterinarios es el uso de feromonas sintéticas.

Este producto imita las señales químicas naturales que los gatos utilizan para marcar su entorno como seguro, y se considera una herramienta eficaz y natural para reducir el estrés y la ansiedad.

Además, puedes encontrar feromonas para gatos en diferentes formatos, como difusores eléctricos, sprays ambientales o toallitas impregnadas.

Para utilizarlo, solo tienes que aplicarlo en las zonas donde el gato pasa más tiempo, como su cama o el transportín.

Esto hará que el gato perciba esos lugares como seguros, lo que disminuye la probabilidad de que reaccione con agresividad ante estímulos que antes lo alteraban.

Gato durmiendo
Gato durmiendo | Unsplash

Premios como aliados

Además de las feromonas, los premios de comida ayudan considerablemente a modificar estos comportamientos indeseados. Ofrece premios cuando el gato esté relajado o después de un buen comportamiento.

El objetivo es que el gato asocie determinados contextos o conductas con experiencias agradables.

Un gato tranquilo
Un gato tranquilo | Unsplash

¿Cuándo consultar con el veterinario?

Si a pesar de aplicar estos métodos el comportamiento agresivo continua, es recomendable acudir a una consulta veterinaria. Algunas enfermedades físicas, como problemas neurológicos, hipertiroidismo o dolencias articulares, pueden manifestarse a través de agresividad sin una causa aparente.

Un diagnóstico adecuado permitirá descartar patologías subyacentes y aplicar el tratamiento necesario. En ocasiones, incluso se puede recurrir al apoyo de etólogos o especialistas en comportamiento felino.

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