¿Cuáles son los animales más sociales del mundo?

Ciertas especies animales tienen sorprendentes comportamientos sociales muy establecidos.
Ciertas especies animales tienen sorprendentes comportamientos sociales muy establecidos.

La naturaleza está llena de ejemplos sorprendentes de cómo otros seres vivos se organizan, se apoyan entre sí y hasta innovan para mejorar su vida en comunidad. ¿Te has preguntado qué otras especies tienen una vida social tan compleja como la nuestra?

Los seres humanos convivimos en sociedad y necesitamos de estos contactos para sobrevivir y desarrollarnos. Sin embargo, aunque este comportamiento parece exclusivo de los seres humanos, en la naturaleza existen muestras evidentes de que no somos tan especiales y únicos frente a esta organización y cooperación.

Existen distintas especies animales que no solo conviven en sociedad, sino que también comparten comida, se estructuran en jerarquías para que el grupo sobreviva y funcione correctamente e, incluso, comparten aprendizajes para facilitar la vida diaria.

Sí, estos comportamientos no son exclusivos de los humanos, aunque a simple vista pueda parecerlo. A continuación, te contamos cuáles son los animales más sociables del mundo y te mostramos investigaciones que demuestran que esto es muy, muy real.

Murciélagos vampiros: solidaridad con sentido

Murciélagos vampiros.
Murciélagos vampiros.

¿Sabías que los murciélagos vampiros son de los animales más solidarios? A pesar de la mala fama que los precede, los murciélagos vampiros son increíblemente generosos con los de su propia especie.

En este tipo de vampiros, aunque se alimentan de sangre, lo curioso es que si uno del grupo no consigue cazar en toda la noche, otro que sí lo logró le da parte de su comida para evitar que muera de hambre. Literalmente, comparten la sangre que han conseguido.

Pero no se la dan a cualquiera. Solo ayudan a aquellos con los que tienen más relación, normalmente los que descansan cerca de ellos en la cueva, como si tú prestaras comida a tu vecino de enfrente.

Y hay una norma clara: si tú das, yo doy; si no, te quedas fuera. Porque si alguien no devuelve el favor, la próxima vez no recibe ayuda. Esa memoria social y sentido de la reciprocidad muestra una estructura social bastante compleja para un animal tan pequeño.

Este comportamiento tan sorprendente fue estudiado por Gerald Wilkinson y aparece explicado en el texto La inteligencia animal de Matej Hochel y Emilio Gómez Milán, publicado por la Universidad de Granada (Hochel & Gómez Milán, s.f.).

Insectos: organización perfecta, sin libertad

Hormigas.
Hormigas.

No solo los vampiros son expertos en vida social. Las hormigas, abejas y termitas también tienen lo suyo. Y lo llevan al extremo.

En sus comunidades todo está medido, todo tiene un orden. Cada individuo nace para cumplir una función. Obreras, soldados, reinas... aquí nadie improvisa. Algunas se encargan de cultivar hongos, otras levantan auténticas fortalezas, y hasta controlan la temperatura de sus casas usando una mezcla de saliva, madera y excrementos. Parece raro, pero funciona de maravilla.

Lo más llamativo es que no hay espacio para la libertad personal. No puedes cambiar de rol. No puedes decidir. Tu papel está marcado desde el inicio. Se comunican entre ellas con señales químicas y hasta regulan cuántas deben vivir juntas. Por si te interesa, te contamos mucho más sobre el lenguaje en el mundo animal.

Este tipo de organización tan precisa y cerrada ha llamado la atención de sociólogos y biólogos. De hecho, la UNED lo menciona como un ejemplo extremo de cómo puede funcionar una sociedad sin margen para el cambio, en su curso de introducción a la sociología (UNED, s.f.).

Macacos: Innovación y aprendizaje social

Macacos.
Macacos.

Los macacos de la isla de Koshima son otro grupo de animales que sorprendieron al mundo por su capacidad de comunicación y cooperación.

Todo comenzó cuando uno de ellos descubrió que sumergir las batatas en agua era mucho más eficiente para limpiarlas que frotarlas con las manos.

Este hallazgo, aunque simple, cambió la forma de alimentarse de todo el grupo (UNED, s.f.). Lo más interesante es que lo que aprendió uno fue compartido con el resto del grupo, quienes comenzaron a ponerlo en práctica.

Chimpancés: cultura, lenguaje y familia

Chimpancés.
Chimpancés.

Sabemos que los chimpancés son los animales genéticamente más similares al ser humano. Compartimos con ellos el 98% de nuestra secuencia genética, y eso no solo se refleja en nuestra apariencia física, sino también en nuestro comportamiento social.

Los chimpancés usan herramientas, cazan en grupo, comparten comida, mantienen lazos familiares duraderos y evitan el incesto. También han sido entrenados para usar lenguaje de signos, alcanzando a veces más de 500 símbolos.

Tienen una capacidad impresionante para el aprendizaje social, la empatía y la cooperación. Incluso, muestran signos de noción de la muerte y sentido estético (UNED, s.f.). Por algo son uno de los animales más inteligentes del mundo.

Hochel, Matej, y Gómez Milán, Emilio. La inteligencia animal. Universidad de Granada. Recuperado de https://www.ugr.es/~setchift/docs/conciencia_capitulo_3.pdf.

Canal.uned.es. La Sociología: Una introducción a la Sociología I - 7. Sociedades humanas y sociedades animales. Recuperado de https://canal.uned.es/uploads/material/Video/50290/sociolog__a7_transcripci__n.pdf.

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