Conejo macho: cómo identificarlo, cuidarlo y entender su comportamiento
Sexo, salud, conducta
Todo lo que debes saber sobre el conejo macho: cómo reconocerlo, qué cuidados necesita, diferencias con la hembra y problemas comunes

¿Cómo saber si un conejo es macho?
Conocer si tu conejo es macho es el primer paso de cara a ofrecerle los cuidados adecuados. A diferencia de otros animales, no siempre será sencillo distinguir el sexo de un conejo a simple vista, sobre todo cuando es muy joven.

Aquí tienes algunas claves para saberlo, fíjate bien:
Revisión física: genitales
Sin duda, la forma más fiable es observar la zona genital. Puede hacerse desde las 6 semanas de vida, a pesar de que los testículos no son siempre visibles (hay que esperar hasta los 3 meses, más o menos).
Pasos a seguir:
- Coloca al conejo sobre una superficie acolchada o sostenlo con cuidado
- Levanta su cola y observa la zona entre el ano y el aparato reproductor
- Si es macho: verás un pequeño cilindro rosa (el pene) que puede sobresalir suavemente
A partir de una edad, notarás los testículos a los lados del pene, cubiertos de una piel muy fina.
Ante cualquier duda que pueda surgir, acude a un veterinario de animales exóticos. Y ten presente que hasta los expertos pueden confundir el sexo del conejo si es muy joven.
Comportamiento del conejo macho
Debes tener en cuenta que el comportamiento de un conejo macho puede variar en función de la raza, el entorno y si está castrado o no.
Aunque hay ciertos patrones comunes que conviene saber. Fíjate bien:
Conductas habituales
- Marcaje con orina: los conejos macho tienden a marcar su territorio más que las hembras, en mayor medida si no están castrados.
- Dominancia: como expresión de jerarquía, pueden montar a conejos o incluso a objetos.
- Mayor sociabilidad: una gran cantidad de dueños aprecian que los machos suelen ser más juguetones, cariñosos y cercanos con las personas que tienen a su alrededor
- Menor agresividad (salvo en la adolescencia sin castrar), por lo que los hace más fáciles de manejar que algunas hembras territoriales.
La castración reduce dominancia, marcaje y ansiedad sexual, mejorando además la convivencia tanto con humanos como con otros conejos.
Cuidados específicos del conejo macho
Los cuidados básicos del conejo común son muy parecidos a los de cualquier conejo, aunque hay algunos matices a tener en cuenta:
Higiene
Limpia la zona de los genitales y la parte trasera de forma regular, sobre todo si es de pelo largo. Si no están castrados, los testículos pueden acumular suciedad.
Alimentación
Igual que las hembras: heno ilimitado, verduras frescas, pienso específico y agua limpia.
En machos castrados, es importante controlar el pienso para evitar la aparición de sobrepeso.

Socialización
Es preferible introducirlo a otros conejos tras la castración (por lo menos, 4 semanas después).
Los machos no castrados pueden pelearse por dominancia, tenlo en cuenta.
Actividad física
- Van a necesitar espacio para correr, saltar y explorar.
- El aburrimiento es capaz de provocar estrés o comportamientos destructivos.
Reproducción y castración del conejo macho
La madurez sexual de los conejos machos llega pronto, entre los 3 y 6 meses de edad. Es en ese momento cuando pueden comenzar a montar y a marcar.
Reproducción
- Un solo cruce con una hembra puede generar una camada de 4 a 12 gazapos.
- El conejo macho puede volver a fecundar a la hembra inmediatamente después del parto.
En el caso de que no quieras crías, tienes que separar los machos de las hembras a las 9 semanas de vida y/o castrar al macho cuanto antes.
Castración: beneficios
La castración se puede practicar a partir de los 4 meses, si el conejo disfruta de buena salud:
- Facilita la convivencia con otros conejos
- Reduce el estrés hormonal, el marcaje y la agresividad
- Mejora su calidad de vida
- Previene tumores testiculares
Valóralo, porque es una intervención sencilla si la realiza un veterinario especializado en animales exóticos. Y además, la recuperación normalmente es rápida.
Problemas comunes de salud en el conejo macho
De la misma forma que todos los conejos, los machos pueden sufrir problemas digestivos, dentales o respiratorios.
Si bien es cierto que hay algunas afecciones que son más frecuentes en el caso de los machos no castrados.
Enfermedades comunes
- Orquitis: inflamación de los testículos, a veces debidos a infecciones o golpes
- Tumores testiculares: son poco comunes, pero posibles si el conejo no está castrado
- Comportamiento destructivo o agresivo motivado por el exceso de testosterona
Igualmente, y como cualquier conejo:
- Vigila su sistema digestivo (tienen que comer y defecar con frecuencia)
- Revisa sus dientes de forma regular (ya que crecen de manera continua)
- Asegura revisiones veterinarias al menos 1 o 2 veces al año

En definitiva, los conejos machos son buenos compañeros domésticos. Si cuentan con una buena socialización y castración temprana, suelen ser menos territoriales, más cariñosos, menos propensos a padecer ciertas enfermedades si están castrados y más fáciles de integrar con otros conejos.
Eso sí, y de la misma forma que con cualquier animal, su calidad de vida dependerá de los cuidados que reciba. Y si tienes cualquier duda, acude a un veterinario especializado en animales exóticos.