Todo sobre el conejo común o conejo europeo

El conejo europeo o conejo común (Oryctolagus cuniculus) es una de las especies animales más conocidas y extendidas a lo largo y ancho del mundo. Un pequeño mamífero que se ha convertido en una pieza importante dentro de los entornos agrícolas y ecosistemas naturales, debido a su papel dentro de la cadena alimentaria y su fácil adaptación a los diferentes hábitats.
En este artículo conoceremos su hábitat, rasgos físicos, carácter, alimentación y salud ¡Sigue al conejo blanco de Alicia y adéntrate en el país de las maravillas! Y es que estamos ante una encantadora criatura que enamora a propios y extraños, sobre todo a los más pequeños de la casa. Despierta tu curiosidad y descubre al animal que representa el famoso Bugs Bunny en la ficción.
El conejo común o conejo europeo es un mamífero lepórido, familia que engloba también a las liebres. Además pertenece a la orden de los lagomorfos, considerados roedores hasta principios del siglo XX y llenos de curiosidades. Después de esta información más teórica y académica conocemos mejor a un pequeño animal que podemos tener como mascota.

Origen del conejo común
Desde tiempos prehistóricos el conejo común o europeo ha habitado en la Península Ibérica y en el suroeste de Francia. Gracias al clima peninsular y mediterráneo en el que se ha desarrollado, ha sido capaz de adaptarse a los diferentes tipos de hábitats que se ha encontrado durante todos estos años. Y demostrando así su resiliencia.
En un principio y de forma natural, los conejos se dispersaron de manera natural por el continente europeo. Aunque sería con la expansión del gran Imperio Romano cuando fueron domesticados y llevados a diferentes localizaciones, en gran medida debido a su carne y piel.
Ya en la Edad Media, los monjes cistercienses (Orden del Císter - Francia) promoverían la cría de conejos en los monasterios. Posteriormente y ya en el siglo XIX, los colonos europeos introdujeron a estos pequeños animales en Nueva Zelanda, América del Norte y Australia, convirtiéndose en ocasiones y de forma involuntaria en especies invasoras del lugar.
Hábitat del conejo común
Es importante volver a destacar que el conejo europeo o común es una especie muy adaptable, que puede vivir en diferentes entornos y capaz de prosperar en condiciones diversas. En función del hábitat o entorno en que se encuentren, ajustarán su dieta y comportamiento.
Vive en pequeños bosques y praderas secas próximas al nivel del mar, aunque también pueden habitar en montañas que no superen los 1.500 m de altura. Evitan los grandes bosques y prefieren campos cubiertos de matorrales para esconderse de los depredadores.
Eligen un suelo arenoso y blando que les facilite la construcción de madrigueras (o conejeras) y galerías subterráneas. A día de hoy también se pueden encontrar en parques o cultivos agrícolas, donde pueden convertirse en una plaga para los agricultores de la zona.
En relación al ecosistema juegan un papel determinante en lo relacionado con la creación de microhábitats y la dispersión de las semillas. Porque cuando excavan el suelo con el fin de crear madrigueras, están beneficiando indirectamente a otras especies con las que cohabitan.
Rasgos físicos del conejo europeo
El pelaje del conejo común es espeso y lanudo, cuyo color puede variar del marrón grisáceo al marrón rojizo. Los conejos domésticos pueden presentarse en más colores: uniformes, degradados o moteados.
La cabeza es ovalada, más ancha en el caso de los machos, con unos grandes ojos negros en los laterales. Las orejas son largas, estrechas y de amplio pabellón auditivo, pudiendo alcanzar los 7 cm. Son utilizadas para localizar a los depredadores que les acechan y regular su temperatura corporal. La cola es muy corta y blanca por debajo.
Sus extremidades posteriores o patas traseras, con las que se impulsa para saltar, están más desarrolladas que las anteriores. ¿Sabías que el conejo común es capaz de saltar hasta 3 metros de longitud y correr a una velocidad de 50 km por hora?
En estado salvaje, pesan de 1 a 2,5 kilos y normalmente miden alrededor de 35 cm, aunque pueden llegar a los 50 cm. Los conejos domésticos, en cambio, pesan en ocasiones entre 1 y 8 kilos dependiendo de la raza, existiendo unas 80 variedades de los mismos.
Como todos los lagomorfos (liebres y picas), tienen dos filas de dientes incisivos inferiores, a diferencia de los roedores que sólo tienen una. Estos dientes (tienen un total de 28) crecen constantemente y deben ser desgastados comiendo y masticando heno o madera para evitar que sean demasiado largos.

Carácter del conejo común europeo
El conejo europeo es gregario y muy territorial. Viven agrupados y defienden su territorio ante cualquier amenaza, incluida la entrada de los congéneres que no pertenecen a su colonia. En la misma existe una jerarquización social, donde hay un macho y hembra predominantes.
Es un animal predominantemente nocturno, que se alimenta por la noche y permanece en su madriguera durante el día. En los días de calor también sale por la mañana o el mediodía. Tiene la costumbre de marcar (glándulas odoríferas) y defender su territorio y colonia de los enemigos.
Es muy silencioso y para comunicarse utiliza los olores y el contacto físico. Se guía fundamentalmente por el oído y el olfato. Apenas usa la vista, ya que tiene un oído muy fino gracias al gran tamaño de sus característicos pabellones auriculares.
Las interacciones con otros conejos son importantes, como por el ejemplo el acicalamiento mutuo, ya que así mejoran las relaciones sociales y disminuyen el estrés.
Se mueve dando pequeños saltos pero puede alcanzar grandes velocidades, ya que son muy rápidos y ágiles. Si sienten algún peligro, levantan las orejas y se apoyan en las patas posteriores para observar lo que ocurre. Si se enfadan o se asustan comienzan a patalear el suelo con las patas traseras, a modo de aviso para sus compañeros de las madrigueras.
Alimentación del conejo europeo
El conejo común es un animal herbívoro ya que su dieta está principalmente compuesta por materia vegetal: hojas, brotes, pastos, hierba, cortezas, ramas o incluso frutas y flores, son algunos de alimentos que pueden encontrar en su entorno natural. Es decir, una dieta variada y rica en fibra.
Y es que su sistema digestivo está preparado y adaptado para ser capaz de extraer nutrientes de los alimentos vegetales y procesar grandes cantidades de fibra.
En cautiverio, el conejo común (y otras razas de conejos para casa) puede decantarse por las siguientes opciones a la hora de alimentarse: heno (principalmente), verduras frescas (zanahorias, espinacas, rúcula, etc.), pellets específicos y de alta calidad, frutas y golosinas (con moderación).
Recuerda que van a necesitar agua fresca y limpia para mantenerse hidratados. Para ello puedes emplear un bebedero o un recipiente estable, eliminando así la posibilidad de que el agua se contamine.
Los alimentos que no le debes proporcionar, puesto que son tóxicos para los conejos, son los que enumero a continuación: cebolla, aguacate, ajo, patatas, hojas de tomate y algunas flores (lirio y narciso).

Salud del conejo común europeo
Nuestro pequeño amigo peludo, al que ya le habrás puesto nombre, va a requerir una serie de cuidados específicos con el fin de mantener y disfrutar de una buena salud. Puede padecer enfermedades digestivas, respiratorias, dérmicas o problemas dentales y urogenitales, que convienen ser revisados y tratados por un veterinario.
Para garantizar de la mejor forma posible su bienestar es fundamental ofrecerle una dieta equilibrada, un entorno limpio, una higiene completa y una supervisión regular por parte de un veterinario especializado. Porque conocer los señales o síntomas y actuar con premura será un factor clave a la hora de cuidar de la salud de esta adorable mascota eficazmente.