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¿Por qué los animales son buenos para reducir el asma en niños?


Varios estudios han demostrado que la convivencia con perros, gatos o animales de granja ayuda a reducir el riesgo de padecer asma entre los más pequeños. ¡Descubre la razón en este artículo!

Hogarmania, 13 de noviembre de 2020

Las mascotas no sólo nos aportan felicidad y cariño. También pueden ser beneficiosas para nuestra salud. Por un lado, porque nos ayudan en terapias asistidas para problemas físicos y psíquicos. Y por otro lado, porque convivir con ellos puede evitar el asma en los niños.

Niño y perro cachorro tumbados en el sofá

Tras una investigación llevada a cabo por el Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala, los expertos recomendaron a las familias que los niños estuviesen desde pequeñitos en contacto con perros y animales de granja porque éstos reducen el riesgo de asma en ellos.

Comprobaron que los niños que crecían con perros en su primer año de vida tenían un 13% menos de riesgo de asma en edad escolar, y los que estaban en contacto con animales de granja tenían, por un lado, un 31% menos de riesgo en edad preescolar y un 52% menos en edad escolar.

Niño acariciando una vaca

Pero, ¿por qué sucede? Bien, el polvo de un hogar con mascotas o una granja con animales tiene microbios capaces de colonizar el tracto digestivo y reforzar el sistema inmunológico de las personas que habiten en ese espacio. Por ello, los niños que crecen en estos ambientes tienen menos posibilidades de tener asma o, en caso de ser asmáticos, la reducen por completo.

Los expertos también han comprobado que la convivencia con mascotas puede minimizar e incluso evitar trastornos emocionales a largo plazo, tanto en perros como en personas.

Los perros como mascota

Según un estudio de la ASM, American Society For Microbiology, las familias que tienen un perro como mascota están protegidas ante el VRS, el Virus Respiratorio Sincicial. Es decir, el virus causante de neumonías y bronquitis que a largo plazo se convierte en asma como efecto secundario. Este virus afecta a personas de cualquier edad, pero suele ser más grave en niños pequeños, sobre todo en su primer año de vida. De ahí que se recomiende convivir con perros desde recién nacidos.

Niño acariciando a su perro

Los gatos como mascota

Otra investigación del COPSAC, Centro de Estudios sobre el Asma en la Infancia de Copenhague, comprobó que los gatos que conviven con recién nacidos les ayudan a prevenir el asma. Afirman que los gatos son muy beneficiosos para los bebés porque su contacto neutraliza la variante genética responsable del asma. De hecho, han comprobado que puede rebajar hasta un 80% del riesgo de padecer asma en niños.

Niña durmiendo junto a su gato

De todas formas, en caso de que un niño sea asmático, lo más recomendable es consultar tanto al médico como al veterinario para que confirme si es o no conveniente tener un perro o un gato en casa.

Niño feliz abrazando a su perro