¿Puede un perro mentirte? Un estudio revela que sí (si no se fía de ti)

Estrategia canina inesperada

Un experimento con 44 perros demuestra que adaptan su conducta según la confianza que les genera cada persona

Los perros no son tan inocentes como creías
Los perros no son tan inocentes como creías

Los perros no son tan inocentes como creías

¿Tienes un perro como mascota? Entonces, seguro que en alguna ocasión te has preguntado si sabe más de lo que aparenta. Sí, ese momento en el que te mira, gira la cabeza hacia un lugar concreto y vuelve a mirarte. No solo es un gesto de confianza o simpático, sino que puede ser una señal. O según se desprende de un reciente estudio, una estrategia.

Un equipo de científicos de la Universidad de Zúrich ha descubierto que algunos perros son capaces de mentir si piensan que la persona que tienen delante no les va a ayudar. En realidad, no se trata de una mentira, como sucede en el caso de los humanos, pero sí un tipo de engaño social: ocultar información, desviar la atención o señalar un lugar falso.

Ocultar información, desviar la atención o señalar un lugar falso
Ocultar información, desviar la atención o señalar un lugar falso

El experimento que lo demuestra

En el estudio en cuestión participaron un total de 44 perros de familia. En el primer experimento, escondían comida en una habitación con o sin el dueño presente. A continuación, se observaba si el perro señalaba o no la ubicación del premio.

¿Qué paso? Los perros enseñaban la comida con más claridad si eran conscientes de que su amigo humano no había visto dónde estaba escondida. Si el dueño lo sabía, no eran tan insistentes.

Esto quiere decir que los perros tienen en cuenta lo que el otro sabe o no sabe, tomando una decisión en función de esta circunstancia. Un hecho que, hasta el día de hoy, solo se había observado con claridad en primates y ciertas aves.

Segunda parte: confianza y engaño

En la segunda fase del ensayo, los perros estaban frente a dos personas desconocidas. Una de ellas tenía una actitud cooperativa: si el perro le indicaba el escondite, se lo daba. La otra, al contrario, se quedaba la comida para sí.

Lo más sorprendente de todo fue que los perros preferían mostrar la ubicación real a la persona que colaboraba. Por su parte, a la persona egoísta, algunos canes le indicaban un escondite vacío, con el intento de despistarla.

Una especie de ¡ahora verás!, que rompe con la creencia del perro como ser 100% transparente.

¿Eso quiere decir que nos manipulan?

En cierto modo, se puede decir que sí. Pero no es algo negativo. Es un tipo de comportamiento que refleja una inteligencia social muy desarrollada. Pero no es maldad, sino adaptación.

En síntesis:

  • si el perro interpreta que alguien es justo, colabora más
  • si estima que la persona actúa en su contra, responde limitando la información o desviándola

No nos referimos a una mentira consciente como en el caso de los humanos, pero sí de una conducta basada en experiencia y expectativas.

¿Por qué algunos perros lo hacen más que otros?

Si bien es cierto que el estudio no pudo establecer diferencias según la raza del perro, otros trabajos publicados señalan que las razas criadas para colaborar con humanos (border collies, golden retrievers o labradores), cuentan con una mayor facilidad para este tipo de comunicación compleja.

Otras razas más independientes, como algunos galgos o terriers, tienden a actuar más por iniciativa propia o instinto, sin tener al ser humano tan en cuenta a la hora de tomar decisiones.

Se trata de una historia evolutiva y de relación con las personas, no tanto de inteligencia pura como tal.

¿Qué nos dice esto sobre cómo ven el mundo?

Lo más curioso de este tipo de engaño es que no mejora directamente la situación del can (por ejemplo, no obtiene más comida), aunque sí evita que el otro se beneficie de manera injusta.

Un matiz clave, ya que sugiere una capacidad cognitiva avanzada:

  • No solo saben lo que quieren.
  • Entienden la manera en que influye la conducta del otro en lo que obtienen.
  • Adaptan su estrategia según su percepción.

Todo esto implica memoria, evolución social y toma de decisiones.

Todo esto implica memoria, evolución social y toma de decisiones
Todo esto implica memoria, evolución social y toma de decisiones

Claves para entender si tu perro te está “probando”

¿Quieres saber si tu perro pone en práctica este tipo de estrategia contigo? Si es así, presta atención a las siguientes señales:

  • Te mira y luego lo hace a un sitio concreto, esperando ver tu reacción.
  • Repite un gesto diferente si el primero no ha funcionado: como ladrar, mover la cabeza o cambiar de postura.
  • Actúa de manera diferente con diferentes personas en función de cómo se hayan comportado con él anteriormente.

Este interesante estudio refleja cómo los perros son seres sociales capaces de analizar situaciones, recordar comportamientos y actuar en función de la confianza que tienen en cada persona que les rodea. Recuérdalo para la próxima vez que estés frente a frente con tu pequeño peludo.

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