Las almohadillas de los perros poseen glándulas sudoríparas que les permiten sudar y expulsar el calor. Además, al humedecerse, evitan roturas y grietas. También les permiten el marcaje de territorio por el olor, por eso tu peludo frota las patas contra el suelo a menudo. En verano, las altas temperaturas calientan los suelos de las ciudades, lo que provoca heridas, quemaduras y llagas en las patitas de nuestros peludos.

El asfalto quema las patas de los perros
Por culpa de las altas temperaturas, el asfalto guarda mucho calor, mucho más que superficies como la hierba o la tierra. Esto provoca quemaduras en las almohadillas de los perros. En caso de que tengas el campo cerca, no debería ser un problema porque puedes pasear con tu peludo por otro tipo de suelos.
El problema lo tienen los perros de ciudad, que no pueden dejar de salir a la calle porque necesitan aire libre, ejercicio diario y hacer sus necesidades. No pueden salir si la temperatura del suelo les provoca grietas y quemaduras graves en las almohadillas.
Por eso, te contamos algunos trucos para prevenir esta situación y proteger las almohadillas de tu perro en verano.
Consejos para proteger las almohadillas de los perros en verano
1. La regla de los 5 segundos
Esta regla consiste en comprobar la temperatura del suelo antes de empezar el paseo, Si colocas la mano en el asfalto y no aguantas 5 segundos porque quema demasiado, las almohadillas de tu amigo perruno tampoco podrán soportarlo.
Este método sirve en cualquier superficie, incluso en la arena, que también deberíamos comprobar porque absorbe mucho calor y puede ser dañina para nuestros perros.
2. Pasear a las horas menos calurosas
Por la mañana durante las primeras horas, el suelo no se habrá calentado demasiado, y seguramente podrás pasear con tu peludo sin problema. Por la tarde, más cerca de la noche, si la temperatura del asfalto se ha reducido, las almohadillas de tu perro no sufrirán.
3. Pasear por zonas ajardinadas
Los parques y zonas de campo en los que el suelo es prácticamente tierra o hierba son mucho más cómodos para las almohadillas de tu amigo perruno. Son superficies más blanditas y que no absorben demasiado calor. Además, ellos siempre se lo pasan mejor en zonas naturales.
4. Botines para perros
Cuando no sea posible evitar las aceras y el asfalto, podemos recurrir a unos botines para perros. Tu peludo puede estar incomodo con ellos, es normal, están acostumbrados a sentir el suelo con sus patitas. Pero si no queda otra opción debemos ponérselos.
Para acostumbrarle, puedes probarlos en casa, se los pones y andas con él un poco. Según le vayas viendo más cómodo, ya puedes empezar a salir a la calle.
5. Cremas que protegen las almohadillas
Existen cremas específicas para las patas de nuestros peludos. No debemos aplicar nuestras cremas porque están hechas para un PH distinto. Son como vaselina, se echan en la zona de las almohadillas y la mantienen hidratada y cuidada. Además, aportan resistencia.

Heridas en quemaduras en las almohadillas de los perros
Si a tu perro le han salido heridas y quemaduras en las almohadillas de las patas tienes que saber cómo actuar. Para detectarlo, fíjate en si tiene grietas o peladuras, o si simplemente se lame con demasiada frecuencia.
Lo primero que debes hacer, como con cualquier herida, es aplicar agua y jabón. Después deberás aplicar hielo en la zona para desinflamarla. Una vez desinfectado, conviene aplicar cicatrizantes para ayudar a cerrar la herida. Protégela con una gasa, para que la herida pueda cerrarse bien.
Para las quemaduras debemos aplicar cremas con antibiótico, por eso lo mejor es acudir al veterinario. A veces no son quemaduras, pero tu perro tiene las almohadillas muy suaves o blanditas, en ese caso encárgate de hidratarlas bien.
Las almohadillas son zonas muy sensibles, aunque tienen un tacto duro y áspero. Tienen muchas terminaciones nerviosas, por lo que deberás tratarlas con cuidado cuando apliques curas.