Salud
La pérdida de una mascota es un momento muy difícil, pero debemos saber que es ley de vida y que lo importante es que hayamos hecho feliz a nuestro peludo. En ocasiones la salud de tu peludo puede empeorar hasta un punto en el que puede que haya que dormirlo. Es normal que los dueños sufran mucho en este momento pero debemos pensar siempre en el bienestar del animal.
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Hogarmania, 16 de noviembre de 2022
Para saber si se acerca el momento, tenemos que estar atentos a comportamientos extraños en el perro. A veces, ellos mismos nos dicen que ya ha llegado su hora con ciertas actitudes o síntomas.
Suele ocurrir que cuando los perros se van acerando al final dejan de comer o comen en poquitas cantidades. Es uno de los signos más evidentes, sobre todo, si ha sido un glotón toda su vida. La comida ya no le supone una motivación, puede tener alguna enfermedad que le quita apetito o simplemente siente la ansiedad de que va a alejarse de sus seres queridos. También suelen dejar de beber y, en consecuencia, se deshidratan.
Otra de las cosas que hacen los perros cuando están a punto de morir es apartarse de sus seres queridos. En la naturaleza, cuando un perro se siente enfermo y cree que llega su hora se aparta de su manada para no suponer un problema o para no generar tristeza. Podríamos decir que es un comportamiento instintivo de sus antepasados.
Pueden venir cambios en su respiración acompañados de tos o dolor en el pecho. Estos cambios serían respiraciones más rápidas o más lentas. Cuando un perro está a punto de morir, sus constantes vitales muestran valores muy por encima o muy por debajo de lo normal. Un rango normal sería entre 10 y 30 respiraciones por minuto. Todo depende de cada caso, pero por lo general esta suele ser una señal de que la salud del can es bastante mala.
No culpes a tu perro si está mayor y se hace sus cosas en casa o se le escapan de paseo. Sus músculos comienzan a relajarse y cada vez le es más difícil retener su orina y sus heces. Esto no siempre es un síntoma de la edad, por lo que lo más conveniente es una revisión veterinaria.
No tiene por qué ocurrir siempre, pero es una clara señal de que algo va mal. Todos los animales tienen un instinto de supervivencia que les hace ponerse a la defensiva cuando se sienten más vulnerables.
A veces, cuando un perro está a punto de morir, no quiere moverse por incomodidad o por encontrarse muy débil para ello.
Las variaciones en la presión sanguínea, la debilidad muscular y la desorientación propician que el perro camine de manera descoordinada. Esto puede afectarles más si tiene la vista deteriorada.
Los veterinarios suelen comentar que los momentos más duros de su trabajo ocurren cuando hay que dormir a los peludos. Especialmente, cuando hay que dormirlos y los dueños no quieren estar presentes.
Es comprensible el dolor que se puede llegar a sentir en este momento.
Los perros son conscientes del momento en el que se encuentran y perciben el sufrimiento de los dueños. Sus últimos momentos son frenéticos y se sienten muy vulnerables, lo que los hace buscar a sus humanos como locos. Para nuestras mascotas lo somos todo, por eso nos buscan en sus momentos más vulnerables.
La recomendación por parte de los veterinarios es que seamos fuertes e intentemos acompañarlos. En sus últimos momentos nos buscan más que nunca, por lo que dejarlo en una habitación con extraños mientras se va durmiendo no es la mejor opción.
Ellos no entienden por qué los dejas solos en su momento más vulnerable, por lo que lo que mejor le vendrá a tu peludo es que lo acompañes. Si tu perro está a punto de morir lo mejor que puedes hacer es quedarte con el, acompañarlo y tranquilizarlo, porque seguramente estará asustado.